Bueno, en España era ilegal ir solo por el monte sin mascarilla pero podías quitártela para rechupetear cabezas de gamba en un bar a veinte centímetros de la cara de un desconocido.
Por no hablar de recomendaciones, como lo de limpiar la compra con un trapito mojado con lejía por si había estado en contacto con el virus pero a nadie se le ocurrió pasarle un trapito con lejía a las personas que llegaban a tu casa de la calle, que siguiendo la misma lógica habría sido lo suyo, ¿no?
Y la gente pidiendo que no se atienda a los no vacunados por la SS pero no piden que no atiendan a los que fuman, o a un accidentado que iba más rápido de lo debido, o uno que bebe o simplemente a un puto gordo de mierda que se ha empeñado en estar gordo. Al fumador, al velocista de autopista o al gordo si le entra cáncer, tiene un accidente, una cirrosis o problemas cardíacos por gordo de mierda sí hay que atenderles. Al no vacunado, no.
Pero eh, todo esto no se puede decir, porque como no nos dedicamos a quemar containers en la calle deberíamos callar.