naxo
Muerto por dentro+
- Registro
- 3 Nov 2006
- Mensajes
- 46.146
- Reacciones
- 14.134
A raíz del mini debate sobre "La tumba de las luciérnagas" y la pequeña confesión de @Matarratas, me se ocurre el hilo de aquellas películas que bajo ninguna circunstancia nos hacen llorar, porque somos muy hombres y muy machirulos y la última vez que lloramos fue cuando mataron a Krillin por primera vez.
Por mi parte, tengo dos películas en esta categoría:
La vida es Bella.
Es la última película que me dejó compungido, que yo recuerde. Los últimos 15 minutos me parecen de lo más lagrimógeno y ese conjunto de interpretaciones, el contexto y la música que va acompañando cada escena, a poco que te metas dentro de la película, es imposible que no te ponga tontorrón, con esa mezcla de tristeza por los acontecimientos que se precipitan y la alegría que el personaje de Benigni contagia a todos, culminando en una especie de final agridulce.
Bailar en la oscuridad.
Creo que no me he tragado en la vida un drama como este, madre de Dios. Además de que me pareció un películon, crudo y directo, la manera en la que el personaje de Björk afronta toda su desgracia y se sacrifica en pos de un bien superior, que no es más que el bien de un hijo, acongoja. La vi una vez, me encantó, pero la va a volver a ver la puta de su madre y el maricón de su padre.
Por mi parte, tengo dos películas en esta categoría:
La vida es Bella.
Es la última película que me dejó compungido, que yo recuerde. Los últimos 15 minutos me parecen de lo más lagrimógeno y ese conjunto de interpretaciones, el contexto y la música que va acompañando cada escena, a poco que te metas dentro de la película, es imposible que no te ponga tontorrón, con esa mezcla de tristeza por los acontecimientos que se precipitan y la alegría que el personaje de Benigni contagia a todos, culminando en una especie de final agridulce.
Bailar en la oscuridad.
Creo que no me he tragado en la vida un drama como este, madre de Dios. Además de que me pareció un películon, crudo y directo, la manera en la que el personaje de Björk afronta toda su desgracia y se sacrifica en pos de un bien superior, que no es más que el bien de un hijo, acongoja. La vi una vez, me encantó, pero la va a volver a ver la puta de su madre y el maricón de su padre.