Nunca intentaré convencer a nadie que no quiere tener hijos para que los tenga, por el bien de las criaturas. Es una cosa de la que hay que estar muy seguro, porque son para toda la vida. La gente se piensa más el modelo de coche o el barrio donde vivir que el tener un hijo, y así van las cosas. Es trabajoso y sacrificado, que nadie intente hacer ver que es un camino de rosas porque no. Causan sufrimiento, porque inevitablemente alguna vez enferman, y ese es el peor dolor que puede sentir una persona, ver a su hijo enfermo, o con alguna discapacidad, o con malas compañías cuando crecen... Aunque estén sanos, en el devenir de los años las cosas pueden cambiar, y llega un momento en que habrá que saber dejarlos volar, confiando en que algo de lo que les has estado enseñando durante años se guardara en su mollera, que no siempre tiene porqué ser así, ni siempre son culpa de los padres, las circunstancias o la educación recibida los errores de los hijos.
Otro aspecto es la edad. Que ahora los 30 son los nuevos 20 y los 40 los 30 y gñé. Quien se deje engañar por eso peor para ella, pero por mucho que la fachada esté en perfecto estado, los cimientos son los que son, y los óvulos envejecen, caducan... el riesgo de tener un hijo downy crece exponencialmente a partir de los 35, las dificultades de fecundación bajan al subsuelo. Por no hablar de la energía necesaria para afrontar las noches de mal dormir, no hay más que recordar que con 20 años te podías ir directamente a trabajar después de haber pasado la noche de fiesta. Intenta hacerlo con 35 a ver.
Tengo una conocida que antes de firmar los papeles del divorcio ya estaba en el tinder, 33 años, dos críos. Pues es curioso lo que le pasa, porque los que intentan quedar con ella buscan una relación estable y tener hijos propios, ella quiere algo estable pero sin más hijos, y la cosa no cuaja por eso. Yo nunca hubiera imaginado que el mercado estaba así.