El caos absoluto vivido ayer con el tema de los niños es para analizarlo al detalle. Te das cuenta, así, de en qué manos estamos, y que esta gente no hace más que improvisar y tomar decisiones en función de por dónde le soplen el aire.
Primero, que de salir, que ya se vería, serían los menores de 12 años. Luego que no, que los de 14. Luego que, ojo, se podría salir con ellos, pero para ir a la farmacia y al supermercado. Luego que también para ir al banco. Ante las presiones y la incredulidad por no dejarles dar paseos, ayer leí la justificación de que los supermercados ya eran lugares con mucha higiene y con protocolos de seguridad implantados, y que por eso era mejor que, de salir, lo hiciesen ahí.
Pero siguieron las presiones, el caos, el desconcierto, las rectificaciones, y finalmente salieron con lo de que, vale, que pueden pasear, y encima añadiendo que los supermercados no son ya esos lugares maravillosos y super-seguros, pues ahora es mejor, efectivamente, que paseen por la calle, al aire libre que entrar en supermercados, lugares más peligrosos por haber mayor concentración de personas, y tal y tal.
En manos de esta gente estamos secuestrados. En manos de esta gente está nuestro futuro. En manos de esta gente está la economía de todo un país.
No hace falta decir más. Estamos todos y todas más que jodidos.
P.D. Echenique hoy, en el Congreso: "El Gobierno lo está haciendo todo bien".