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Joder. Gracias
Suelo estar sonriendo siempre, osea que no es difícil que salga en éstas así.
Pero sí, las sonrisas forzadas son patéticas.
He salido con personas muy dispares, por lo que en gustos musicales no solíamos coincidir. Rara vez se ha dado el caso.
Lo que sí tengo son temas relacionados con momentos específicos de mi vida, como cita Uxa.
Algunos de esos momentos:
http://www.youtube.com/watch?v=JvJNGdAbvlw
Ésa me recuerda a la incertidumbre que sentía unos días antes de.
La escuché 3 veces la misma tarde en diferentes lugares, sin prestarla atención.
Cuando finalizó la duda y mi cara irradiaba felicidad, fue cuando me acordé de este tema.
http://www.youtube.com/watch?v=8rRozqFWsNA
Este tema fue el primero que escuché en el coche, al poner la radio, tras haber dejado una relación que no tenía sentido. Y eso que nos queríamos mucho, o eso creíamos.
http://www.youtube.com/watch?v=PoiblfZAYpA
Esta última, auténtido cañonazo en mi mente.
Había un antes, y hubo un después.
La recuerdo con cariño
Ya aportaré algo más, que tengo de todo en la rebotica.
Bueno y por aportar algo al hilo además de errores, recuerdo en una moraga que me llevé la guitarra para amenizar la noche (o torturar según se mire). El caso es que se nos unió otro grupo en el que una chica llevaba una guitarra, todos nos animaron a que cantáramos algo juntos, ya que había dos guitarras. Yo ya estaba pensando que la chica querría tocar algún tema de Alejandro Sanz o algo peor, cuando sin mediar palabra, tocó unos acordes y cantó tímidamente para ver si la seguía:
- Ground control to major Tom...
¡¡Una chica a la que le gusta Bowie!! me veía con ella en el futuro, con hijos y nietos (era joven ), asentí y juntos cantamos:
Os la pongo con la letra, para que podáis cantarla en casa y tal.
Con el pasar de las horas la gente se fue apalancando (suele pasar en las moragas que algunos duerman), dimos un paseo, nos enrrollamos, quedamos para otro día...
La relación no duró mucho, ella no estaba dispuesta a entender que no teníamos por qué estar el 100% del tiempo juntos, pero eso es tema de otro hilo.
Primer día del año. Al final no había ninguna bomba lapa en el coche de la futurible suegra y llegamos a la playa sin problemas. El cielo gris, como si le hubiese dejado el azul al abrigo de mi chica. Tenía ganas de echarme en la arena y intercambiar propósitos o fluidos con ella, pero había traído la pelota desinchada de los cojones, que también era azul. Tanto color de la inteligencia reunido para terminar pasándome la pelota como un gilipollas.
Estuvimos así un rato, lanzando y recibiendo, y cuando nos cansamos hicimos lo mismo con los labios. Le sabía la boca a la bazofia que había perpetrado la noche anterior esperando ganarme a su madre. Normalmente besaba bien pero si además cogias el coche de su madre y no lo rayabas se salía. Lo mejor del año ocurrió el primer día.
Luego el cielo se llenó de paracaidistas o de gente haciendo parapente, no lo se, quedaban muy lejos, que caían aportando algo más que azul al paisaje. Mientras pensaba en eso de empezar el año por los aires ella fue a por la cámara de fotos. Aún le jodía que en Pisa hubiera pasado de hacerme la puta foto del tío/a de turno que aguanta la torre, asi que tuve que redimirme con unas cuantas fotos comiendo lacasitos del cielo. Era la clase de chica que conseguía que te divirtieras convirtiedo cosas lejanas en lacasitos.
El mar había estado revuelto desde el principio, pero ahora parecía que quería colarse en nuestras fotos o que el mundo se acababa si pasabamos diez minutos sin darnos el lote. No tenía en cuenta el viento si estaba ella. Nos echamos por fin en las toallas. Saqué el mp3 y le pasé el auricular. Sonaba esto:
Hace muchos años, cuando follaba y eso, descubrí que cierta música influía en mi novia a la hora de entrar en una especie de trance fornicador.
Este era el detonador:
Con esta pieza la niña se ponía en plan dramático, follando como si no hubiera mañana y toda su familia hubiese muerto, algo así como una liberación catártica y trágica de cojones.
Repetí el experimento y ví que funcionaba a menudo.
Solamente con eso ya tendría comida de chocho asegurada aquella noche por mi parte.
Sr.Tunguska rebuznó:
El mar había estado revuelto desde el principio, pero ahora parecía que quería colarse en nuestras fotos o que el mundo se acababa si pasabamos diez minutos sin darnos el lote. No tenía en cuenta el viento si estaba ella. Nos echamos por fin en las toallas. Saqué el mp3 y le pasé el auricular. Sonaba esto:
Interesante hilo y eso que no me prodigo mucho por este sucforo.
Mi problema es que, dados mis gustos abyectos y cerebrales y mi absoluta intransigencia por salirme de ellos, sólo he conocido centollos y cetáceos que comulgasen conmigo en lo que a música se refiere.
No obstante, cuando la necesidad de meterla en adobo apremiaba, confieso abiertamente que me he rebajado a alabar grupúsculos y formaciones musicales detestables, ruidosas y claramente nocivas.
Es más, incluso las he bailado cuan mongolo con la difusa promesa de un palpitante coño.
Hace muchos años, cuando follaba y eso, descubrí que cierta música influía en mi novia a la hora de entrar en una especie de trance fornicador.
(...)
Con esta pieza la niña se ponía en plan dramático, follando como si no hubiera mañana y toda su familia hubiese muerto, algo así como una liberación catártica y trágica de cojones.
Repetí el experimento y ví que funcionaba a menudo.
Entiendo a lo que se refiere, en otro tiempo me entregué a desenfrenos fornicadores que culminaban con esto:
Creo que refleja perfectamente esa inmersión en la nada y el absurdo que es alcanzar el orgasmo, ser consciente de que se ha peleado ferozmente para algo estéril y susceptible de desgastarnos y aniquilar por completo la razón.
Hombre, las obras de Steve Reich suelen durar como veinte minutos, suficiente para un buen polvete... Pero, ¿qué digo?, ¿cómo coño se puede escuchar música mientras se folla?
A mí me ésta me recuerda a mi primera novia medio seria, una irlandesa algo siniestra. Me acuerdo como si fuera ayer, y eso que fue en el verano del 89.
Dos horas después de aterrizar en Dublin, mis colegas irlandeses me llevaron a un garito. "Estoy cansado, déjalo". "Venga no seas muermo...". "Vaaale ya voy". Al final nos juntamos varios formando una peña vasco-irlandesa.
Llegamos allí y me presentaron a Sinéad junto con otras irlandesas, dos besos y tal, y justo apagan las luces y ponen esta canción.
De repente la tía me agarró del brazo sin decir nada y me llevó a una pequeña pista para que la bailáramos en plan "lenta" (se me hizo raro). A los 30 segundos exactos ya nos estábamos explorando las amígdalas.
Mis hamijos irlandeses intentaron hacer lo propio con mis hamijas vascas pero no se jamaron un puto rosco, jeje, menudas son las vascas para eso.
The Cure es mi grupo favorito, así que cuando he encontrado una simpatizante de la banda de Robertito siempre lo he tenido más fácil. Pero situaciones así super mágicas que te mueres no, todo muy al uso.