Lo de Edelweiss no es normal. Supongo que interpreta una papel, porque le he venido siguiendo en las última páginas de este hilo, y se ha vuelto como una especie de fanático. No tiene sentido perder el tiempo con alguien que sólo atiende a su propio discurso y más que eso, que está interpretando un papel, el de loco. Así lo creo. Juega con nosotros.
Lo de China y la adopción del modelo australiano de 'covid cero', sólo les conduce a vivir en un permanente estado de esquizofrenia y someter al país y a la población a unas paralizaciones económicas, tensiones y convulsiones sociales que no creo que auguren nada bueno de cara al futuro, sobre todo porque si siguen con esa política tendrán que estar toda la vida actuando de esa forma. El virus no va a desaparecer. Y las cabezas no van a aguantar esas formas de proceder para siempre. Antes o después se romperá la cuerda.
Y para las personas de nuestro país que siguen aterrorizadas por todo, y más aún por la anunciada retirada de mascarillas en interiores, les pediria un poco de calma y que reflexionen. Llevamos más de dos años seguidos con trapo en la boca obligatorio en interiores... ¿Qué ha frenado eso? ¿La gente no se ha contagiado? Porque toda la gente contagiada es gente que obligatoriamente usaba el trapo... ¿entonces?
¿Qué ha ocurrido en países donde nunca ha sido oligatoria en el exterior o donde ya no lo es en el interior o donde nunca lo ha sido? ¿Han desaparecido? ¿Están todos muertos?
Frente al Covid-19 tenemos vacunas, vamos a tener mejores vacunas, como la española de Hipra, para dar a nuestros mayores y otros vulnerables como se da la de la gripe, y que junto con la inmunidad natural por los muchos contagios habidos y las recién llegadas medicinas hacen que podamos volver a nuestra vida normal de siempre. No sólo que podemos, sino que debemos.
Y no olvidemos que todo ello, ayudado por la propìa atenuación de la gravedad de virus. Lo que ahora existe no tiene nada que ver con la gravedad de la cepa original.
Pero claro, dos años de terror y miedo no se curan en un día, más si cabe cuando tenemos a energúmenos que aún a día de hoy ponen el grito en el cielo ante cualquier medida que signifique un paso hacia una vida normal.
Va para largo, lo sé. Pero espero ver, espero poder ver algún día una normalidad en las calles, aún con muchos trapos, y en interiores y transporte.
Pero costará mucho. La barrera del miedo y el terror, y por qué no decirlo, también de la estupidez y la ignorancia, es difícil de vencer.
Hoy en día las mascarillas se llevan por pura superstición, como un fetiche. Como quien agarra un crucifijo o lleva estampitas de la Vírgen.