De niño me apuntaron a lo que en Mallorca llaman esplai, que son como una especie de boiescauts a lo mallorquín, con sus juegos al aire libre, excursiones y mierdas varias para niños cuyos padres se desentienden. Dos días duré, el segundo hicieron un juego que consistía en meter un chicle boomer de los de antaño en una palangana llena de agua. El niño que consiguiese cogerlo con la boca se lo quedaría. Metió la cabeza el primer niño, y luego otro, y otro, y aquello ya me estaba dando arcadas entre tanto moco y tanta baba y cuando llegó mi turno dije “yo ahí no meto la cabeza”. Me dijeron que tenía que hacerlo, que era una actividad grupal pero volví a decir “yo ahí no meto la cabeza por un chicle mojao” y me dijeron que si no lo hacía que no volviese por allí, y así fue, no volví.
Como dijo Morgan Freeman en The Shawshank Redemption "Algunos pájaros simplemente no están hechos para meter el pico en los bebederos de los otros pájaros, eso es todo", o algo así, no me acuerdo exactamente de la frase.