Lo que me anonada, encabrona y exaspera, en cambio, son los CONCURSANTES: una galería de 12 a 15 gilipollas integrales que, por adoptar un papel de mierda secundario en un programa de tilivisión, piensan que están obligados a ser graciosos por sistema, con nefastos y estomacantes resultados.
Eso sin olvidar el "mimo" estético conque se escoge a los descerebrados de turno, que responden única y exclusivamente a ciertos tópicos mediáticos que en absoluto responden a la sociedad de a pie: allí solo tienen cabida tías buenas descerebradas o amas de casa fachion y chistosillas en plan chacha andaluza de Médico de Familia, o en caso de que sean varones, han de ser metruchosexuales de peinados de maricona y camisas marcatestosterona sin mangas. Eso sin olvidar los esporádicos gays enanos, feos y gafapasta estilo Jorgejaviervásques para poner la notita freak entre los concursantes.
Se empeñan en hacer chistes y comentarios por los que en cualquier verbena de pueblo que se mereciese serían apedreados, piensan que hacerse los simpáticos aunque su carisma sea el de un tornillo de rosca es requisito ineludible al ser enfocados por una cámara, y la camaradería que muestran en sus abrazos y besos cada vez que abren la cajita de pocos leuros (conociéndose entre sí como pueda conocer yo a mis primos de Argentina), o el forzado jeto de pena que ponen todos loc compañeros al deshechar un premio de los buenos, me parece tan falso y peripatético que no puedo reprimir un berrido de alegría sioux cada vez que de una de las cajas perdidas extraen el papelito de los 600 mil leuros del ala, gritando a pleno pulmón: ¡¡¡TE JODES!!!