Esto va en cada uno. El que es un escaqueao en casa se escaqueará x100 y le distraerá cualquier cosa; el que es currante en casa currará x100 y no desconectará. Trabajar desde casa no implica ni lo uno ni lo otro, la casa no te obliga a nada; el que te obliga o no eres tú.
En mi caso personal depende de cómo tenga el día, porque ni soy un escaqueao ni soy un workholic. Hay días en los que me parto el pecho trabajando desde casa como no lo haría trabajando en una oficina donde estaría todo el día que si el cafelito que si salir al cigarrito que si uniéndome a una conversación insustancial y días en los que, simplemente, no tengo cuerpo de hacer gran cosa y no la hago. Lo normal es que haga un mix de currar y de distraerme, en función de cómo vaya la cosa o de la carga de trabajo que tenga pendiente. Al final no curro ni más ni menos que lo que haría en una oficina presencial, y me ahorro el mamoneo, las polladas de la gente y la falsa socialización laboral. Lo que sí hago muchas tardes es estar en modo pasivo, sobre todo los viernes, donde sólo hago lo que me va llegando pero no activo nada por mí mismo.
Lo que sí es importante es contar con un espacio habilitado ex profeso en casa para el curro, aislado de lo demás. No es buena idea estar currando en el sofá, en la cama o donde haces tu vida privada. Hay que tener un despacho o algo así que haga las veces de entorno laboral. Entrar en él, cerrar la puerta y ponerte a currar.
También es importante la impresión que des en la oficina central. No pueden pensar que tú eres un privilegiado que está en pijama rascándose los huevos mientras ellos están ahí partiéndose el pecho. Tienen que verte como si estuvieras en otra oficina, sin más, igual que ellos, que estás trabajando igual que ellos. En este sentido yo cuando tengo reunión por Skype me pongo hasta corbata -que nadie más que yo lleva-. Cuando me vieron por primera vez así en un Skype se sorprendieron, y les dije "es que para trabajar desde casa hay que estar con el chip del trabajo puesto y lo primero que te pone en el chip de trabajo es vestirte para trabajar". Nunca me han visto sin ella ni me verán, y se creen que a las nueve me visto de romano y me tiro así todo el día, aunque el 90% del tiempo esté en pijama y sin peinar. Jamás nadie me ha dicho "claro, es que tú desde casa... así cualquiera".
El punto negativo que le encuentro, al menos en mi caso, es que uno se tira el puto día sin hacer ni el más mínimo esfuerzo físico. De la cama vas al despacho, y luego al sofá o cambias -en mi caso- de ordenador y sigues en el mismo sitio. Hay días que no doy más pasos de los que hay del despacho al baño, y claro, luego uno sale a darse una vuelta y a los diez minutos está derrengado por falta de actividad física. Intento, y no siempre lo consigo, pasear a diario algo por aquello de que no se me queden las piernas atrofiadas. Pero cada vez tengo menos ganas