Pero hombre, léete los prospectos de los medicamentos, cachondo
A los que somos de pocas palabras que se prohíba hablar en sitios públicos lejos de parecernos mal, lo consideramos más que aconsejable, e incluso necesario. Pero no solo para esta coyuntura, sino que se mantenga como norma cívica.
Joder, tíos. Que en el tiempo que escribís los mensaje ha muerto, pongamos, cinco personas, y decenas están infectados. Como a todos, me encantan las distopías, pero oye, cuéntaselo a los cincuenta y pico mil muertos y sus familias; cuéntaselo a los que están en las UCIs (y sus familias).
No, esta mierda hay que pararla. Y sí, sinceramente, sin mirar a Israel o Italia, ha sido culpa de:
1.- Los putos políticos. Lo que ahora no entiendo es que, desde el gobierno central, se denieguen confinamientos más estrictos pedidos por las CC AA incluso del PP (y VOX, en Andalucía). Lo tienen a huevo, dejar que las autonomías encierren. Lo único que entiendo es que supondría un nuevo decreto de alarma y votación en el Congreso. Pero de veras, no lo entiendo. Porque el confinamiento es menester.
2.- La gente. Sí, la gente, hasta hace dos días, volviendo del trabajo, estaban todas las terrazas petadas en Valencia. Está el ingrediente psicológico de querer ocultar lo feo, lo malo, etc. Pero hostias.