Coronavirus: foreros sin nadie que se les quiera acercar ni a pegarle el COVIC el Gnomo

Pues tienes toda la razón, la gente que no se quiere vacunar, es más por cabezoneria y bulos que oye por las redes sociales que otra cosa. Le dan mas crédito a las Fake News y comentarios de bar que a lo que dicen los expertos.
Yo también me he dejado vacunar. Primero, porque no creo que el ser humano sea tan malvado como para inocular al sesenta porciento de la humanidad algo que le pueda perjudicar. La ciencia siempre ha servido para afrontar y erradicar enfermedades. El segundo motivo es que después de ver reacciones en familiares y amigos al ver que no hay efectos secundarios decidí ponérmela por comodidad, ya que suelo viajar frecuentemente y además sin ese pase las actividades cotidianas se verian perjudicadas.
A los que dicen que no hay que comenzar con las restricciones porque la presión hospitalaria es mínima os habéis lúcido. Echad un vistazo al resto de Europa (Alemania, Austria...), reaccionaron tarde y ahora la presión hospitalaria es extrema hasta el punto de tener que llevar enfermos a países vecinos porque no hay camas suficientes. En Alemania a partir de la semana que viene en todos los establecimientos públicos menos supermercados y farmacias sólo se podrá acceder con el dichoso pasaporte o si has pasado la enfermedad. A los que van a trabajar tendrán que llevar un test rápido.
Yo creo que si la dichosa vacuna ayuda a que los efectos de la enfermedad sean leves y que los hospitales no estén a rebosar de enfermos en la UCI , bienvenida sea. En caso contrario estaremos cada año a partir de noviembre y hasta primavera en este círculo vicioso

Las vacunas llevan lomo de orza y caldo de jamón. ¿Cómo te quedas?

¿Qué cómo lo sé? Porque debajo de uno de esos tachones lo dice.

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Las vacunas llevan lomo de orza y caldo de jamón. ¿Cómo te quedas?

¿Qué cómo lo sé? Porque debajo de uno de esos tachones lo dice.

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Esos europarlamentarios sí me representan. Encima han ido a por ellos por no tragar, que bonita es la democracia parlamentaria, que bien se respetan los elegidos democráticamente por el pueblo eh. Y aún los gilipollas tragacionistas pensando que el medicamento este en pruebas, es lo único que les salvará, y que lo quieren inocular por cojones y por razones médicas.
 
Cambio de gobierno en Noruega y llega el retraso
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Carta abierta a los imbéciles

Mi nombre es Juan Manuel Jiménez Muñoz. Soy médico de familia en Málaga. Tengo 60 años, y ejerzo mi profesión desde hace 35. Mi número de colegiado es el 4.787. Y este dato lo aporto por si alguien, a raíz de esta lectura, me quiere denunciar o poner una querella. Será un honor.

El método científico, desde Galileo Galilei, nos ha sacado de las sombras. La electricidad, la radio, la televisión, los GPS, los teléfonos, los viajes espaciales, los antibióticos, las vacunas, los telescopios, la anestesia general, el saneamiento de las ciudades, la depuración del agua, las radiografías, las resonancias, los rascacielos, los aviones, los trenes, el cine, las fotografías, los ordenadores, y nuestra vida al completo, dependen de una ocurrencia de Galileo. Una ocurrencia en tres pasos para averiguar entre todos cómo funciona el mundo:

1-Establecer una hipótesis plausible sobre un problema concreto. Por ejemplo: “yo creo que el agua estancada contiene unos animalitos minúsculos que causan enfermedades”. O: “yo creo que cuando un imán gira alrededor de una bobina se genera una corriente eléctrica”. O: “yo creo que la Tierra gira alrededor del Sol, y no al revés”.

2-Realizar experimentos para comprobar la veracidad o la falsedad de esa hipótesis.

3-Publicar los experimentos para que cualquier otro los pueda reproducir, afirmar o refutar.

Y ya está. Qué tontería. Y gracias a eso, Y NADA MÁS QUE A ESO, la sociedad de 2020 es completamente distinta a la de 1700. Diré más. Si como por arte de magia pudiésemos trasladar un habitante del año 1 hasta el año 1700, apenas notaría diferencias en lo esencial de la vida: se adaptaría sin problema. Pero si trasladásemos a un habitante del año 1700 al 2020, se moriría del susto. Literalmente.

Gracias al método científico tenemos herramientas para erradicar una pandemia, o para hacerla soportable: la del coronavirus, por ejemplo. Gracias a la ciencia no hay viruela. Gracias a la ciencia no hay leprosos en Europa (o son casos muy contados). Gracias a la ciencia, los pacientes VIH positivos ya no se mueren de SIDA, sino que llevan su enfermedad como los pacientes crónicos. Gracias a la ciencia, muchos cánceres se curan.

Y que después de 300 años de éxitos tenga uno que soportar lo insoportable, resulta estremecedor: la caída del modelo y la sustitución por la farsa, por la charlatanería, por la incultura, por el pensamiento mágico, por la vulgaridad, por el despropósito y por la democracia aplicada a la ciencia, donde el analfabeto opina sobre el coronavirus en igualdad de altavoces que el más docto catedrático de virología, y donde los tratamientos y las medidas de contención de una epidemia son a la carta.

Hay grupos organizados que parecen añorar la Alta Edad Media, aquella que tan magníficamente plasmó Umberto Eco en “El Nombre de la Rosa”: con su mugre y sus hambrunas, con sus gentes muriéndose de peste o de viruela, con los libros encerrados en monasterios sin acceso para nadie, sin luz eléctrica, sin agua potable, sin nada.

Aunando esfuerzos, una mezcla infernal de terraplanistas, antivacunas, conspiranoicos, sectas satánicas, neonazis, adoradores de ovnis, hedonistas ácratas, cazadores de masones, fetichistas de los porros, delirantes con el 5G, ecologistas que no han visto jamás una gallina e imbéciles con pedigrí, pululan en todas las redes sociales instaurando una nueva religión que, mucho me temo, está calando más de lo que imaginaba en una población carente de cultura y liderazgo. Eso no es nuevo. Tarados los hubo siempre. Pero médicos y biólogos liderando imbéciles acientíficos y abjurando de la ciencia para adquirir una fama pasajera, eso nunca lo viví. Y nunca pensé que mis ojos lo verían. Y nunca creí que los Colegios de Médicos, o de Biólogos, giraran la cabeza hacia otra parte y no alzaran su voz contra el medievalismo.

Que un grupo de 200 médicos se autodenomine “Médicos Por la Verdad”, ya es una ofensa gravísima para el resto de los médicos que ejercemos en España, que somos 160.000. Porque quiere decir, ni más ni menos, que los 159.800 médicos restantes que no estamos en la secta somos “Médicos Por la Mentira”. Y a mí no me llama mentiroso ningún hijo de la gran puta. Por mucho título que tenga.

Que se estén dando conferencias, y publicando libros (uno de ellos con seis ediciones en un mes), para afirmar que no hay pandemia, o que los individuos sin síntomas no contagian, o que esto es igual que una gripe, o que es preferible la experiencia personal a las publicaciones científicas revisadas por pares, o que el dióxido de cloro funciona contra el coronavirus, o que el dióxido de cloro no es tóxico, o que las vacunas que existen ahora provocan autismo, o que las vacunas llevan microchips para controlarnos, o que los aviones esparcen desde el cielo cristales para contagiarnos, o que no llevar mascarillas es un acto saludable de rebeldía, resultaría risible si no fuese mortal de necesidad, y si quienes defienden esas barbaridades fuesen mariscadores gallegos, aceituneros andaluces o pescadores cántabros, y no licenciados o doctorados por una Universidad.

Hace poco, sesenta imbéciles acudieron a Las Canarias para reunirse en una playa a contagiarse a propósito. Habían quedado por Internet. Y yo, desde mi muro, acuso a quienes deberían ser líderes sociales, y no lo son, de favorecer esos comportamientos criminales con sus discursos absurdos.

No es época de división, ni de actuar cada uno a su bola. Por desgracia, nadie lidera la crisis. Es evidente. Digo ningún político. El Gobierno Central ha dimitido de sus responsabilidades. Incluso tiene que sobornar a los autonómicos para que acudan a las reuniones. 17 Reinos de Taifas, 17 desastres organizativos. A cuál peor. Ni una puñetera norma en común. Ni un solo registro compatible. Y además de eso, por si fuese poco, una sarta de embusteros con el título de licenciado envenenan a la sociedad en lugar de aconsejarla, de guiarla, de cuidarla, prestándose a decir lo que muchos quieren escuchar, lo que ahora vende: que el coronavirus es un invento de las superpotencias para disminuir la población mundial, para enriquecer a las farmacias y para cargarse a los ancianos, pero que, sin embargo (y mira tú que curiosa paradoja), la tal pandemia no existe.

Compañeros médicos, biólogos, abogados, farmacéuticos y licenciados de toda clase y condición que habéis optado por llevarnos otra vez a la Edad Media: sois la vergüenza de la profesión, y no sois dignos de que os llamemos compañeros, y mucho menos científicos. Sois pocos, pero metéis mucho ruido y confundís. Sois pocos, sí. Pero mala gente. Y decís cosas por las que, de haberlas dicho en la Facultad de Medicina o de Biología cuando eráis estudiantes, jamás habríais obtenido ese título del que ahora os valéis para vuestro propio beneficio. Un título del que, si de mí dependiera, seríais desposeídos de inmediato. Lástima que no se pueda.

Podría elegir muchas estupideces de las que defendéis, muchas barbaridades solemnes, pero me centraré en una sola, que en vuestra boca merecería la cárcel: “las personas sin síntomas no contagian”. Cagoentóloquesemenea. ¿Dónde estabais el día que explicaron la tuberculosis, o el SIDA, o la varicela? ¿No contagian los VIH positivos a pesar de estar asintomáticos? ¿No hay tuberculosos bacilíferos sin síntomas de enfermedad? ¿No se contagia la varicela desde pacientes en fase prodrómica? En fin. Mejor callar, que me van a estallar las meninges.

Sois líderes que habéis elegido no serlo para convertiros en bufones. Y eso, en época de zozobra, no tiene perdón de Dios. Ojalá se os seque la yerbabuena.

Ah. Y otra cosa. Mis señas las di al principio. A ver si tenéis cojones para meteros conmigo. Cojones, digo; ya que neuronas… las justitas pa beber sin ahogarse.

Cagoentó.

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Médico del Servicio Andaluz de Salud.

Ojalá le denuncien con alguna milonga de honor o de odio.

En serio.

Para los que ejercieron su derecho y libertad para vacunarse, crearon un pasaporte que demuestra que estás vacunado, sin necesidad de esa PCR o test de antígenos. Podían haberlo llamado de otra manera, pero mira, para que se quedase claro para qué iba a servir, para los viajes y desplazamientos libres, le pusieron de nombre de pasaporte.

Libertad polla. Ha sido bajo amenazas y coacciones de perder libertades y punto. Y encima ahora me están diciendo que no, que pronto hay que ponerse la tercera y cuarta y las que haga falta o me las quitan igual CORRECCIÓN: Y ME LAS VAN A QUITAR IGUAL.
 
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No se me sulfure, que en el Canadá era legal quedar con desconocidos para follar, pero era ilegal quitarse la mascarilla para hacerlo.

Son grandes pasos. El próximo, una mampara de metacrilato con un agujerillo para la coyunden. Kobics free.
Bueno, en España era ilegal ir solo por el monte sin mascarilla pero podías quitártela para rechupetear cabezas de gamba en un bar a veinte centímetros de la cara de un desconocido.

Por no hablar de recomendaciones, como lo de limpiar la compra con un trapito mojado con lejía por si había estado en contacto con el virus pero a nadie se le ocurrió pasarle un trapito con lejía a las personas que llegaban a tu casa de la calle, que siguiendo la misma lógica habría sido lo suyo, ¿no? :lol:

Y la gente pidiendo que no se atienda a los no vacunados por la SS pero no piden que no atiendan a los que fuman, o a un accidentado que iba más rápido de lo debido, o uno que bebe o simplemente a un puto gordo de mierda que se ha empeñado en estar gordo. Al fumador, al velocista de autopista o al gordo si le entra cáncer, tiene un accidente, una cirrosis o problemas cardíacos por gordo de mierda sí hay que atenderles. Al no vacunado, no.

Pero eh, todo esto no se puede decir, porque como no nos dedicamos a quemar containers en la calle deberíamos callar.
 
Por no hablar de recomendaciones, como lo de limpiar la compra con un trapito mojado con lejía por si había estado en contacto con el virus pero a nadie se le ocurrió pasarle un trapito con lejía a las personas que llegaban a tu casa de la calle, que siguiendo la misma lógica habría sido lo suyo, ¿no? :lol:

Varios he conocido que volvían del Pryca y una escafandra (con esposa dentro) les fumigaba en el pasillo, donde además tenían que cambiarse la ropa. No sé si quemaban la ropa que venía del infierno vírico, pero poco les faltaba. Un Fallout como Dios manda.

Y la gente pidiendo que no se atienda a los no vacunados por la SS

Esto no lo sabía. De todas formas, la SS ya no atiende, así que todos felices.
Pero vamos, es una discusión en la que no entraría con un talibán. Con preguntarles que si saben cuántas vacunas se van a poner es suficiente daño.
 
Lo de la pandemia ha servido como detector de gilipollas. Lejos estoy de creerme a pies juntillas todo lo que nos cuentan los políticos y los medios, pero lo que sí que tengo comprobado es que los negacionistas o aquellos que sin serlo forman parte de "la resistencia" son todos unos flipados, unos liantes y unos discutidores de aúpa.

No se salva ni uno. Además, provienen de todas las clases sociales, y lo mismo hay ignorantes que gente con estudios y aparentemente sensata, de derechas y de izquierdas. Hay negacionistas antisistema, desgraciados carne de seudoterapias, creyentes en la pachamama y jipis varios, pero también cayetanos y gente de misa. Llama la atención que ese punto rebelde haya aflorado ahora, y que se haya focalizado en lo de las vacunas o las mascarillas, y no en el código de circulación, las ordenanzas municipales o en cualquier otra regla no escrita de pura educación. Y tampoco es exclusivo de España, que en Europa están igual.

Cuánta energía desperdiciada y cuánto loco anda suelto. Lo más triste de todo es que todo esto pasará y no habremos aprendido nada, y todos esos neuróticos volverán a sus rutinas y pasarán desapercibidos. Ni recibirán tratamiento ni podrán estar satisfechos de haber iniciado ninguna revolución. Y así hasta la siguiente.

El problema es que habéis mordido de lleno el cebo ese en el que cualquier no vacunado pasa a ser un megaconspiranóico que cree en las mas surrealistas leyendas iluminatis. Apartando a la gente que así lo haga, que haberlas haylas, el resto somos gente que por h o por b ejerce el que debe ser uno de los derechos principales, la libertad de no ponerte algo que primero, no te exime de contraer el virus y segundo, tampoco evita que lo sigas propagando. La campaña que hay para que se ejerza presión sobre los que hemos decidido no vacunarnos no es normal, atenta contra los derechos más básicos del ser humano, se está proponiendo que nos jodan la vida, que pasemos por el aro arrinconándonos poco a poco o nos quitan la vida literalmente. Nos dejarán sin poder trabajar, sin poder acudir a eventos y sitios públicos, no tendremos derecho a nada. Ya no se trata de ser borrego o ser conspiranóico, de estar en un bando o en otro, nos acercamos peligrosamente a un terreno en el que si se cruza la raya ya no hay vuelta atrás. Ahora será el coronavirus, el año que viene otra cosa y así sucesivamente hasta que vayan recortando tus derechos y no puedas hacer ni deshacer nada porque si osas a oponerte a lo que dictan serás poco menos que un criminal y lo que más me jode es que tendrás los dedos de tus semejantes acusándote.
 
Esto va a acabar como las quemas de brujas y los linchamientos.

A la mayor parte de la gente se la suda la bruja o no bruja, su preocupación es que los maizales tengan agua.
La turba la encabezan el predicador, que le va el negocio en ello, y el Melecio, cuya vaca no da leche desde ayer y la Trini (su mujer) le ha dicho que la bruja es una fornicadora.
Los labriegos se unen a la turba, total, no llueve, y no hay nada que hacerle al maíz. Y ojo, que va el buen predicador a la cabeza, imaginemos que mañana la toma con nosotros.
Así que hale, a ponerse en primera fila con la guadaña. No se sabe qué exactamente ha hecho la bruja, lo que sabemos es que es bruja y que todos van a ahorcarla y/o quemarla, y así la cólera de Dios pasará y nos salvaremos de la sequía.

Da igual cuándo leamos esto.
 
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¿Ah no? Pues es lo último. Y no lo dice uno de la calle, no. Lo dicen desde algunas instituciones como, al loro, el CSIC.

El CSIC son funcis con su propia sanidad, de la misma forma que las enfermeras de los hospitales públicos van a sus propias mutuas privadas, y los hijos de los profesores de lo público llevan a sus hijos al Liceo. Vamos, que me comen la polla.

Con respecto a la mejor sanidad del mundo, me dan cita ahora para dentro de 15 días, donde por teléfono me van a diagnosticar si me muero o no con precisión quirúrgica.
Durante estos quince días tengo dos opciones, o morirme, o ir a reventar las hurjencias para lo que no es más que tos porculera y joderle el puesto a quien sí que está con un pie en la tumba.

Desde mi punto de vista, no existe ya.
 
Y la gente pidiendo que no se atienda a los no vacunados por la SS pero no piden que no atiendan a los que fuman, o a un accidentado que iba más rápido de lo debido, o uno que bebe o simplemente a un puto gordo de mierda que se ha empeñado en estar gordo. Al fumador, al velocista de autopista o al gordo si le entra cáncer, tiene un accidente, una cirrosis o problemas cardíacos por gordo de mierda sí hay que atenderles. Al no vacunado, no.

La mayoría de la gente no entiende que no os queráis vacunar. Es muy peligroso y acabará mal la cosa.
 
¿Cuántas vacunas se va a poner usted?

Las que me digan, no te lo voy a negar. Pero lo que quiero decir es que los no vacunados están chocando con un muro de ladrillos. La gente no piensa que exista una posibilidad de diálogo.

Por ejemplo, si yo estuviera sin vacunar y en el trabajo lo descubrieran me metería en un grave problema. Con mis compañeras las primeras, porque esas son de las de vacunar por la fuerza.
 
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Las que me digan, no te lo voy a negar. Pero lo que quiero decir es que los no vacunados están chocando con un muro de ladrillos. La gente no piensa que exista una posibilidad de diálogo.

Por ejemplo, si yo estuviera sin vacunar y en el trabajo lo descubrieran me metería en un grave problema. Con mis compañeras las primeras, porque esas son de las de vacunar por la fuerza.

A lo mejor reside ahí el problema: "las que me digan".
Si mañana mi médico de cabecera me prescribe la vacuna (fíjese qué monstruosidad digo), pues a lo mejor me la pinchaba y listo. Eso sí, tendría que informarme el buen dostol para qué me la voy a pinchar, y qué me estoy pinchando. Parecen barbaridades, pero es lo que pregunto cuando me recetan alguna mierda.

Así, si me da el telele, por lo menos los míos podrían señalarle a alguien a Su Señoría, llegado el caso. Entiendo que entiende la diferencia, abismal por otro lado.

Lo del trabajo me lo creo, entre las fibromialgias, las migrañas, y las enganchadas de espalda por coger un clip del suelo, no paran ellas de asustarse y pegarle fuego a quien sea para aliviar el susto. Joder, son mujeres, no vamos a descubrir ahora la pólvora.
 
Las que me digan, no te lo voy a negar. Pero lo que quiero decir es que los no vacunados están chocando con un muro de ladrillos. La gente no piensa que exista una posibilidad de diálogo.

Es que todo el mundo hace lo que le digan en mayor o menor medida, absolutamente todo el mundo. Constantemente.

Pero ay, amigo. Con las dosis de la vacuna, con eso sí que NO vamos a tragar, no nos van a engañar, no nos van a manipular, somos listos y decidimos por nosotros mismos. Si les hace ilusión, déjales que camelen.
 
Es que todo el mundo hace lo que le digan en mayor o menor medida, absolutamente todo el mundo. Constantemente.

Pero ay, amigo. Con las dosis de la vacuna, con eso sí que NO vamos a tragar, no nos van a engañar, no nos van a manipular, somos listos y decidimos por nosotros mismos. Si les hace ilusión, déjales que camelen.

Usted juega en otra liga, se ha pinchado de todo ya y no tiene ego alguno.
 
Lo que analizo es que no me tengo que poner más salvo que esté en riesgo. P.ej: me muerde un forero rabioso.
¿Alguna duda más?

Es un análisis propio de un subnormal, como no podía ser de otra manera.

El análisis correcto, en el caso de no ser un puto vejestorio más cerca de estirar la pata que de la edad de jubilación, como tú, es que es un acto de responsabilidad, más por los que te rodean que por ti mismo.
 
Es un análisis propio de un subnormal, como no podía ser de otra manera.

El análisis correcto, en el caso de no ser un puto vejestorio más cerca de estirar la pata que de la edad de jubilación, como tú, es que es un acto de responsabilidad, más por los que te rodean que por ti mismo.

Un acto de responsabilidad es comer lo que se necesita para vivir, no meterse medio potro en el brunch para que los complejitos no se enfaden.
 
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