El cavazanjismo puede no sólo ser una solución a problemas mentales de diversa índole, sino llegar a convertirse en una costumbre necesaria, reconfortante y edificante que te acerca a un estadío de felicidad inigualable.
Como misionero del cavazanjismo os conmino a que probéis a buscar la paz interior a través de esta actividad tan denostada en nuestra decadente sociedad.
Empezad con cautela, no queráis cavar más de lo que vuestros bracitos pueden, pero no rebléis jamás. Procurad hacerlo evitando las horas centrales del día, tomando mucho líquido y con herramienta adecuada.
El palote (pala fanguera, esquiparte).
Ideal para marcar la zanja en sus laterales y repasar las paredes. Ha de ser de metal resistente y no debemos forzar el mango, pues es fácil romperlo.
El Pico.
Necesario para pelear con terrenos duros. Es importante hacer el trabajo avanzando hacia adelante, penetrando en el terreno y dando buena cuenta de los ángulos.
La azada
Yo os recomiendo el modelo 58 de Bellota, pero cada uno con lo suyo. Sirve para limpiar la zanja después de trabajarla con el pico. El trabajo se realiza hacia atrás.
La pala
Para limpiezas de zanjas más anchas. Nivel pro. También hay quien prefiere tapar la zanja con este (otros tiran de azada),
Cuando vayáis cogiendo nivel, podéis usar entibados, encofrados y otras técnicas diversas que iremos viendo más adelante.
Los domingos es muy recomendable cavar al menos una veintena de metros por la mañana, para luego ir a quemarlo al vermú como un señor.
Ver el archivos adjunto 140928
Hasta el siguiente capítulo, cavazanjistas!!1!