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Ah, yo creía que era la Centramina. Igual eran las dos.Eso era el optalidón, competencia de la aspirina para el dolor de cabeza, en cualquier casa había y lo tomaban mayores y menores.
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Ah, yo creía que era la Centramina. Igual eran las dos.Eso era el optalidón, competencia de la aspirina para el dolor de cabeza, en cualquier casa había y lo tomaban mayores y menores.
LLevas razón, el optalidón era soporífero, llevaba barbitúrico.Ah, yo creía que era la Centramina. Igual eran las dos.
Yo había oído que era la Centramina lo que se comían las amas de casa como caramelos; igual el Optalidón también. A lo mejor se dividían entre las que preferían una suave somnolencia y las que preferían sentir un subidón subidón subidónnnnnnn mientras hacían unos macarrones con tomate.LLevas razón, el optalidón era soporífero, llevaba barbitúrico.
La codeina es para muertos de hambre, por favor, no comparemos con las maravillas que se podían encontrar en la farmacia en los buenos tiempos.Creo que @Codeisan de 20 es más viejo que las torres de El Pilar y sabe de estas cosas. Si la nostalgia no le inunda y se pone modorro, quizá nos pueda ilustrar sobre el tema.
Pobre Codeisan.
La codeina es para muertos de hambre, por favor, no comparemos con las maravillas que se podían encontrar en la farmacia en los buenos tiempos.
Digo yo que combinaban...usando cada una en su momento para crear el ama de casa definitiva. Una sustancia para despertar y hacer sus labores y la otra para frenar el subidón y poder ver un rato la tele sin tics en la cara o dormir.Yo había oído que era la Centramina lo que se comían las amas de casa como caramelos; igual el Optalidón también. A lo mejor se dividían entre las que preferían una suave somnolencia y las que preferían sentir un subidón subidón subidónnnnnnn mientras hacían unos macarrones con tomate.
Y para ellas. Creo que la cantidad de madres de la época adictas a la Centramina sin saber ellas que se trataba de una droga adictiva sino simplemente una medicina pa la cabeza era brutal.
Eso era el optalidón, competencia de la aspirina para el dolor de cabeza, en cualquier casa había y lo tomaban mayores y menores.
Recuerdo un relato de Bret Easton Ellis sobre las amas de casa que decía algo así: para dormir me tomo un sedante; por la mañana, como me deja hecha polvo, necesito un estimulante para levantarme; entonces, me pongo como una moto y sólo me calma un tranquilizante... que me baja la moral a tope; me meto un antidepresivo para salir del paso, pero me deja en tal estado de angustia, que me lanzo a los ansiolíticos; así, no hay manera de dormir por la noche... y me tomo un sedante!Ah, yo creía que era la Centramina. Igual eran las dos.
Esto no era vino peleón, pero me lo daban para las ganas de comer, no sé la graduación que tenía
Cierto que hubo gran desmadre al final de franquismo, los tapadillos del PCE eran plenamente tolerados y muchos, obviamente, no les motivaba tanto la ideología como el folleteo en dichos tapados, En el periodo preconstitucional, esto se acentuó, mucha dronja, inicio triunfante de la era kinki, la gente de derechas de toda la vida, ponía letreros en los escaparates diciendo, "ya hemos pagado nuestro tributo a la democracia" al salir por la noche era muy probable que te hicieran una chirla no sólo en zonas suburbiales, en el mismo centro de cualquier ciudad.Retrospectivamente, está claro que la época de mayor libertad y desmadre fue desde el final del franquismo (no sé si después de la muerte de Franco o incluso desde algún tiempo antes) hasta el asentamiento de la democracia, más o menos a partir de la hegemonía del PSOE, a mediados de los 80. Me jode mucho reconocerlo, porque no aguanto la glorificación de la transición y de lo que luego se ha llamado régimen del 78, pero hubo un período de incertidumbre y de ilusión en el que parecía que todo era posible y todo estaba permitido. Todavía no se había puesto en marcha la maquinaria legislativa que ha terminado por ahogar cualquier resquicio de libertad, ni estaba de moda victimizarse y hacerse el ofendidito.
Yo recuerdo cuando para hacerte rayas no tenías que esconderte en los lavabos. La ruta del bakalao pudo triunfar porque no había leyes de horarios, ni de contaminación sonora ni hostias. Recuerdo poder hojear revistas porno en cualquier kiosko de prensa, o que el propio kioskero colgara los pósters a la vista de todo el mundo, incluso a la puerta de colegios. O los cines S sin cortarse a la hora de poner los carteles y láminas en los escaparates. Recuerdo poder ir a la mascletà y ponerte en primera fila a escasos metros de los petardos, sin apenas distancia de seguridad. Tenderetes callejeros con propaganda política de todo tipo, desde los nazis a comunistas y anarquistas de todo pelaje. Humoristas en prime time en la televisión estatal con gracietas que hoy serían motivo de escándalo y denuncia. Y así muchísimas más cosas.
También hay que hablar de lo chungo. Esa efervescencia tenía su reverso violento: no solo el terrorismo, también revueltas y algaradas, disturbios... Había muchísimas manifestaciones y huelgas, y lo normal es que acabaran a hostias, con la policía o con los adversarios políticos. Los matones de Cristo Rey campaban a sus anchas. Y en otro hilo ya se está hablando del rollo kinki y drogota, de los atracos a bancos y farmacias o de los yonkis muertos en los parques.
Pero más o menos el sentimiento general era que cada uno podía hacer lo que le viniera en gana, y luego ya apechugaría con las consecuencias. Ahora parece que es justo al revés. Cada vez da la sensación de que la opción por defecto es que todo está prohibido. Y ahora cualquier mindundi amenaza con acudir a comisaría, al juzgado, o peor aún, a las redes sociales, con la idea de neutralizar todo lo que no sea de su agrado. Es una mierda.
Antes he hablado de la incertidumbre, pero con ilusión. Esta puta pandemia nos ha traído incertidumbre, pero ahora sabemos que todo irá a peor.
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Pues si amigo.Bueno, creo que el final de los 70 fue la repera en Madrid, que opine @paulofutre sobre aquello.
Yo por la edad que tengo no conocí esa época; pero una cosa en la que coincide mucha gente mayor que sí la conoció es que, aunque fuese una dictadura ( eso no va a discutirlo nadie) había más libertad personal y no había tantas restricciones ni tantas regulaciones como hay ahora.Pues eso, que he salido con un colega de tajada y a las 21:30 ya estaban los bares recogiendo. "Lo siento, ya estamos cerrando". "Perdona, pero no se puede fumar (esto con el susodicho camarero echándose un cigar)".
Pues eso, que la democracia muy bien, los críos de 6 años pueden amputarse el pito y puedes casarte con tu perro, pero del trabajo a casa y calladito que si no eres un facha negacionista alarmista (ah, no, esto sólo antes del 8m).
Hitler era vegetariano y 10cm eran la ostia antes de los menas, yo sólo digo (cuando sólo llevaba tilde, que también es facha). En tiempos de Torbe te baneaban por una falta de ortografía, esto con ILG no pasaba y tal.
Se bebía mejor en bota, y sí, se hacía en la calle. Aunque yo era niño, mi padre me pasaba la bota, en la calle o en los toros, criatura.Botellón en los tiempos de Franco manda.
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