Oye jabalí, cuando todo cristo perdía el puto culo por picarse, sacándose los ojos entre sí para que su colectivo de copitos de nieve únicos e indispensables fuese el primero de la lista, lo que es de subnormal profundo es pensar que lo hacían por responsabilidad social como algunos pretenden hacernos creer, y no por puro y duro egoísmo.
Hablando de omisiones interesadas, ya que me mencionas la viruela, seguro que en ciento ochenta putos años de campañas de vacunación dió tiempo de sobra de testar y evolucionar las vacunas adecuadamente.
Estamos hablando de algo completamente diferente, de una campaña de vacunación indiscriminada a nivel global por la vía de emergencia, de productos con ensayos clínicos dudosos en el mejor de los casos, cuyos efectos adversos se ignoraban y se ignoran, y aplicada sobre grupos poblacionales de riesgo mínimo pasándose todo principio de precaución por el forrito de los cojones.
No compares.