Cualquiera que no tenga por cabeza un yunque, sabe que TODOS los fármacos o vacunas pueden producir efectos secundarios, algunos de ellos graves en una PROPORCIÓN ÍNFIMA afortunadamente, y que gracias a la investigación y mejora continua son cada vez menores con el transcurso del tiempo. Pero el riesgo "cero" no existe en nada, te repito, EN NADA.
Cualquiera que no tenga por cabeza un trozo de tocino rancio, entiende que si administramos una vacuna o fármaco a miles de millones de personas, tendremos más casos de efectos secundarios que otra que se administra en varios cientos o miles de millones menos que la primera.
Esto de las proporciones sobre totales es otra de las muchas cosas que tampoco parece que se te dé muy bien. (el inglés y las mates, te quedaban siempre para septiembre, ¿verdad?) Incluso podemos deducir de tus "números" que algo tan trivial como viajar en avión (se supone el medio más seguro de transporte) y por no hablar ya de conducir un vehículo (¿tienes ya el carnet o sigues pillando el "ALSA", so triste) son estas dos actividades mucho más peligrosas EN PROPORCIÓN que recibir una vacuna; que cosas, ¿no?.
Cualquiera que no sea un imbecil integral considera los riesgos y beneficios de vivir en sociedad, y que eso conlleva tambien una serie de leyes y normas de obligado cumplimiento, como puede ser la vacunación general de la población ante un patología potencialmente mortal sobre esa población. Incluso tenemos el derecho legítimo a no recibir esa vacuna, al menos en el mundo civilizado.
Así como también asume que los beneficios que recibe de disfrutar de ese orden social, legislativo o de cualquier otro factor que nos proporciona vivir en sociedad, son superiores a los prejucios que conlleva situarse fuera de ese marco regulador.
Siempre tienes la posibilidad de vivir fuera de ello, pero también quedas a expensas de tí mismo para algo tan simple como recibir cuidados médicos o disponer de otros servicios que nos proporciona vivir dentro de una sociedad organizada.
¿Tan triste e imbecil eres que tienes que darte tu mismo la palmadita en la espalda?No sé a quién me recuerdas
Te queda mucho que aprender y más aún por adelgazar, Doña Florinda.