Cuando el PSOE ganó las elecciones en marzo del 2004 tras el 11-M, Zapatero saltó a la fama en Italia; antes de eso, ni siquiera los líderes de Demócratas de Izquierda (DI), principal partido del centroizquierda y compañero del PSOE en las filas del Partido Socialista Europeo, le conocían muy bien. Ya investido presidente, la firmeza de sus medidas enamoró a la izquierda; causó conmoción la temprana retirada de tropas españolas de Iraq, y provocó un terremoto la aprobación del matrimonio civil homosexual, aspectos ambos en los que el centroizquierda italiano sostenía posturas más tibias. Italia, donde sólo hay dos ministras sobre un total de 23 ministerios, quedó estupefacta ante su decisión de que la mitad del Gobierno español fuera de sexo femenino.