Gina Gross rebuznó:
Comprendo. Oiga, pues pásese por mi casa esta noche, que me he quedado sin Dove y en cuanto levanto los brazos aquí no hay quien pare.
Señorita Gross.
Aunque su mismo apellido foril implique comentario o persona soez, permítame matizar el comentario.
Que a alguien le guste lametear el cuerpo de su pareja no implica que lo haga a toda costa...
De hecho, aunque emplée en su axila el bote completo de Dove me abstendría de lamerla, ya que prefiero un helado de vainilla a un tentempié de Dove.
Al igual que me encanta chupetear las tres parejas de labios que cualquier mujer posee, no por ello deseo que la propietaria colabore contra la sequía durante la semana anterior...
Así que una axila me atrae sobremanera, pero agradezco a la propietaria que me la ceda inmediatamente después de la ducha, así sin mas. Ni despues de correr la San Silvestre ni tras repetidas capas de desodorante.
Así al natural, limpita. Así que cuando le vuelva el agua corriente, a mi no me importará su falta de Dove. De hecho, lo agradeceré. Pero si no es inconveniente, un poquito de gel aliviará la situación sobremanera.
Yo mismo me ofrezco a realizar las friegas convenientes, si usted se siente perezosa-o juguetona. Al gusto.