Juvenal
Clásico
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- 23 Ago 2004
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El antiguo edificio de la Universidad de Barcelona se halla en la plaza Universidad (valga la redundancia). En una de las alas del edificio se encuentra la facultad de Matemáticas, mayoritariamente poblada por sabios locos con greñas à la Juan Tamariz, en el otro la facultad de Filología con su conveniente dosis de "progres" de pañuelo palestino, tías buenas más tontas que un zapato y mariconsones afeminados.
De hecho, el edifico se ubica en el barrio del Eixample (Ensanche). Si toda ciudad medieval tenía un barrio judío, hoy toda urbe moderna necesita una zona donde se alojen todo los muerdealmohadas. En Barcelona, es el Ensanche (de ojales), valga la redundancia.
Quise aliviar la vejiga urgentemente y fui a los lavabos de Filología, que se han ganado una tristemente célebre reputación. Me hallaba yo en plena micción cuando de repente, por el rabillo del ojo, advierto la inquietante presencia de un varón de cincuentaymuchos o sesentaypocos.
Mi capacidad deductiva me hizo comprender rápidamente que se trataba de un viejo bardaje o bujarrón, más que nada porque el tipo se estaba haciendo una gallarda, mientras me observaba compulsivamente.
Acabé de orinar, me subí la cremallera y me marché.
Yo es que suelo dar un margen de confianza a la gente para que se explaye.
De hecho, el edifico se ubica en el barrio del Eixample (Ensanche). Si toda ciudad medieval tenía un barrio judío, hoy toda urbe moderna necesita una zona donde se alojen todo los muerdealmohadas. En Barcelona, es el Ensanche (de ojales), valga la redundancia.
Quise aliviar la vejiga urgentemente y fui a los lavabos de Filología, que se han ganado una tristemente célebre reputación. Me hallaba yo en plena micción cuando de repente, por el rabillo del ojo, advierto la inquietante presencia de un varón de cincuentaymuchos o sesentaypocos.
Mi capacidad deductiva me hizo comprender rápidamente que se trataba de un viejo bardaje o bujarrón, más que nada porque el tipo se estaba haciendo una gallarda, mientras me observaba compulsivamente.
Acabé de orinar, me subí la cremallera y me marché.
Yo es que suelo dar un margen de confianza a la gente para que se explaye.