Lo que no se ve es lo que hay (what you don´t see is what you get)
Es normal que después de que se celebre un campeonato (o una exhibición) como la de Punta Galea el sábado, el lugar en cuestión se convierta en una meca para surfistas de fuera y que muchos surfistas locales que antes no se mojaban allí se decidan a surfear la ola.
Con Internet, los móviles, las cámaras digitales,...hasta la ola más mortal se convierte en una amiga. Las fotos de los surfistas rompiendo la ola salpican millones de pantallas de ordenador y provocan sinapsis cerebrales cuya electricidad se convierte en las más pura adrenalina contenida.
Esa ola estaba muy noble ayer. Demasiado noble. Es cierto que el mar entraba muy del oeste y la ola se pegaba mucho al acantilado pero iba muy limpia y lisa, casi sin viento. Es verdad que la ola fué desvirgada con un tow-in matutino que ha hecho que de niña, La Galea pase a ser toda una mujer.
Pero no nos equivoquemos. Cualquier dia de estos La Galea avisará a propios y a extraños de que sus fauces han vuelto a hacer de las suyas. Como ya lo hizo con los galeones que se enredaron en su canción de Flautista de Hamelín y naufragaron debajo de sus tentáculos de piedra.