Euskadistán del Norte. Ven y cuéntalo.
Mi padre llamó el viernes 26 de marzo al centro de salud para pedir su vacuna.

Tiene 83 años. Le dijeron que no, que habian empezado a vacunar "hace un par de días"

y le recomendaron que tuviese siempre a mano su móvil, que ya le llamarían. Luego le dieron los "buenos días".
No conforme, mi padre ha llamado hoy otra vez al centro de salud, para "verificar datos" y confirmar que tienen el teléfono correcto y que todos sus datos están bien. Están en ello, comprobando los números de teléfono, cuando al otro lado de la línea, la señorita que le atiende va y suelta "espere un momento, usted tiene 83 años, ¿desea vacunarse y que le demos cita"?
Pues bien, dicho y hecho. Tiene cita para mañana a las 13:15, y la segunda dosis para el 20 de abril, también a las 13:15. Te dicen la vacuna que te ponen, en este caso, no puede haber sorpresa, es la de Pfizer. Era esa o la de Moderna.
Mi padre se lo ha comentado a un amigo de 80 años, que pertenece al mismo centro de salud. El amigo ha llamado "para verificar datos", pero le han dicho que no pueden darle cita, porque tiene 80 años y "aún es un poco pronto".
Pues bien, desde ese mismo centro de salud, la semana pasada llamaron a una vecina del segundo y le pusieron la primera dosis el viernes 26 a las 14:00. Esa vecina tiene 77 años. Más LOL. El marido de esa mujer, por contra, que es de ochentaymuchos (mayor que mi padre) ni le han contactado.
Así funciona de bien y de coordinada la campaña de vacunación en Euskadi. Eso sí, nuestros líderes, el zampabollos del alcalde de Bilbao (PNV) y el dictador Urkullu (PNV) están en otras cosas, y andaban el otro día sacando pecho y sacándose fotos delante de la prensa mientras les decían a los vascos y vascas las maravillas de las tres etapas del Tour de Francia que pasarán por Euskadi en 2023. En eso están.
Buenas tardes,