Libros CLUB DE LECTURA: EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO

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Selbst

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5 Feb 2007
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Lo prometido es deuda.

Usemos este hilo para hablar del libro en cualquiera de sus dimensiones, paralelismos o visiones.

En primer lugar, un vistazo a su autor:


salinger.jpg



Nació en Nueva York y comenzó su trayectoria literaria escribiendo relatos para revistas de esa ciudad. Entre sus primeros trabajos destacan especialmente Un día perfecto para el pez banana. Además publicó dos capítulos de lo que posteriormente sería El guardián entre el centeno antes de verse obligado a abandonar los Estados Unidos para ir a la Segunda Guerra Mundial: I'm Crazy y Slight Rebellion Off Madison.

Su trabajo se vio interrumpido por la Segunda Guerra Mundial, en la que pudo ser testigo del combate en algunas de las batallas más virulentas. Estos hechos le dejaron una profunda huella emocional y posteriormente recurrió a sus experiencias de los tiempos de guerra para algunos de sus relatos, especialmente Para Esmé, con amor y sordidez, narrado por un soldado traumatizado.

El guardian entre el centeno, su primera novela corta, fue publicada en 1951 y se hizo muy popular entre los críticos y los jóvenes. La historia la narra, en primera persona, Holden Caulfield, un adolescente rebelde e inmaduro, pero perspicaz.

Posteriormente Salinger publicó la colección de relatos Nueve cuentos, en 1953; Franny y Zooey en 1961 y en 1963 aparecieron Levantad, carpinteros, la viga maestra y Seymour: Una introducción.

Después de haber obtenido la fama y la notoriedad con El guardián entre el centeno, Salinger se convirtió en un recluso, apartándose del mundo exterior y protegiendo al máximo su privacidad. Se mudó de Nueva York a Cornish (New Hampshire), donde continuó escribiendo historias que nunca publicó.

Salinger ha intentado por todos los medios escapar de la exposición al público y de la atención del mismo ("Los sentimientos de anonimato y oscuridad de un escritor constituyen la segunda propiedad más valiosa que le es concedida", declaró él mismo). Pero sin embargo se ve obligado a luchar continuamente contra toda la atención no deseada que recibe como figura de culto que es. Cuando supo de la intención del escritor británico Iam Hamilton de publicar J. D. Salinger: A writing life, una biografía que incluía cartas que Salinger había escrito a amigos y a otros escritores, Salinger interpuso una demanda para detener la publicación del libro. El libro apareció finalmente con los contenidos de las cartas parafraseados. El juez determinó que aunque es posible que una persona sea el propietario de una carta físicamente, lo que está escrito en ella pertenece al autor.

Uno de los resultados no intencionados de este juicio fue que muchos de los detalles de la vida privada de Salinger, incluyendo el hecho de haber escrito dos novelas y muchos relatos que no habían sido publicados, salieron a la luz pública a través de las transcripciones del juzgado. Salinger aparece como personaje en la novela Shoeless Joe de W. P. Kinsella, en la que se inspiró la película Field of dreams. En la película el personaje tiene el nombre cambiado y es convertido en ficción. Ha estudiado a lo largo de toda su vida el Hinduismo Advaita Vedanta. Este hecho ha sido descrito extensamente por Sam P. Ranchean en su libro An adventure in Vedanta: J. D. Salinger's the Glass Family (1990).

La relación de un año que mantuvo en 1972 con la aspirante a escritora Joyce Maynard, de dieciocho años, fue también causa de controversia cuando ella subastó las cartas que Salinger le había escrito.

En 2000, su hija, Margaret Salinger, publicó El guardián de los sueños. En su libro de “confesiones”, la señorita Salinger afirma que su padre se bebía su propia orina, sufría glosolalia, rara vez tenía relaciones sexuales con su madre, la tenía como una “prisionera virtual” y se negaba a permitirle ver a sus parientes y amigos.

En 2002, se publicaron más de ochenta cartas a Salinger escritas por escritores, críticos y admiradores, bajo el título: Letters to J. D. Salinger (ed. Chris Kubica).

Salinger es el padre del actor Matt Salinger.

La película Descubriendo a Forrester, protagonizada por Sean Connery está basada en Salinger. Además, ha sido notable la influencia ejercida en escritores como Lemony Snicket y su Serie de Catastróficas Desdichas, habiendo numerosas alusiones a él en los libros.

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/J._D._Salinger"

Un personaje digno de este foro, sí señor. :lol:


Yo voy a comenzar simplemente por colgar una de mis partes favoritas del texto, el final del capítulo 16:


Pero lo que más me gustaba de aquel museo era que todo estaba siempre en el mismo sitio. No cambiaba nada. Podías ir cien mil veces distintas y el esquimal seguía pescando, y los pájaros seguían volando hacia el sur, y los ciervos seguían bebiendo en las charcas con esas patas tan finas y tan bonitas que tenían, y la india del pecho al aire seguía tejiendo su manta. Nada cambiaba. Lo único que cambiaba era uno mismo. No es que fueras mucho mayor. No era exactamente eso. Sólo que eras diferente. Eso es todo. Llevabas un abrigo distinto, o tu compañera tenía escarlatina, o la señorita Aigletinger no había podido venir y nos llevaba una sustituta, o aquella mañana habías oído a tus padres pelearse en el baño, o acababas de pasar en la calle junto a uno de esos charcos llenos del arco iris de la gasolina. Vamos, que siempre pasaba algo que te hacía diferente. No puedo explicar muy bien lo que quiero decir. Y aunque pudiera, creo que no querría.
Saqué la gorra de casa del bolsillo y me la puse. Sabía que no iba a encontrarme con nadie conocido y la humedad era terrible. Mientras seguía andando pensé que Phoebe iba a ese museo todos los sábados como había ido yo. Pensé que vería las mismas cosas que yo había visto, y que sería distinta cada vez que fuera. Y no es que la idea me deprimiera, pero tampoco me puso como unas castañuelas. Hay cosas que no deberían cambiar, cosas que uno debería poder meter en una de esas vitrinas de cristal y dejarlas allí tranquilas. Sé que es imposible, pero es una pena. En fin, eso es lo que pensaba mientras andaba.


Bueno, espero que al menos esto sirva para ir leyendo alguna opinión que otra: Sobre Holden, sobre el autor, sobre alguna escena en particular...cualquier cosa será bienvenida.


Un saludo a todos.
 
De verdad que yo he contestado en mínimo 3 o 4 hilos sobre el guardián entre el centeno y hace meses que no toco la maría. Ajosos que sois.
 
Decir que el libro, si bien es entretenido, se me ha hecho algo cansino en ocasiones. La forma de expresarse del protagonista, su apatía y pasotismo ante la vida y su actitud de "todos son unos falsos menos yo", provoca ganas de arrearle dos mandobles, aunque a medida avanzas te identificas más con él, incluso compartiendo algunos de sus razonamientos.

Al fin y al cabo, es el típico adolescente que no sabe que coño hacer ni dónde caerse muerto, muchos de aquí también habremos pasado por situaciones parecidas, salvando las distancias, claro... Y ahi sigue sin saberlo.

Un saludo.
 
Lamentablemente, leí este libro ya mayorcito, como con 27 o 28. Creo que es un libro indispensable para todo adolescente que se precie. Estoy seguro que se disfruta más con 16 que con 28.

Para mí el gran mérito de este libro consiste en conseguir que todo lector se identifique con el protagonista, sea cual sea su condición. Al leer este libro todos somos Holden Caulfield. La identificación total por parte de todo lector por más distinto que sea de Holden es algo que no ocurre con ningún otro libro. Algo tiene este capullín.

Mi pasaje favorito, sin duda, es el momento en el que se explica el sentido del título. Todos sentimos que queremos ser los guardianes de los niños que juegan en ese campo de centeno, todos, por un momento, vemos que ese debería ser el objetivo de nuestra vida, ser un guardián entre el centeno.
 
Holden es un crío, sólo eso. Pero yo aún me sorprendo saliendo a pasear a solas y fantaseando con la posibilidad de coger un tren que me lleve a otra ciudad, gastar todo el dinero que tenga a mano y volverme a casa sin haber aprendido nada. Holden es un adolescente, sí, pero tiene mis mismos apetitos. Y otra cosa, Holden es un hombre, es una figura eminentemente masculina, muy lejos del arquetipo adolescente de sexualidad no definida.

El papel de los niños en la novela como elemento redentor es muy claro, en otras obras de Salinger pasa lo mismo. Hay un relato del autor en el que un hombre que trata de superar una afición insana por los niños se suicida después de un encuentro con una niña en la playa, del lector depende encontrar todas las interpretaciones. En ningún momento el relato deja ver qué tipo de perversidad oculta el hombre, sólo la conversación paralela de su esposa nos deja entrever algo. Muchos son los autores que han tanteado este terreno (Nabokov, Mann, Salinger, García Márquez...), y casi siempre con acierto, lo que no deja de ser sorprendente cuando, a priori, no cabe interpretación positiva alguna por el "amor carnal" por los menores. Sin embargo, cualquier hombre adulto (y aquí me mojo) sabe bien cuán preciado símbolo de riqueza vital oculta la sonrisa de un niño, llámese Tadzio, Alie o Lolita.


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ruben_vlc rebuznó:
Holden es un crío, sólo eso. Pero yo aún me sorprendo saliendo a pasear a solas y fantaseando con la posibilidad de coger un tren que me lleve a otra ciudad, gastar todo el dinero que tenga a mano y volverme a casa sin haber aprendido nada. Holden es un adolescente, sí, pero tiene mis mismos apetitos. Y otra cosa, Holden es un hombre, es una figura eminentemente masculina, muy lejos del arquetipo adolescente de sexualidad no definida.

El papel de los niños en la novela como elemento redentor es muy claro, en otras obras de Salinger pasa lo mismo. Hay un relato del autor en el que un hombre que trata de superar una afición insana por los niños se suicida después de un encuentro con una niña en la playa, del lector depende encontrar todas las interpretaciones. En ningún momento el relato deja ver qué tipo de perversidad oculta el hombre, sólo la conversación paralela de su esposa nos deja entrever algo. Muchos son los autores que han tanteado este terreno (Nabokov, Mann, Salinger, García Márquez...), y casi siempre con acierto, lo que no deja de ser sorprendente cuando, a priori, no cabe interpretación positiva alguna por el "amor carnal" por los menores. Sin embargo, cualquier hombre adulto (y aquí me mojo) sabe bien cuán preciado símbolo de riqueza vital oculta la sonrisa de un niño, llámese Tadzio, Alie o Lolita.


https://www.youtube.com/watch?v=khijQavLBWQ

Me gusta mucho que Holden tenga apetito sexual. Además, es un apetito sano, real y verdadero y viril, lejos de la asexualidad pacata que comentas y lejos también de las mierdas de hoy día donde lo que se busca es la provocación y el escándalo. Esta sexualidad es absolutamente pertinente.

Holden además tiene una vertiente doble: la animal y la racional. Esto me gusta también mucho, él come, bebe, quiere follar, tiene apetitos animales pero también piensa, reflexiona, abstrae. Ama y odia, piensa con la polla y con el cerebro: es un personaje total, integral. Por eso gusta a unos y a otros.

Me queda la duda de en qué clase de hombre se convertirá. Un personaje tan completo tiene, por tanto, la posibilidad de caerse hacia cualquier lado, de envenenarse con cualquiera de las muchas fuentes en las que bebe y convertirse lo mismo en un gilipollas como su hermano que en un tío de puta madre. Yo quiero pensar que seguirá siendo un tío de puta madre, aunque a veces no haya dios que le aguante.
 
ilovegintonic rebuznó:
Me queda la duda de en qué clase de hombre se convertirá. Un personaje tan completo tiene, por tanto, la posibilidad de caerse hacia cualquier lado, de envenenarse con cualquiera de las muchas fuentes en las que bebe y convertirse lo mismo en un gilipollas como su hermano que en un tío de puta madre. Yo quiero pensar que seguirá siendo un tío de puta madre, aunque a veces no haya dios que le aguante.

No sé, es un personaje "bueno" en esencia pero bastante desestructurado, algo que podría asociarse a su edad pero que tampoco estaría de más exportar a otros ámbitos. Me refiero a que esa forma de ser, ese pasotismo y desgana, son propias de nuestra generación (bastante posterior a la publicación del libro). Me llama la atención el hecho de que absolutamente todos los personajes que se cruzan con él en la historia acaban generándole "lástima"; eso creo que es habitual en nuestra sociedad, hemos hundido tanto todo aquello que hacía único y grande al ser humano que la lástima es casi lo más parecido a la empatía que tenemos.
 
ruben_vlc rebuznó:
No sé, es un personaje "bueno" en esencia pero bastante desestructurado, algo que podría asociarse a su edad pero que tampoco estaría de más exportar a otros ámbitos. Me refiero a que esa forma de ser, ese pasotismo y desgana, son propias de nuestra generación (bastante posterior a la publicación del libro). Me llama la atención el hecho de que absolutamente todos los personajes que se cruzan con él en la historia acaban generándole "lástima"; eso creo que es habitual en nuestra sociedad, hemos hundido tanto todo aquello que hacía único y grande al ser humano que la lástima es casi lo más parecido a la empatía que tenemos.

Sí, es esencialmente bueno, pero en él hay trazas de violencia, de desenfreno, de desprecio. En él también está el germen de algo malo. Lástima, indiferencia, pena, todo eso le hace tener una distancia con el resto del mundo que de agrandarse puede convertirlo en "malo". Como los criminales, que no empatizan con sus víctimas y ésto les permite hacerles el mal. Trata a veces con desprecio a la gente, a veces se cree superior y lo demuestra ridiculizando a más de uno -el taxista, se me ocurre ahora- Es débil, y por eso el mundo no le devuelve los golpes -salvo en una ocasión, la del portero del hotel- porque le desprecian. Me pregunto si cuando sea fuerte y adulto no seguirá despreciando, incluso humillando a taxistas y porteros de hotel.

No hay grandeza, de todas maneras, en casi ninguno de los personajes que comparten con Holden el escenario de la novela. Sólo grisura, vidas monótonas o echadas a perder. Muchas historias de perdedores, mucho loser, que tanto gusta a la literatura y al cine americano, tan preocupados desde Fante o Capra por los desheredados, por los parias, por los hijos de la tierra, por los que nunca cumplirán el "american dream"
 
Holden me recuerda en muchas cosas de las que yo recuerdo de mi adolescencia, bastante cercana no obstante, ese pasotismo ante todo, ese creer que lo sabes todo sobre la vida, ese creerse superior a los ancianos por ser viejos, a tus padres porque eres capaz de engañarlos, el de los niños por ser niños, y eso se plasma en la lástima que acaba sintiendo por todos los personajes.
Por otro lado también plasma la ansía adolescente de experimentarlo todo, el sexo (aunque no esté escrito yo siempre me imaginé a Holden como un pajero total), fumar tabaco, beber alcohol siempre que se puede y querer parecer ya adultos..
En otros aspectos Holden me parecía un tanto irreal, demasiado extrovertido, no me acuerdo bien de las escenas(lo releí hace un par de meses), pero me sorprendió bastante porque me parecieron todas muy inverosímiles..
 
Sinceramente, creo que el libro no da para mucho más. Quizá se ha echado de menos alguna interpretación "original" de la obra. Esperemos que la próxima lectura sea algo más participativa, esperemos al menos que los que voten un libro sea para leérselo. :D

Entre esta noche y mañana cuento más cosas en el hilo del Club.
 
También deberían añadirse otras obras suyas,ya que la familia Glass,presente en casi todas sus obras da mucho mas que Holden,que por desgracia empieza y acaba en El Guardián.
Por ejemplo el relato "Un día perfecto para el pez plátano"o el libro "Franny y Zooey"dan para muchas opiniones y comentarios.
 
Orientar el Club hacia los relatos cortos me parece la mejor opción.
 
ruben_vlc rebuznó:
Orientar el Club hacia los relatos cortos me parece la mejor opción.

Yo creo que tal vez asi conseguiríamos mayor participación, será lo mejor.

De paso te apoyo como moderador del subforo, está realmente abandonado y lleno de spammers.
 
Como venía diciendo en otro hilo, este me lo leí recién el año pasado cuando aproveché que era la primera vez que estaba en USA, donde me costó $0.99, antes no lo quise ni mirar, por eso de que uno quiere leer al autor, no lo que se le antoje al traductor.

Efectivamente es algo que uno hubiese querido leer de adolescente. Discrepo con lo del pasotismo que alguien ha posteado, que aunque no puedo hablar con conocimiento de causa, me parece que pueda ser cosa de varios términos intraducibles. Es cierto que Caulfield tiene una actitud hacia la vida en extremo negativa, pero creo que es por ser un típico personaje de post- guerra, cuando el existencialismo estaba al máximo. Holden es ademas un personaje con muchos problemas, ha crecido haciéndose a sí mismo y tiene dificultad para expresar sus emociones (usa "this kill me" cuando está en shock, cuando comenta algo con ironía, etc). Es el estereotipo de personaje americano too cool for school.

¿Cómo llegué a este libro? Nunca nadie me lo recomendó. Me interesó cuando vi en un documental que Mark David Chapman (asesino de John Lennon) dijo que escuchaba en todo momento la voz de Holden Caulfield en su cabeza, y que sólo The Catcher In The Rye explicaría su perspectiva y motivación para lo que hizo.
 
Para mi el libro tiene mas valor, sentimental o histórico por llamarlo de alguna forma, que literario.No es que me parezca malo, pero tampoco es una obra maestra.Si se publicara hoy en día, creo que pasaría desapercibido.Aunque bueno, no es fácil hacer un buen libro, sobre la parte mas estúpida de nuestra vida.O sea la adolescencia.
 
He llegao tarde como siempre, pero aquí estoy, o no, o yo que sé.

Sabreis disculparme pero no llego a encontrar en este libro nada fuera de lo común.
Ocurrió como ocurre muchas veces, que un hecho en principio ajeno a la naturaleza del libro (en otros casos canciones o películas) hizo que cobrara especial relevancia. Primero fue su prohibición: todos sabemos que solo falta que se prohiba algo para que lo prohibido adquiera un matiz outsider atractivo. En el caso de Salinger y su libro, se convirtieron en tema de conversación y veneración por parte de los estudiantes universitarios americanos, muy dados a la cultura contracorriente. Y el espaldarazo definitivo se produjo tras las alusiones a Holden y al libro, como bien apuntaba un forero post más arriba, por parte del asesino del beatle.

En suma, es un buen libro, lo leí con 16 años y ni fu ní fa. Más tarde con un poquito más de criterio lo compré en inglés cuando vivía en UK hace años y atisbé ideas y planteamientos ocultos, pero creo que está sobrestimado.


Apoyo la idea de los relatos cortos, la apoyo behementemente con "b" de baso.
 
Esta Semana Santa no me voy a ningún lado, así que tanto el Club de loos Relatos Cortos ( :lol: ) como la competición narrativa (forma final aún por determinar) comenzarán a dar sus primeros pasos.

Cuento con ustedes.
 
ruben_vlc rebuznó:
Esta Semana Santa no me voy a ningún lado, así que tanto el Club de loos Relatos Cortos ( :lol: ) como la competición narrativa (forma final aún por determinar) comenzarán a dar sus primeros pasos.

Cuento con ustedes.

He leido Loos y he sufrido una erección impertinente, definitivmente me lo tengo que hacer mirar, vaya asco de mí.

rebeca-loos-interviu-naked-desnuda-03.jpg



Cuente con moi para el club de loos relatos cortos, póngame tareas y una agradable lectura para estos días que sí voy a disfrutar abroad. Mañana es el deadline, parezco Enrique Iglesias voy a auto-suicidarme un poco, ahora vuelvo.
 
"El guardián entre el centeno" siempre me ha parecido un gran libro, todas las veces que lo he leído (y han sido varias). Tiene humor, poesía, drama ...

El protagonista no es más que un pijo absolutamente desorientado, con reacciones de pijo (por eso puede resultar a veces tan cargante). Lo que más me gusta son sus comentarios sobre su chica, Jane, y el hecho de que fantasee durante todo el libro con llamarla pero que nunca lo haga. El episodio de la puta también es muy bueno: en él se pasa del humor a la crueldad gratuita en un momento.

En cuanto a los relatos, "Nueve cuentos" es, en general, muy bueno. Son relatos sutiles, abiertos. La conclusión la escribe el lector. "Franny y Zooey", en cambio, me pareció un libro aburrido y pedante. De hecho, esa pedantería ya se nota un poco en "Nueve cuentos" (esos títulos de los relatos ...), pero allí estaba bajo control. En "Franny ..." Salinger se descontrola.
 
Leí el libro de Salinger hace unos años, ya bien pasada la adolescencia, y quizá por eso no me marcó especialmente. En realidad es poco lo que recuerdo de la historia, y eso ya es sintomático, aparte del estilo oral del narrador, que sí está bien conseguido.

Con esta novela me pasa como con otro gran clásico estadounidense: "El gran Gatsby": los leo con gusto, pero no me dejan un gran poso, ni me apetece volver a releerlos.

En general, creo que me gusta más la literatura británica que la de EEUU. Quizá sea el estilo, o su insistencia en el sueño americano, que a mí no me interesa. Hay excepciones, claro, pero "El guardián" ejemplifica este desinterés mío.
 
EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO es el diario de un adolescente que cuenta en él, como forma de terapia, los días que transcurrieron desde que le expulsaron del colegio al que asistía interno hasta que tras una huida de su realidad que dura varias jornadas, retorna a casa y es ingresado en una institución psiquiátrica. Nos habla en él detalladamente del Nueva York de la Postguerra Mundial (años cuarenta), desde la perspectiva de un joven de clase alta.

Pienso que es interesante para aprender a escribir, la lectura de este libro, porque el autor no trata de contar las cosas de una manera rebuscada, sino que deja que fluyan de forma natural, con la mayor simplicidad posible. Es una obra intimista, que duda cabe, como un diario, el cual aprovecha para hacerse unas reflexiones sobre la realidad de un inadaptado social y la hipocresía reinante contra la que se rebela el protagonista.

Fijaos bien cómo la gente que no tiene talento literario, acostumbra a contar las cosas de una manera difícil para el lector, mientras que la sencillez a la hora de narrar algo es muestra de saber escribir. Porque un escritor debe saber transmitir sus ideas de manera que lleguen al lector, y si lo que busca es conmoverle, le conmuevan, si por el contrario es hacerle reír, se lo hagan, pero sabiendo cuales son sus recursos, no pretendiendo nunca algo que no va a saber expresar con claridad.

En esta obra el autor pretende hacer una crítica sobre la sociedad y sus apariencias que chocan contra la mentalidad de un joven. Podría haber escrito un ensayo sobre la falsedad en la sociedad norteamericana de postguerra, pero no lo hace. Le resulta mucho más interesante, dejar que esas ideas se desarrollen a través del personaje. Porque recordad que en la novela quienes hablan son los personajes nunca el autor, él tiene que permanecer oculto tras ellos. Así lo que nos quiera transmitir, tiene que ser siempre de una manera indirecta, a través de los personajes y lo que les acontece, nunca directamente. Al lector no le interesa lo que el autor piense sobre lo que sea, le interesa ese personaje y lo que le pasa. Si a través de lo que le pasa, el lector saca sus propias conclusiones acerca de esa historia, que puede extrapolar a su propia realidad, se puede hacer llegar a él algo, pero no adoctrinando descaradamente en una obra de ficción, cosa que no suele resultar.

Mirad quién ha sido el mayor predicador de la Historia, Jesucristo. Él no decía a los demás lo que tenían que hacer o pensar, sino que contaba historias, las Parábolas, se llamaban, en las que quien las escuchaba sacaba la enseñanza por sí mismo, porque al identificarse con los personajes de esa parábola y comprender lo que les pasaba, entendía el mensaje. Tiene que ser el lector quien haga ese esfuerzo de comprensión propia y subjetiva, el autor se tiene que limitar a contar una historia que a él le ha llamado y conseguir al contarla que le interese a otras personas. Y esa obra es un éxito si lo que a él le llamó de esa historia es compartido por otros.

Pero nunca tratéis como imbéciles a los lectores, no escribáis: “A mí me gustó esta historia por esto y por lo otro...” simplemente contadla, confiad en ella y en ese misterio sobre ella que os prendó y os hizo escribirla, con la esperanza de que a otros les llegue ese interés, les atrape como a vosotros la inquietud o la reflexión que os hizo escribir esa historia.

No pongáis jamás vuestra opinión sobre nada. Los que opinan son los personajes, nunca les restéis protagonismo ni a ellos ni a la trama con vuestras “notas al margen” o vuestras ideas directamente expresadas allí.

Vosotros no sois un personaje, aunque estéis en él, él tiene vida propia y le debéis alimentar, cuanto más fuerte sea, más se muestre con claridad, más atrapará al lector; y es al que tenéis que dar toda la vida que podáis para que sea el canal que transmita lo que queréis contar.

Fijaos bien: En esta novela solo hay un personaje, que es el protagonista, el resto son arquetipos, que existen únicamente cuando habla o piensa o escribe sobre ellos, pero apenas tienen consistencia fuera de lo que es la reflexión que él se hace. Y siendo una novela de un solo personaje, como es, engancha totalmente. Porque ese personaje es tan sincero, tan abierto, tan puro, que nos atrapa. No tiene ningún reparo en contarnos todo; y es por eso que le vamos conociendo a medida que transcurre el libro y nos podemos ir identificando con él y las cosas que le ocurren. ¿Qué ha conseguido el autor con eso? Que prestemos atención a lo que nos quiere contar, aunque solo sea porque ese personaje nos importa y lo que piensa y le ocurra, que es ahí donde se nos tiene que hacer llegar el mensaje.

¿Y qué mensaje es el de EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO? Pues la angustia que siente el hombre contemporáneo por no poder adaptarse a un medio cambiante, a un medio que le desborda. Holden sufre lo que se llama en Psicología Moderna un transtorno excéntrico de la personalidad, llamado transtorno esquizotípico. No es una enfermedad mental sino más bien un tipo de carácter difícil de cambiar. El chico se niega a asumir sus responsabilidades, pero no encuentra una respuesta para ello, simplemente se excusa en la falsedad que rodea todo y la falta de motivación que le provoca. Sin duda el fallecimiento de su hermano le llevó a una depresión que agudizó en él ese trastorno. Otros personajes tratan de ayudarle, desde su hermana pequeña a un par de profesores que le aprecian, pero no pueden, como por mucho que se quiera a un esquizofrénico no se puede cambiar que tenga alucinaciones o a un paranoico, paranoias. Holden tiene un carácter especial que le hace desatender completamente facetas de su vida, como sus deberes escolares, aunque asuma las trágicas consecuencias que para él todo ello acarrea, mientras fantasea con un futuro imaginario que le hace evadirse de su realidad.

Ha sido expulsado otra vez de un colegio interno muy caro, porque no ha prestado la debida atención a sus estudios. Es un muchacho muy inteligente, pero que se niega a preocuparse de cosas que le desagradan o no le interesan. Se trata de un ser extremadamente sensible, que tras ese desapego de sus obligaciones, se esconde una forma de inadaptación a un Mundo que le agrede constantemente, debido a su enorme sensibilidad.

Es un personaje absolutamente incomprendido, incluso por los que más le quieren, y a través de ese diario busca esa comprensión en los demás, comprensión que él mismo no tiene, porque no es capaz de explicarse la razón por la cual se muestra tan autodestructivo. Y esa razón no es otra que el sufrimiento que su enorme sensibilidad, de artista, le acarrea en un mundo muy prosaico para Holden.

Y Holden, al fin, escribiendo ese diario, encuentra una manera de hacer algo útil y productivo en su vida con ese sufrimiento que le atormenta, sufrimiento por él, por todo lo que siente y padece y por lo que sabe que hace padecer a los demás, pero no puede remediarlo por muy culpable que se sienta, porque está en su naturaleza.

Y es un personaje, su antiguo profesor de Literatura, Antolini, el que le da la clave de lo que puede hacer con su vida, que debe centrarse en algo, como le ruega su hermana y que ese algo dé sentido a su vida, ya que en los convencionalismos sociales que a tantos otros sirven para identificarse y amoldarse al rebaño sin más cuestionamientos, a él no le sirven. No es capaz, no es que no quiera, sufre por no ser uno más, sobre todo porque sabe que hace sufrir a quienes le quieren, pero no puede adaptarse. Es alguien muy especial, que no encuentra su lugar en este Mundo.

Se muestra muy fanático contra lo que el llama la hipocresía, e interiormente desde su inconsciente se niega a entrar en ella, se niega a formar parte de un mundo hipócrita y su rebelión contra ello es vivir en su propio mundo de lecturas sin prestar atención a lo que se espera de él.

Pero durante su internamiento cuando escribe esta historia, se redime porque ya hace algo con su vida, escribe. Holden es un artista y hasta que ha encontrado su camino, aquello que dé sentido a su vida, aunque lo haya hecho sin ser consciente de ello, está haciendo algo, está produciendo, está creando. En su caso: el testimonio de alguien, con el que tantos se pueden sentir identificados, que por su especial sensibilidad no encaja en un mundo escolar que más que hipócrita yo diría que impone la mediocridad, la falta de cuestionamientos y de personalidad.

Y el fracaso de Holden su propia huída hacia ninguna parte, su angustia en definitiva, su dolor, es una muestra de hacia donde lleva esa inadaptación por parte de personas que se salen de lo común y no encuentran su lugar en esta sociedad.

Holden tiene alma de poeta, y si hay algo que no encaja en la sociedad norteamericana de postguerra, en ese mundo cuadriculado de ambiciones materiales es un poeta, otro que fue el de la beat generation, Allen Gingsberg acabó en un manicomio esos años, como Holden, porque su rebeldía ante una sociedad absolutamente desalmada, llena de convencionalismos sin el menor trasfondo espiritual, fue entendida como enfermedad mental. Simplemente no se adaptaba y por eso estaba loco, cuando esa sociedad alienante totalmente no podía lograr que personas singulares (en la terminología de Jünger) se integrasen plenamente en ella.

La narración es extraordinaria pero muy sencilla, lo que me sirve para que entendáis que es fundamental expresarse de la manera más sencilla posible.

Muchos de vosotros sois cultos, pero no tenéis que demostrar esa cultura al escribir a veces de manera ostentosa, porque lo que hacéis a menudo sin daros cuenta es dificultar la lectura de lo que queréis expresar y con ello su comprensión, así que recordad: SENCILLEZ. Tratad de que el lector capte de la manera más rápida y fácil lo que queréis expresar. En un texto normalmente sobra mucho más de lo que falta. Holden es sencillo, es directo y llega al corazón, eso es lo que cuenta. No pretendáis hacer florituras escribiendo, porque podéis caer muy fácilmente en la petulancia y la ilegibilidad. Vosotros no sois Ernst Jünger, Él puede jugar con las palabras expresando conceptos muy complejos con un lenguaje poético a la vez lleno de argumentaciones, pero Él es un genio sin paliativos, de los que nacen una vez cada cien años como muy poco, los demás solo tratad de haceros entender y llegar al lector. No caigáis en el complejo del mediocre de llenar de florituras un texto para que al ser más difícil de entender se sobreentienda que lo que escribe es más profundo, eso es absurdo. Sed honestos con vosotros mismos, con la historia que contáis y con quien os lee, primer mandamiento. Tened fe en la historia sobre todo, no la recarguéis innecesariamente.

Así pues, hemos visto por un lado la importancia de darle protagonismo exclusivo y toda la vida que podamos a los personajes que serán los únicos intermediarios entre nuestra psique y la del lector y por el otro que se debe buscar la sencillez y honestidad con la historia, porque quien no lo hace así no confía ni en sí mismo, ni en la historia ni en el lector, por tanto no merece la pena leerle.

De la narración que habéis propuesto como ejercicio de lectura, como autor, tengo que decir que tiene trampa. Al principio Holden nos cuenta que está ingresado en California, y todo hace suponer una vez que llega al hotel en Nueva York, que el ingreso es por un cada vez más claro intento de suicidio con el que va a acabar ese sinsentido y esa huida que es su vida, pero vuelve a casa y lo primero que hacen es ingresarle en un centro se reposo donde los doctores tratarán de convencerle de que debe aplicarse en sus estudios cuando le den el alta. Un final mezquino para Holden, como mezquina, hipócrita y falsa es la sociedad que le rodea; pero al menos gracias a esa terapia que le ponen de escribir las razones de su “decaída” (que no parará nunca, porque es parte de su naturaleza, el día que no sea un natural born loser, habrá muerto su alma), encuentra un sentido a su vida.
 
Me ha gustado mucho tu reflexión sobre el arte de escribir, percutador, me parece muy acertada.

Después de tantas recomendaciones me esperaba mucho más del libro, pero aunque aún voy por la mitad, me parece bueno.

Me gusta el uso de un lenguaje adolescente con "muletillas" repetidas con frecuencia, pero intuyo que en la traducción al español este tipo de lenguaje está desvirtuado en gran medida.

Es un relato de lenguaje simple, pero es por ello que es directo y fácil de entender, como bien dice percutador.

Es muy fácil sentirse identificado con Holden y sus circunstancias.

Una cosa que me ha llamado la atención es la facilidad con que entabla relación con los desconocidos que se va encontrando en los distintos clubs y bares que visita en la noche. Incluso invita a los taxistas a tomarse algo con él. Esa actitud sería impensable en Europa en estas fechas. No sé si será algo habitual en los EE.UU, pero a mi es algo que me desconcierta bastante.
 
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