Esto me recuerda a una historia del pueblo parecida, un propietario de una lonja comercial de mierda se la alquila a un chaval que monta un restaurante. La cosa avanza y el restaurante va funcionando bien a base de trabajo, inversiones que hace el chaval en el negocio y saber vender su calidad diferencial sobre la competencia. Total, que llega el momento de final de contrato de alquiler y el propietario le dice al chaval que en vez de x va a pagar tres veces x porque "el restaurante está siempre lleno y no puede ser que esté pagando tan poco alquiler mientras está ganando tanto dinero", el chaval le dice que a ver de qué cojones va y que si está ganando pasta es porque se lo ha currado, que nada tiene que ver la lonja que alquiló, el propietario erre que erre y que si no quiere pasar por el aro no se renueva el contrato que seguro que otra persona está dispuesta a pagar lo que pide por un negocio que funciona por lo que el chaval le dice que vale, que cuando finalice el contrato se va.
La sorpresa se la llevó el propietario cuando entró en la lonja al día siguiente de finalizar el contrato al ver que el chaval se había llevado todo lo que había pagado de su dinero en reformar el local; por no dejar, no dejó ni el suelo que había puesto.