Cómo empezó la agonía

Cachondo Mental rebuznó:
Lo bueno de aquellos tiempos es que persiguiéndolas te las camelabas y las conseguías, pero ahora es que encima de estar mal visto hasta te denuncian a la Guardia Civil por "acoso".

Como curiosidad, conozco personalmente al hijo de la novia que tuvo mi padre antes de empezar a salir con mi madre. Fuimos compañeros de instituto y, aunque hace tiempo que no lo veo, sé de él y que es profesor. Fuimos amigos de hazañas de adolescentes durante mucho tiempo. Muchas veces he imaginado que pudiera ser hermanastro mío...
:face:
 
Barcelona, años 70, fiesta en el Centro Gallego. Ciertamente los gallegos somos un poco endogámicos, solo así se explica que mi padre llevara cinco años en Barcelona y no tuviera novia formal. No era un forever alone como el hijo, que os veo venir. Lo he visto en acción con varias mujeres y las duerme con su labia, da igual que sea un tapón calvorota, las titis le ríen las gracietas, le ponen ojitos y proyectan sus caderas hacia él. Yo me imagino que estaba cansado de follarse a tanta puta y buscaba a una chica "decente" y de la tierra, con la que volver a la Galia y criar pequeños galleguitos cabezones y tozudos.

Mi madre, una hikikomori de la época (eso si que lo heredé), de las que tienen que servir, interna en casa de unos maqueses, o condes o su puta madre. Me contaba que los señores paraban poco en casa y que tenía todo el pisazo de Pedralbes para ella sola durante semanas. Pero no salía a la calle, ni a los bailes ni tenía amigas.

Cierto día vino una prima de mi madre a visitarla desde Galicia y ella se vio en la obligación de enseñarle un poco la ciudad y la llevó al único sitio que conocía que había bailes, el Centro Gallego. Mi padre andaba por ahí zascandileando con un grupo de compañeros de trabajo del Liceo. Mi madre dice que cuando lo vio no le gustó porque era demasiado bajito. Mi padre se ofreció a llevar a mi madre en coche hasta Pedralbes y me imagino que por el camino mi padre intentaría meterle mano. Mi madre pasó de su culo, pero mi viejo es muy terco y comenzó a ir a la casa casi todos los días para invitarla a unas fantas. Ante su insistencia mi madre comenzó a ceder, que si un café, que si un concierto de Rafael. Me imagino que en uno de esos regresos se perdieron por las pistas del Tibidabo y me concibieron en el asiento de atrás de aquel volkswagen escarabajo. Se casaron a lo pobre y con prisas y por la vergüenza y aldeanismo no vino nadie de sus familias a la boda.

Llevan eones juntos y no hay día que se caguen en la puta madre del otro. Pocas veces les vi darse un beso y duermen cada uno en su habitación. Pero cuando uno de los dos enferma, el otro se pone mustio y preocupado.
 
Roger Kint rebuznó:
Llevan eones juntos y no hay día que se caguen en la puta madre del otro. Pocas veces les vi darse un beso y duermen cada uno en su habitación. Pero cuando uno de los dos enferma, el otro se pone mustio y preocupado.

Eso es Hamor del que nunca conoceremos.
 
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