Viajes de parejitas hastiadas.

iskariote

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18 Abr 2006
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El sábado tuve una de esas experiencias con drogas que generan una memoria en tu cerebro inaccesible mediante la sobriedad, un cortocircuito fortuito que propicia una nueva sensación que ya nunca vas a olvidar, una que puedes revivir cuando quieras. A veces es el olor del color azul, otras veces es ver a través de los párpados y el sábado fue algo que genera una risotada, de las de espasmos en el diafragma, espontánea e inevitable. Espero que dure tanto como me dura lo de ver a través de los párpados.

El sábado tuve también una revelación, una de esas que te hacen ver la vida un poco diferente y marcan un punto de inflexión. No sé si fue a causa de esa carcajada que no me canso de repetir, pero se basa en una experiencia que llevaba acumulándose todo el día.

Aquí mi post en el foro viajes sobre mi visita a Toledo:

No sabía si ponerlo aquí o en el rapiñas, pero aquí hay menos posibilidades de que venga alguna a quitarme el protagonismo.

Estuve un día, solamente, es poco y no iba muy organizado, así que sabía que no le iba a sacar todo el jugo, pero la idea era ver a un amigo que hacía el viaje en plan parejitas, si nos gustaba ya volveríamos. Yo iba con mi habitual compañero de maldades.

Nuestro amigo iba con su novia y con ellos 2 parejas más a las que yo aún no conocía, todos del mismo pueblo.

Mi plan: deambular por la ciudad, meterme por los callejones según nos soplase el viento. Si quería enterarme de algo sobre la ciudad, algún dato curioso de esos que amenizan tanto las visitas, arrimar oreja a algún grupo de excursionistas y creerme lo que sea que escuche. Nada de mapa. Si sentíamos la necesidad de guía, entrar a bares y buscar una no profesional. Hay viajes que son para estudiarlos al detalle y viajes que son para ver qué pasa.

El plan de las parejitas: ir a una lista de sitios recomendados por una fuente que luego descubrimos como poco fiable. Quejarse en todos los establecimientos, de todo, sin parar, de la servilleta, del vino, de la luz. Pero no al camarero, ni al dueño, ni a la hoja de reclamaciones; quejarse en la mesa, para los del grupo, como con la aparente intención de dar por culo. Por la tarde tenían pensada una ruta de esas con guía para que les contase las leyendas "misteriosas" de Toledo. Al principio habíamos entendido mal y pensamos que era una ruta catando vinos y a eso sí nos íbamos a sumar. A lo otro NO.

¿Os imagináis quién ganó después de la bifurcación de planes?

Lo peor de todo es que el rollo que llevaba este grupo era el más extendido, cuando las parejitas se fueron a su ruta yo aún me estaba terminando el primer gintonic y me apetecía follón, no actividades controladas. Me sorprendió mucho la cantidad de parejas que había paseando con desgana y en mitad de alguna discusión en la que ya se faltaban al respeto. Si bien en Praga ves mucha parejita en el cénit de su relación (paseando con la misma cara de gñé pero al menos llevándose bien y con posibilidad incluso de polvo cerdo en el hotel), en Toledo parece que iban a finiquitarla.

También había bastantes familias de padres que parecían los abuelos de los niños que les acompañaban. Este era un gentío totalmente de relleno y nada compatible con mi objetivo de divertirme, pero era una proporción importante que debe ser mencionada.

Me volví a Madrid en el último tren. Contemplaba seriamente la posibilidad de hacer noche en Toledo si la cosa hubiera sido diferente, bien de fiesta o bien en alguna cama libre, pero a las 9 yo ya sentí haber quemado los últimos cartuchos de ese día en ese lugar.

Con un par de amigos del grupo habitual me habría quedado, llenamos cualquier sitio según entramos, pero siendo dos necesitábamos cierta ayuda del entorno y no la tuvimos. No os puedo recomendar nada salvo que si vais os emborrachéis mucho a ver si así pasa algo interesante. No vi a un solo policía, eso hay que decirlo.

El momento cumbre de la visita fue ver la puesta de Sol fumando un canuto y con las que pueden haber sido las risas más incontrolables de mi vida, lo cual es un récord muy meritorio. Todo esto con viejas paseando. Muchas risas.

Y los defensores de lo indefendible pensaréis que mi plan era una mierda y por eso no me gustó, pero no podíais estar más equivocados. Disfruté mucho, por ejemplo, viendo el entierro del señor de Orgaz y escuchando la explicación inesperada de mi amigo emparejado, que ya se la había aprendido y añadió su toque de humor, por el que varios turistas extremadamente comprometidos con la causa de SER UN PUTO COÑAZO nos chistaron para hacernos callar. Prohibido reír. Finalmente, las féminas de las parejitas se pronunciaron a nuestro favor, en algún momento mi amigo dijo que ellos iban organizados y nosotros no, que teníamos que aprender de ellos, a lo que respondieron enérgicamente que eran ellos los que tenían que aprender de nosotros y nuestro estilo de vida. A partir de ahí hubo varios momentos en los que las parejas se tomaban un pequeño respiro para tener alguna discusión muy desagradable al margen del grupo y en la que puse la oreja como acostumbro a hacer. ¡Fui incluso mencionado en una en la que se pronunció la frase "si te doy un guantazo... gilipollas..."! Se lo dijo ella a él. Muy bien.


Así pues, esta es mi primera expe en Toledo.

Implicación: menos de la que esperaba.
¿Repetirías?: Con otra gente y solamente si alguien me sabe decir dónde se esconden las personas que se lo quieren pasar bien.
¿Recomendable? : si quieres que tu novia te diga que eres un inútil, totalmente.

Viajar es divertido per se, por lo tanto debería ser complicado convertirlo en una experiencia desagradable. Sin embargo, hay gente capaz de esa y peores atrocidades.

¿En qué clase de monstruos nos convertimos para dejar de buscar el juego en cada pelota de papel aluminio de envolver el bocadillo? ¿Es el fornicio el fin último de la existencia? ¿Lo es tanto que aliena a quienes lo tienen a tiro de piedra hasta el punto de convertirles en muñecos con pene?

Capaces de aguantar desplantes, faltas de respeto y tardes de hastío sin fin. Capaces de ver como una salida de la rutina la horrorosa combinación exportable de "comer entre lamentos, paseo insulso con charla de mierda, actividad dirigida, cenar entre lamentos y posibilidad de practicar sexo consentido en la postura del misionero".

Me encantan los posts en los que me siento superior y hago alarde de ello. Son muy gratificantes aunque sólo sean un acto de masturbación del ego. Pero este no es uno de ellos. Este es uno de reflexión. Yo nunca me he sentido parte de esa muchedumbre que paseaba por Toledo con ceños fruncidos y ropajes de camuflaje urbano. Mis viajes en pareja fueron siempre más gratificantes de lo planificado y en la cara de los transeúntes que me miraban vi reflejada una sonrisa, una empatía que me decía que yo proyectaba felicidad. No fui un personaje de atrezzo cuando viajé.

Me aterra la posibilidad de haberlo sido cuando permanecí en mi residencia habitual. Me asusta saber que puedo caer en el error de ser ese muermo. No cuando viajo, porque puse empeño en viajar por verdadero placer. Pero la mayoría pasamos menos tiempo viajando que pisando casa y ahí sí que pueden existir cargos en mi contra. Sí siento cierta culpa cuando pienso que a los ojos de alguien puedo haber tenido esa expresión sin vida.

Este es el hilo con el que me flagelo, con el que dejo una cicatriz que me recuerde dónde no meter la pezuña de nuevo. Esta es la única disculpa que pido, a Dios o a otra divinidad, supongo que si existe sabrá que es objeto de esto. Es, ante todo, el recado que me dejo a mí mismo.

Por cada minuto de aburrimiento, por cada segundo de inacción, pasividad y formar parte de la masa. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Nunca más, nunca, sea cual sea el precio.
 
Es cierto, los viajes son un catalizador de discusiones para las parejas hoy en día, parte de la respuesta al por qué la tienes en el hilo de Gregory, pocos son los viajes que se hacen de acuerdo a los gustos de ambas partes de la pareja, no digo ya de viajes impuestos que son por lo general la norma. O al menos, si no el viaje entero si el destino.

También contribuye que Toledo es de las mayores mierdas que te puedes encontrar por España, aquí os lo digo, si no os gustan las leyendas, historietas y el empedrado romano, no tenéis nada que encontrar en Toledo.
 
Nota al margen del tema del hilo:

De todo el post de Iskariote la reflexión que más interesante me ha resultado es sin duda alguna esta:

iskariote rebuznó:
¿En qué clase de monstruos nos convertimos para dejar de buscar el juego en cada pelota de papel aluminio de envolver el bocadillo?

No es lo de los viajes, que sin duda debería ser el tema de este hilo ya que su autor así lo ha enfocado y me parece un tema que puede dar de sí. Es la inmediatez de la pregunta y la urgente respuesta que demanda lo que verdaderamente me ha hecho cavilar.

Sigamos ahora con lo de los viajes.
 
Leyendo este hilo me he acordado de una tarde mítica en la que un tío me dijo, en tono muy serio: "¿crees que si gritaras MU lo suficientemente fuerte por el culo de una vaca llegaría a oírse por la boca?". Me di cuenta de que lo estuve ponderando seriamente durante unos minutos, mientras que cuando reformulé la misma pregunta otro día acompañado por varias chicas ellas dijeron "qué asco!" al instante, casi al unísono.
 
ilovegintonic rebuznó:
Nota al margen del tema del hilo:

De todo el post de Iskariote la reflexión que más interesante me ha resultado es sin duda alguna esta:



No es lo de los viajes, que sin duda debería ser el tema de este hilo ya que su autor así lo ha enfocado y me parece un tema que puede dar de sí. Es la inmediatez de la pregunta y la urgente respuesta que demanda lo que verdaderamente me ha hecho cavilar.

Sigamos ahora con lo de los viajes.

No podría agradecer más este post, porque me imaginaba que le iba a dar demasiadas vueltas al viaje y se iba a quedar lo importante en segundo plano.

El viaje es la excusa, el título, que tan mal se me da escoger. Esa pregunta es la revelación, lo que de verdad me preocupa y me quita el sueño. No sé si hay un momento clave, un suceso traumático o una larga serie de torturas que te hagan claudicar. Pero lo que es seguro es que de alguna manera muchas vidas se truncan y se vuelven en blanco y negro. Mucha gente pretende condenar la estridencia de la juventud en defensa de la monotonía, como si saliese alguna melodía nueva a base de combinar siempre las mismas 3 notas.

Cavilemos, por favor, que alguien me diga si existe un antídoto para este mal o si por contra no me queda más remedio que la sobredosis de placebos para evitar un destino más cruel que la muerte misma.
 
Lo único que evita eso son los cojones. ''¿Cojones de qué?'', diréis. Pues cojones de cambiar y hacer lo que te gusta, de experimentar aún cuando sabes que te puede ir mal.

Recuerdo especialmente una frase de ''El curioso caso de Benjamin Button''. Es de esas frases que se le podría atribuir a Coelho o algún pseudofilósofo de mierda rollo new age, pero que siempre me ha parecido muy acertada. Me refiero a cuando la hija lee la carta que le dejó su padre dónde le dice ''espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa. Y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza de volver a empezar''.

Somos unos acomodados que preferimos lamentarnos antes que echarnos al monte.
 
Yo si me tengo que quedar con una cita célebre, me quedo con uno de los grandes de nuestra época.

arguinano_11.jpg


"Yo es que me tengo que divertir, porque si no me divierto, me aburro".
 
Pues de aquí salen entonces dos hilos.

Uno, el de la frase. Un hilo que da lugar a preguntarnos qué pasa en cierto momento cuando ya desistimos de volver a empezar, por qué pasa esto, por qué a cierta altura uno tira para adelante lo que en ese momento tiene.

Otro, el de los viajes con parejas.
 
ilovegintonic rebuznó:
Pues de aquí salen entonces dos hilos.

Uno, el de la frase. Un hilo que da lugar a preguntarnos qué pasa en cierto momento cuando ya desistimos de volver a empezar, por qué pasa esto, por qué a cierta altura uno tira para adelante lo que en ese momento tiene.

Otro, el de los viajes con parejas.
Me parece que eres una de esas personas con las que Iskariote jamás iría a Toledo.
Emborráchate un día pa moderar o algo a ver qué pasa.:lol:..tú no te puedes llamar Jesús, te llamas Heinrich von jesussoffen a mí no me jodas.
 
pai-mei rebuznó:
Me parece que eres una de esas personas con las que Iskariote jamás iría a Toledo.
Emborráchate un día pa moderar o algo a ver qué pasa.:lol:..tú no te puedes llamar Jesús, te llamas Heinrich von jesussoffen a mí no me jodas.


:lol::lol::lol:

No recuerdo la última vez que me emborraché como Dios manda. Achispado sí que he posteado alguna vez, de vuelta de tomarme unos copurcios, y lo dije, y creo que dije también que incluso así seguía escribiendo con tildes y mejor que la mayoría y molando más :lol:

Luego en persona no soy tan así como te crees.
 
Los viajes con pareja son una de las ecxperiencias más complejas a las que un renegao del género humano (como cualquier forero) se puede enfrentar.
Porque vas a pasar el 100% del tiempo acompañado. Ni un respiro. Ni cagar en paz puedes, mientras lees El Jueves, porque los hoteles de hoy no tienen una mierda de intimidad. Y porque ella se aburre y si pasas más de cinco minutos allá dentro, llaman a seguridad.
En una primera fase tienen que ser con unos intereses cláramente compartidos. O son la excusa para follar fuera de casa como campeones, que también. Recuerdo mis primeras escapadas, a un hotel de la Sierra (La Barranca, se llama). El plan era llegar, follar, dar un paseo por el monte (unos cientos de metros, no os penseis), cenar en Navacerrada y volver al hotel a follar.
A la mañana siguiente, follar, un bañito en la pisnica y vuelta a casa. Ah, esa veintena vital y jachonda, qué recuerdos!

O si no, que os guste a los dos, mucho mucho, lo mismo. Dificil. Por ejemplo, ir a Roma a beber vino, ver ruinas y visitar catedrales. Ahí os hinchais.

Luego, con el paso de los años, aprendeis a compaginar las cosas que os gustan por separado; en mi último viaje a Canarias yo me sacaba el Advanced de buceo por las mañanas mientras ella iba de compras; la tarde era perezosa en la piscina, o alguna visita de turisteo local. Las recuerdo como una de las vacaciones más felices de mi vida.

Si la decisión de viajar juntos es por conoceros, o por cualquier mierda insustancial, sólo traerá problemas.

La mayoría de nosotros tenemos un espíritu 'banzai' que nos permite (me ha encantado lo de la pelota de aluminio...) disfrutar de las situaciones más dantescas. Ellas, sin embargo, suelen ser más estructuradas y menos dadas a la diversión espontanea. Lo complican todo demasiado.
 
Iskariote, el que busca no suele encontrar. Ese aburrimiento tan profundo, tan arraigado y, por qué no decirlo, tan cultivado y fomentado por uno mismo como refugio al desprecio para y desde lo ajeno se combate encontrando un compañero de armas, alguien que luche hombro con hombro con denuedo y hasta el final, adopte éste su forma victoriosa o funesta. Cuando esa conjunción se produce, cuando usted Zetes encuentra su Calais, dicha simbiosis muta, adoptando formas de Artemis y Apolo, de Selene y Febo... Y lo llamar Amor. No quiero decirle cuán complicado es de encontrar, pero no desespere.
 
No he viajado en pareja (podéis reiros, después de aguantar mi hilo os lo habéis ganado) pero sí he viajado con parejas. En más de un viaje de grupo.


Sencillamente las mujeres no saben divertirse, les gusta decir que son aventureras, que les gusta conocer cosas nuevas, vivir nuevas experiencias... pero es todo mentira. No quieren salirse de los caminos turísticos remarcados, tan sólo buscan la foto de hacer como si sostuvieran la torre de Pisa y una con la Torre Eiffel al fondo.

Después de turistear siempre la reacción ha sido la misma: "estoy mala", "estoy cansada", "ayyy no no no, yo no salgo de copas esta noche". Al menos no me ha tocado vivirlo a mí con la legítima.
 
Vaserqueno rebuznó:
La mayoría de nosotros tenemos un espíritu 'banzai' que nos permite (me ha encantado lo de la pelota de aluminio...) disfrutar de las situaciones más dantescas. Ellas, sin embargo, suelen ser más estructuradas y menos dadas a la diversión espontanea. Lo complican todo demasiado.


Gregory_Peck rebuznó:
Sencillamente las mujeres no saben divertirse, les gusta decir que son aventureras, que les gusta conocer cosas nuevas, vivir nuevas experiencias... pero es todo mentira. No quieren salirse de los caminos turísticos remarcados, tan sólo buscan la foto de hacer como si sostuvieran la torre de Pisa y una con la Torre Eiffel al fondo.

Después de turistear siempre la reacción ha sido la misma: "estoy mala", "estoy cansada", "ayyy no no no, yo no salgo de copas esta noche". Al menos no me ha tocado vivirlo a mí con la legítima.

No dudo que las haya así, pero en el caso que origina mi hilo fue todo lo contrario. Y también en otros que he conocido o vivido.

Lo que sí puede ser cierto es que sean más pasivas, con nula iniciativa. Van con sus novios, que son los proveedores de ocio. Si ellos se lo montan mal, la cosa puede ser funesta porque ellas no lo van a arreglar. El sábado los novios eran un maldito muermo. Los solteros éramos los que estábamos todo el rato de cachondeo y los únicos que tenían ganas de meterse con la gente, por lo que las 3 mujeres pasaron de sus novios, que ya se cansarían de ellos luego. Nos aguantaron el ritmo de bebercio, con algún loleante resultado porque bebemos a ritmo infernal y el pavimento daba cancha.

También es verdad que no eran 3 desconocidas totales para ambos. Mi amigo me dijo que fuéramos porque sabía quiénes eran y me advirtió exactamente de lo que pasaría, con ellas nos íbamos a reír y mucho, hasta que los novios empezasen a bostezar o a cortar el rollo.

A menudo se critica que las mujeres demandan más y más, que no están contentas con nada. Yo siempre lo he visto como algo bueno, como una forma de no conformarse nunca. En lo que a la diversión se refiere, nunca he soportado a una mujer que no quiera pasárselo bien, y ha de ser cuanto más mejor. Los que habéis conocido alguna sabéis que una tía con un buen nivel de gamberrismo es un tesoro. Lo que no entiendo es que la gente se junte con las otras, con las que viajan para ver el hotel por dentro, con las que viven en una burbuja igual de insulsa y trasladan su desgana allá donde viajen.


Tiboroski rebuznó:
Iskariote, el que busca no suele encontrar. Ese aburrimiento tan profundo, tan arraigado y, por qué no decirlo, tan cultivado y fomentado por uno mismo como refugio al desprecio para y desde lo ajeno se combate encontrando un compañero de armas, alguien que luche hombro con hombro con denuedo y hasta el final, adopte éste su forma victoriosa o funesta. Cuando esa conjunción se produce, cuando usted Zetes encuentra su Calais, dicha simbiosis muta, adoptando formas de Artemis y Apolo, de Selene y Febo... Y lo llamar Amor. No quiero decirle cuán complicado es de encontrar, pero no desespere.

Me debo explicar como el culo porque lo que escribes me resulta totalmente ajeno.

Tengo buenos amigos con los que me divierto de sobra y veo a las mujeres más como objetos decorativos que otra cosa. En el mejor de los casos, como el sábado y alguna otra honrosa excepción, puedo considerarles buenos compañeros de juerga si hacen gala de dosis generosas de hijoputismo.

Pero, con abismal diferencia, en este momento de mi vida prefiero ser odiado antes que amado. El tiempo enfría los tequieros hasta licuar el helio, erosiona las superficies en contacto hasta eliminar todas las chispas. El odio es una máquina perfecta que se alimenta a sí misma, que puede generar recuerdos igual de intensos a pesar de los años y la distancia. El odio es un sentimiento mucho más sincero y auténtico, no tengo intención alguna de cambiarlo por algo tan fugaz y sujeto a condiciones como el amor.
 
iskariote rebuznó:
Me debo explicar como el culo porque lo que escribes me resulta totalmente ajeno.

Tengo buenos amigos con los que me divierto de sobra y veo a las mujeres más como objetos decorativos que otra cosa. En el mejor de los casos, como el sábado y alguna otra honrosa excepción, puedo considerarles buenos compañeros de juerga si hacen gala de dosis generosas de hijoputismo.

Pero, con abismal diferencia, en este momento de mi vida prefiero ser odiado antes que amado. El tiempo enfría los tequieros hasta licuar el helio, erosiona las superficies en contacto hasta eliminar todas las chispas. El odio es una máquina perfecta que se alimenta a sí misma, que puede generar recuerdos igual de intensos a pesar de los años y la distancia. El odio es un sentimiento mucho más sincero y auténtico, no tengo intención alguna de cambiarlo por algo tan fugaz y sujeto a condiciones como el amor.

Creo que soy yo el que no se ha explicado bien. Hacía exaltación de esos compañeros de armas porque entendí (y creo que correctamente) que ya los tenía (tiene, vamos). Y la referencia al Amor, trataba de ser una ironía.

Lo que en cierto modo pretendía plasmar es una visión del mundo en dos bandos: su gente (poca) por la que profesa nada más que cosas buenas vs. resto del mundo, que son una mezcla de indiferencia cuando no de odio.
 
Es que si te mezclas con imbéciles recibirás comportamientos imbéciles.

De nuevo creo que confundís lo anecdótico con lo esencial.
 
iskariote rebuznó:
(...) A menudo se critica que las mujeres demandan más y más, que no están contentas con nada. Yo siempre lo he visto como algo bueno, como una forma de no conformarse nunca. (...)

Su planteamiento resultaría impecable si ese inconformismo resultase proactivo pero resulta que no es así. El no conformarse de las mujeres es casi invariablemente una letanía, un quejarse de esto y de lo otro, de lo que se hace y de lo que no - siempre que la acción o la falta de ella correspondan a otros-, de lo que se dice y de lo que se calla. Su inconformismo es empobrecedor, vampírico, sin justificación, irracional, insustancial, hueco, apriorístico, cansino, lacerante, estéril, estúpido, enojoso; en definitiva resulta como las partículas de arena que roen un engranaje y acaban convirtiendo incluso el aceite que lo lubricaba en una pasta abrasiva que destruye todo.

Las mujeres piden de continuo porque así, debido a que se han arrogado ese derecho o les han convencido de que pueden arrogárselo, o acaso ambas cosas a un tiempo. Su ansia por pedir es insaciable, son polluelos en el nido con los picos abiertos, exigiendo más y más comida hasta reventar, y que seguirán haciéndolo tras haber vomitado todo lo anterior sin haber siquiera comenzado a digerirlo.
 
Jamás en la vida, un viaje en pareja puede ser más divertido que un viaje con los colegas.

Destaco lo de divertido, porque un viaje en pareja si que puede ser más bonito, interesante o mejor aprovechado. Pero divertido jamás.

Ahora, puedes intentar buscar alternativas para intentar adjuntar todo en uno.

Durante los últimos años he tenido la suerte de que dos amigos mios de los de verdad, tienen como pareja a dos amigas que a la vez tambien son amigas de mi novia. O sea 3 amigos, para 3 amigas.

Subrayo el concepto amistad, porque hoy en dia es un concepto sobreexplotado por las redes sociales.

Con este grupo ya hemos realizado 5 o 6 viajes cortos y largos, y de momento ni una sola discusión, cosa totalmente imposible en un viaje de parejitas con una relacion distinta a la nuestra. Por lo cual me siento un total privilegiado. Además que esto te permite que cada uno vaya por su cuenta cuando le apetezca.

De momentos somos muy reacios a aceptar una pareja nueva en los viajes largos, porque perfectamente podria romper esta harmonia.
 
Sois la secta de las parejitas guays o qué.
 
Si.

Rollo anuncio Estrella Damm.


Pero el único guapo soy yo.

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Un momento.

¿Parejitas? ¿Amigos? ¿3 amigos? ¿Viajes en grupo con novia todos?

Toneti... Toneti... :sad:
 
Y el otro dia le hice una tarta a mi sobrino.
 
Si esos viajes no incluyen intercambios de parejas y orgías, te pueden ir dando por culo Toneti.
 
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