LeChuck
Freak total
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La historia es la que sigue.
Un joven se sube al tranvía tras una noche de farra y coincide con una chica y sus amigas. Queda al momento prendado de su belleza hasta tal punto que no puede apartar la mirada del magnético halo de la muchacha. Al día siguiente escribe una romántica carta de amor que pega en una farola, o varias, posiblemente junto a la parada de tranvía.
Alguien le tira una foto al texto y este se vuelve viral.
Hasta aquí no hay nada nuevo. No es la primera vez que se ve algo así, ni mucho menos. Pero en este caso los sucesos siguieron de otra forma. La chica en cuestión no lo vio como un halago, y respondió vía redes sociales con no poco victimismo gratuito (sobrepasando el punto en el que se puede comprender su molestia) y drama. Porque me parece a mi que algunas mujeres cada vez más se ven como pobres victimas a la merced de un enemigo atroz, como niñas en Nankín (Wikipedia es tu amiga), mas que como ciudadanas de un país perfectamente seguro en el que algunos catetos no hacen mucho mas que mirar, y cuatro locos se cargan a sus parejas.
Dentro respuesta airada de la chica:
"Ojalá aquella noche del bando, sobre las 22:20 p.m. no me hubiera subido al último vagón del tranvía en la parada de la Plaza Circular. Me acompañaban mis amigas y sólo quería llegar a casa para dormir después de las fiestas, así que, cuando se bajaron, me senté en los sitios que me dejaron. Estaba agotada. Sin embargo, no hay descanso para las mujeres, ni siquiera en el transporte público.
No me sorprendía que un extraño me mirara más de lo normal. No es la primera vez, pero nunca te acostumbras. Prestas atención a tu alrededor, valoras el riesgo de la situación, esperas que no se te acerque y cuando llegas a casa escribes a tus amigas para que sepan que estás bien. Que no te ha pasado nada. Que has sobrevivido.
Esta noche fue una más. Por suerte no iba contigo sola en el vagón. De ser así me habría bajado inmediatamente; reglas de supervivencia para mujeres. No dejabas de mirarme, y eso asusta. Así que cuando te miraba, te desafiaba. Quería que vieras mi hostilidad. Que no se te ocurriera acercarte.
Sentí alivio cuando vi que ibas a bajarte. Pero no te detendrías ahí. No. Tuviste que insistir. Así que desvié la mirada mientras me hacías gestos, ¡para que me bajara contigo! ¿Estás loco? Te ignoré. Te rechacé. ¿Qué esperabas?
Pero no te rindes. No lo entiendes ¿no? Ahora toda Murcia está empapelada con tu declaración "de amor", reclamándome para ti. Pero no es más que una declaración. De acoso. No te has parado a pensar ni un segundo en mí. ¿Cómo crees que me hace sentir leer tu entrevista en los periódicos? ¿Crees que un desconocido, que no me conoce, puede saber cómo hacerme feliz? ¿Qué clase de amor enfermo es este?
Si de verdad quieres sacarme una sonrisa, deja de buscarme. Déjame. No insistas más."
Ante esta situación un diario murciano (donde si no) se puso en contacto con el romántico para un rápido Q&A, en el que por supuesto, como pasa siempre en estas situaciones, el tipo tiene que disculparse con las orejas gachas.
Dentro lamentabla:
Pregunta. ¿En algún momento pensaste que esto se podía tomar como acoso?
Respuesta. Nunca creí que esto pudiera llegar a tomarse como un acoso. Primero, porque si fuese acoso sabría todo sobre ella y la seguiría hasta su casa, algo que en ningún momento he hecho. Para ser más exacto, solo puse cuatro carteles en Murcia, en el que pongo que si ella desea conocerme le dejaba mi número, en vez de como indican otros medios que dicen que empapelé toda la ciudad o puse decenas de carteles. Recalco, solo puse cuatro, aparte de que los medios que utilizaron dicha palabra son aquellos que ni se molestaron en contactarme para conocer la historia y montaron la polémica solo para vender más.
P. ¿Creíste que era algo “romántico”?
R. En un principio pensé que sería romántico, ya que no ha sido la primera historia en el mundo en la que ocurre esto, pero en este caso ha sido un chico el que buscaba en vez de la chica, por ello creo que me juzgaron así. En ningún momento he querido hacer ningún daño.
P. ¿Eras consciente de que hay mensajes subliminales en tu carta relacionados con el machismo, aunque sea de forma inconsciente?
R. Tras leer varias veces el cartel que puse, sé que hay partes que se pueden llegar a malinterpretar, algunas personas creen que lo hice mal, y la verdad es que en ningún momento quería que se malinterpretara todo esto, solo quería alegrarle el final del día haciéndola sonreír. Soy un chico que lo ha pasado muy duro y después de varias etapas de mi vida me propuse intentar alegrar al resto de personas.
Si alguien se ha sentido ofendido o le he podido hacer daño, quiero pedirles disculpas, ya que en ningún momento quería que llegara a todo esto. Por tanto doy por concluido el tema, por mi parte todo ha acabado, el número ya no existe y creo que primero hay que informarse y contar la verdad. Lo digo por todos aquellos medios que juzgaron sin tener información y lo exageraron todo para conseguir hacer más llamativa la noticia.
Es acojonante como la bola de nieve del feminismo no hace mas que retroalimentarse y crecer hasta llegar a estas situaciones que llevamos viendo ya por lo menos una década. Da un poco de miedo el uso de algunas palabras utilizadas a la ligera en las preguntas del periódico murciano, en la respuesta de la "victima" y por supuesto en el articulo de la feminazi moderada de cuyo articulo sale todo esto.
Por cierto que en El País ya empieza a dar asco el número de artículos que les publican a estos/as feministas sin vergüenza. Ojo que esta es mas bien normalita. Hay alguno que no te crees que un articulo suyo haya recibido luz verde para aparecer en la web.
Dentro link:
http://elpais.com/elpais/2017/04/28/mujeres/1493373650_777203.html
Un joven se sube al tranvía tras una noche de farra y coincide con una chica y sus amigas. Queda al momento prendado de su belleza hasta tal punto que no puede apartar la mirada del magnético halo de la muchacha. Al día siguiente escribe una romántica carta de amor que pega en una farola, o varias, posiblemente junto a la parada de tranvía.
Alguien le tira una foto al texto y este se vuelve viral.
Hasta aquí no hay nada nuevo. No es la primera vez que se ve algo así, ni mucho menos. Pero en este caso los sucesos siguieron de otra forma. La chica en cuestión no lo vio como un halago, y respondió vía redes sociales con no poco victimismo gratuito (sobrepasando el punto en el que se puede comprender su molestia) y drama. Porque me parece a mi que algunas mujeres cada vez más se ven como pobres victimas a la merced de un enemigo atroz, como niñas en Nankín (Wikipedia es tu amiga), mas que como ciudadanas de un país perfectamente seguro en el que algunos catetos no hacen mucho mas que mirar, y cuatro locos se cargan a sus parejas.
Dentro respuesta airada de la chica:
"Ojalá aquella noche del bando, sobre las 22:20 p.m. no me hubiera subido al último vagón del tranvía en la parada de la Plaza Circular. Me acompañaban mis amigas y sólo quería llegar a casa para dormir después de las fiestas, así que, cuando se bajaron, me senté en los sitios que me dejaron. Estaba agotada. Sin embargo, no hay descanso para las mujeres, ni siquiera en el transporte público.
No me sorprendía que un extraño me mirara más de lo normal. No es la primera vez, pero nunca te acostumbras. Prestas atención a tu alrededor, valoras el riesgo de la situación, esperas que no se te acerque y cuando llegas a casa escribes a tus amigas para que sepan que estás bien. Que no te ha pasado nada. Que has sobrevivido.
Esta noche fue una más. Por suerte no iba contigo sola en el vagón. De ser así me habría bajado inmediatamente; reglas de supervivencia para mujeres. No dejabas de mirarme, y eso asusta. Así que cuando te miraba, te desafiaba. Quería que vieras mi hostilidad. Que no se te ocurriera acercarte.
Sentí alivio cuando vi que ibas a bajarte. Pero no te detendrías ahí. No. Tuviste que insistir. Así que desvié la mirada mientras me hacías gestos, ¡para que me bajara contigo! ¿Estás loco? Te ignoré. Te rechacé. ¿Qué esperabas?
Pero no te rindes. No lo entiendes ¿no? Ahora toda Murcia está empapelada con tu declaración "de amor", reclamándome para ti. Pero no es más que una declaración. De acoso. No te has parado a pensar ni un segundo en mí. ¿Cómo crees que me hace sentir leer tu entrevista en los periódicos? ¿Crees que un desconocido, que no me conoce, puede saber cómo hacerme feliz? ¿Qué clase de amor enfermo es este?
Si de verdad quieres sacarme una sonrisa, deja de buscarme. Déjame. No insistas más."
Ante esta situación un diario murciano (donde si no) se puso en contacto con el romántico para un rápido Q&A, en el que por supuesto, como pasa siempre en estas situaciones, el tipo tiene que disculparse con las orejas gachas.
Dentro lamentabla:
Pregunta. ¿En algún momento pensaste que esto se podía tomar como acoso?
Respuesta. Nunca creí que esto pudiera llegar a tomarse como un acoso. Primero, porque si fuese acoso sabría todo sobre ella y la seguiría hasta su casa, algo que en ningún momento he hecho. Para ser más exacto, solo puse cuatro carteles en Murcia, en el que pongo que si ella desea conocerme le dejaba mi número, en vez de como indican otros medios que dicen que empapelé toda la ciudad o puse decenas de carteles. Recalco, solo puse cuatro, aparte de que los medios que utilizaron dicha palabra son aquellos que ni se molestaron en contactarme para conocer la historia y montaron la polémica solo para vender más.
P. ¿Creíste que era algo “romántico”?
R. En un principio pensé que sería romántico, ya que no ha sido la primera historia en el mundo en la que ocurre esto, pero en este caso ha sido un chico el que buscaba en vez de la chica, por ello creo que me juzgaron así. En ningún momento he querido hacer ningún daño.
P. ¿Eras consciente de que hay mensajes subliminales en tu carta relacionados con el machismo, aunque sea de forma inconsciente?
R. Tras leer varias veces el cartel que puse, sé que hay partes que se pueden llegar a malinterpretar, algunas personas creen que lo hice mal, y la verdad es que en ningún momento quería que se malinterpretara todo esto, solo quería alegrarle el final del día haciéndola sonreír. Soy un chico que lo ha pasado muy duro y después de varias etapas de mi vida me propuse intentar alegrar al resto de personas.
Si alguien se ha sentido ofendido o le he podido hacer daño, quiero pedirles disculpas, ya que en ningún momento quería que llegara a todo esto. Por tanto doy por concluido el tema, por mi parte todo ha acabado, el número ya no existe y creo que primero hay que informarse y contar la verdad. Lo digo por todos aquellos medios que juzgaron sin tener información y lo exageraron todo para conseguir hacer más llamativa la noticia.
Es acojonante como la bola de nieve del feminismo no hace mas que retroalimentarse y crecer hasta llegar a estas situaciones que llevamos viendo ya por lo menos una década. Da un poco de miedo el uso de algunas palabras utilizadas a la ligera en las preguntas del periódico murciano, en la respuesta de la "victima" y por supuesto en el articulo de la feminazi moderada de cuyo articulo sale todo esto.
Por cierto que en El País ya empieza a dar asco el número de artículos que les publican a estos/as feministas sin vergüenza. Ojo que esta es mas bien normalita. Hay alguno que no te crees que un articulo suyo haya recibido luz verde para aparecer en la web.
Dentro link:
http://elpais.com/elpais/2017/04/28/mujeres/1493373650_777203.html