BAILARE SOBRE TU TUMBA rebuznó:
Bueno carallo bueno, ahora hay que llevar jabón y el aire es un lujo.
Hombre, no son dos pelos en la habitación, son dos pelos en la cama, lo que puede significar sábanas usadas, ya sólo por eso uno no duerme, pensar que en esa cama pudo haber estado un moro follando una gallina sin condón...
De hecho, el aire acondicionado es, efectivamente, un lujo. Que esté normalizado no significa que no lo sea.
Es un invento reciente, y los hostales tienen una antiquísima historia, y se cobraba en proporción a la época lo mismo que se cobra ahora muchas veces. Ese añadido y otros muchos lujos, que al encontrarlos en todas partes, damos por sentados, pero nada más lejos de la realidad.
Si hace calor y no quiere que se lo coman los mosquitos, use un abanico, o lleve un miniventilador en la maleta. La función del hostalero es la de proporcionar cuatro paredes, un techo y una cama, y accesoriamente facilidades para el aseo personal, nada más. Y yo con eso me conformo.
Si quiere lujos ya le digo. Hay que pagarlos.
Lo de los dos pelos en la cabecera de la almohada me ha pasado a mi con mis propias sábanas, justo después de lavarlas. A veces se queda algún pelo pegado (o varios). Eso no significa que la prenda de ropa está sucia.
Para saber si es así, acerque la nariz y huela, ahí sabrá sin lugar a dudas si se ha lavado antes o no.
Yo es que soy raro hasta decir basta, y cuando he ido por ahí unos días de vacaciones (o he pasado varios días fuera de casa buscando trabajo), la mayoría de las noches ni tan siquiera las he pasado en un hostal o en un hotel. Me he buscado un edificio en obras sin vigilancia, me he asegurado que nadie pasa por allí, ni vagabundos ni drogadictos ni nadie (hay que saber interpretar los signos de habitabilidad humana) y allí me he montado mi saco de dormir, arreos para hacer la cena y otras cosas necesarias.
Fíjese que hasta me he divertido imaginando un mundo post apocalíptico donde la gente tenga que vivir así, al menos la práctica ya la tengo.
Asearme por la mañana en gasolineras que tengan esos servicios o sitios aptos para ello, y como nuevo. Así puede usted pasar días y días sin gastar nada más que los productos que necesite comprar en un supermercado, y el combustible que necesite su vehículo, en caso de que no use transporte público. Ganas me dan de abrir un hilo sobre el Interrail, o como recorrerse media europa con doscientos euros.
Incluso en el coche he llegado a dormir, con los servicios de la gasolinera al lado. No es lo más cómodo, pero es gratis.
Y a unas malas, buscar un sitio donde montar la tienda de campaña y que no le pillen a uno.
En esa tesitura comprenderá usted que un hostal es gloria bendita, un lujo.
A mi lo que me ha fastidiado en según que sitios es la mala educación de las personas que están de servicio, pero en general tampoco soy muy exigente en eso, porque no somos robots y un mal día lo tiene cualquiera. Otra cosa es que alguien esté siempre de mala leche y te conteste de malos modos cuando tú eres el cliente, en ese caso lo más sensato es no ir más por allí.