Yo tengo pocos hamijos, aunque conozco a mucha gente en muchos lugares de España, aunque podría destacar a uno de cierto pueblo de Barsalona, que conocí hace como 15 años porque nos movíamos en los mismos ambientes culturales y político-ideológicos, padece de esquizofrenia y anda medicado con un montón de mierdas, le ayudó mucho la conversión a la fe católica. De joven se drogaba, emborrachaba y daba palizones a mendigos, pero a raíz de su conversión el tipo es afable, con buen carácter y de formación autodidacta, puedes hablar con él de cualquier tema. Hace unos años organizábamos viajes para hacer caminatas y algunos picos, el jambo es un portento físico, además de aficionado al tema prepper.
Luego tengo un hamijo esmirriado, gallego para más señas, que se ha quedado calvo y se ha follado a una gorda de notable tonelaje y le ha hecho una larva, en ese orden, al que conozco desde hace más o menos lo mismo que el anterior. Con este estuve trabajando en su día, es algo falto, pero buena persona, y de ahí que le tomen el pelo continuamente, ni se sabe el dinero que ha prestado sin que jamás le haya sido devuelto. En su día lo apalizaron unos ultras del furgol y estuvo a punto de quedarse moñeco.
El tercer hamijo que podría citar es un italiano, a este lo conozco desde 2014, al que conozco por cierto trabajo. Viene de una familia acomodada, burguesita, del norte de Italia, con una hermana ultrafollable pero inaccesible por lo estirada que es. He estado en la casa de este jambo varias veces, incluso estuvimos en Predappio (lugar de nacimiento de Mussolini) con su padre y otras gentes.
Y luego conozco a más gente, normalmente con perfiles por el estilo, mucho oligofrénico, lisiados y gente que en general suele vivir a contracorriente. Podría incluir alguna tipa en el listado, pero en realidad el hombre no tiene amigas a no ser que sea maricón. Si conectas con una golfilla cualquiera es para ensartarla, no para otra cosa, no jodamos, hoygan.