E. MILA: EN EL TERRORISMO INTERNACIONAL NADAES LO QUE PARECE

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16 Mar 2004
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ENTREVISTA CON E. MILA: EN EL TERRORISMO INTERNACIONAL NADA ES LO QUE PARECE

Redacción.- El 10 de abril aparecerá “11-M: Los perros del infierno”, libro de Ernesto Milà dedicado a analizar los atentados del 11-M. Hemos decidido incluir en krisis.info una entrevista con el autor en el que se repasa lo esencial del contenido de esta obra de investigación y análisis crítico. En esta entrevista se señalan algunos de los temas centrales del libro. Era necesario resumir su contenido y lo hemos hecho a través de una entrevista con su autor. Las respuestas que siguen nos sitúan en el centro de la crítica a la versión oficial.


ENTREVISTA CON ERNESTO MILA, AUTOR DE

11-M, LOS PERROS DEL INFIERNO

EN EL TERRORISMO INTERNACIONAL, NADA ES LO QUE PARECE



¿Cómo surgió la idea del libro?

El 11-M éste país sufrió un trauma del que difícilmente se recuperará. Desde los primeros instantes posteriores al atentado se fueron difundiendo informaciones manifiestamente falsas. Las elecciones estaban cerca. El día 12 cientos de españoles salieron a la calle en protesta por el crimen y el 13 cientos movilizados por la SER y por SMS, en plena “jornada de reflexión” se manifestaron al grito de “Queremos la verdad”. Pues bien, nosotros también la queremos: pero no sólo en la tarde del 13 y frente a una sede del PP, sino ayer, hoy y siempre: la verdad siempre. Este libro es mi contribución a la verdad.

¿Por qué cree que puede aportar algo a esclarecer lo que ocurrió el 11-M?

Desde principios de los años 70 he recibido adiestramiento en operaciones psicológicas. Sé reconocer cuando una información carece de veracidad y es un producto propio de la guerra psicológica. A partir de la misma mañana del 11-M, los medios de comunicación se convirtieron, en algunos casos voluntariamente y en otros de forma involuntaria, en difusores de una gigantesca campaña de operaciones psicológicas.

¿Tiene un conocimiento particular sobre el terrorismo internacional?

Nadie tiene un conocimiento particular sobre esta materia. Como máximo alguien puede afirmar que ha leído seis o seiscientos dossier emitidos por servicios de seguridad del Estado, dedicados al terrorismo internacional. Pero esto no implica que sepan ni entiendan de que va el tema. Walter Laqueur, director del Centro de Estudios Estratégicos de Washington lo ha dicho hace poco: “Llevo años estudiando el tema y todavía no sé en qué consiste”. Yo, probablemente, no conozco más que cualquier otro periodista esta materia; ahora bien, a diferencia de otros periodistas, yo he sido implicado en casos de terrorismo internacional.

¿Entonces, ha sido usted un terrorista?

En absoluto, si lo hubiera sido, habría purgado cárcel por ello. Nunca he sido procesado por ningún episodio de terrorismo. Lo cual no quiere decir que determinados servicios de información españoles y extranjeros, no me hayan vinculado al terrorismo internacional entre 1980 y 1984. En 1980 el diario stalinista francés “L’Humanité”, me acusó de haber sido el autor material del atentado contra la sinagoga de París. Y cuatro años después, Barrionuevo afirmó que yo había colocado la bomba en la estación de Bolonia que asesinó a 80 personas. Todavía estoy esperando sus disculpas... él, el ministro de los GAL.

¿Y no fue usted?

Evidentemente. El grupo de Abu Nidal fue el responsable de la bomba de París y en cuanto a la de Bolonia todavía hoy no está claro quien la colocó. Ningún juzgado se tomó en serio las acusaciones que pesaban contra mí.

¿Por qué fue acusado de esos atentados?

Por una serie de coyunturas políticas de la época. La transición estaba cerca y algunos servicios de seguridad del Estado juzgaban que era preciso generar la sensación de que existía una amenaza de extrema-derecha. Yo fui elegido chivo expiatorio. Ahora bien, era rigurosamente cierto que yo había estado vinculado en los años 70 a grupos de extrema-derecha en contacto con exiliados italianos de la misma tendencia.

¿Le ha servido para algo esta experiencia?

Pude conocer muy de cerca la manipulación que los servicios de seguridad italianos habían realizado en torno al fenómeno terrorista. Entre 1969 y 1983, estos servicios utilizaron el terrorismo, lo manipularon, lo mediatizaron e incluso lo generaron artificialmente, para estabilizar el gobierno de centro-izquierda. Posteriormente, Licio Gelli, fundador de la logia Propaganda-2, utilizó el terrorismo político a fin de generar en la opinión pública el deseo de orden y autoridad dentro de su proyecto de crear un régimen presidencialista. Entre la experiencia que adquirí como promotor de “operaciones psicológicas” y el impacto que me produjo ser “chivo expiatorio” en las ocasiones que le he mencionado, adquirí una gran sensibilidad ante los intentos de manipular el terrorismo político o generarlo.

En el libro, usted alude a su pasada militancia política ¿por qué?

Era necesario. Yo nunca niego ni reniego de mi pasado. Lo hecho, hecho está. Será mejor o peor, pero ahí está. Todos tenemos derecho a equivocarnos. Pero si cito algunos episodios personales no es con intención exculpatoria, sino por algo muy diferente. Lo que he intentado decir es “he visto otros episodios similares y a través de mi experiencia personal puedo certificar que se ha tratado de atentados cuyos ideadores tenían muy poco que ver con los chivos expiatorios a los que les fueron atribuidos”. No es que desconfíe de la versión oficial sobre los atentados del 11-M es que, para mí, es un dejâ vù. He visto atentados criminales que han sido manipulados para encubrir ajustes de cuentas políticos. Y yo mismo he sufrido las consecuencias de estas campañas. Por eso soy tan sensible a la manipulación del terrorismo político. Por eso creo que tengo algo que aportar a las denuncias sobre los intentos de manipulación del terrorismo que se han hecho desde distintos frentes.

¿Usted cree que algo de esto ha ocurrido con los atentados del 11-M?

Sin ninguna duda. La película de los hechos es altamente preocupante desde el mismo 11-M hasta el 7 de abril siguiente cuando tiene lugar la explosión de Leganés. En atentado tuvo lugar pasadas las 7:00 am, dos horas después, a través de la SER ya se vehiculizaban los primeros datos que podían considerarse de pura intoxicación ¿quién los filtró? Un comunicado de dos trabajadores de informativos de esa cadena indicaron que el jefe superior de policía de Madrid daba la información a Rafael Vera y éste, a su vez, las entregaba al jefe de informativos de la SER. Por lo demás, a partir de ese momento no pasó día en el que no se filtraran información intoxicantes.

¿Qué es lo que falla en la versión oficial sobre los atentados?

Las fuerzas de seguridad del Estado encontraron unas “pistas” que llevaban inevitablemente al locutorio de la calle Tribulete en Lavapies. Las dos “madres de todas las pistas” fueron la furgoneta hallada ante la estación y la bomba que no estalló. Sobre la primera cabe decir que ni siquiera está claro cómo fue sustraída a su dueño sin forzar la cerradura ni el contacto, y por qué en su interior, se encontró todo lo necesario para encaminar la pista hacia el mundo islámico. Sobre la bomba que no explotó sencillamente no se sabe nada: ni por qué no explotó (se han dado varias versiones), ni como apareció en la comisaría de Vallecas... pero estas dos pistas llevaron a Jamal Zougam y sus amigos, todos ellos, casi sin excepción, pequeños delincuentes, en absoluto terroristas y en absoluto ligados a medios islámicos radicales.

¿Luego está el episodio de Leganés?

Si la bolsa y la furgoneta son las “madres de todas las pistas”, la explosión de Leganés es “el padre de todas las confirmaciones”. En Leganés muere hasta el apuntados, caen todos los “eslabones intermedios” presuntamente implicados y el considerado “emir” del grupo, “El Tunecino”. Efectivamente, “El Tunecino” era un fanático religioso... el único del grupo. El resto eran marroquíes occidentalizados, con un ritmo de vida y un estilo que jamás hubiera aceptado un islamista ortodoxo y no digamos un fundamentalista. En Leganés mueren todos. Aún no está claro si la explosión fue con C4, explosivo militar utilizado en demoliciones controladas, o bien con Goma-2 ECO... lo cierto es que nunca sabremos lo que ocurrió en las últimas horas en el piso de Leganés, ni por qué una cadena de mando improvisada dio la orden de asalto, contraviniendo todos los protocolos habituales utilizados por los GEO.

¿Y qué decir de la casa de Morata de Tajuña?

Un fraude. Era el centro de un grupo de marroquíes. Allí celebraban sus fiestas y sus reuniones familiares. Poco más. Es posible que desviaran hacia allí contrabando o receptación de objetos robados, pero, desde luego, allí no funcionaba un grupo terrorista. Tres días antes de su detención, todo el grupo dio una fiesta con sus mujeres y sus hijos. Por otra parte, los vecinos los habían denunciado pensando que trasladaban objetos robados...

¿Pero se encontraron detonadores usados?

Si, de hecho, los famosos detonadores se han encontrado en todas partes. En la furgoneta, en Leganés, en Morata... igual que restos de explosivos que aparecían desperdigados allí donde la policía quería seguir alguna pista. Estas cosas no ocurren en el mundo real a menos que haya habido una “siembra” fraudulenta de pruebas. De hecho, eso es lo que creemos que ocurrió.

¿Y los explosivos?

Esa es la parte más truculenta de toda la trama. Aún no se sabe de donde salieron los explosivos. Contrariamente a lo que se ha dicho, el minero detenido Suárez Trashorras no ha podido responder a la pregunta de dónde ha sacado 250 kilos de dinamita y en torno a 200 detonadores. Sólo ha reconocido, y por eso está detenido, haber vendido unos pocos detonadores antiguos a un moro, hace tiempo. Fue detenido por haber estado vinculado en 2001 al hallazgo de un alijo de droga y una pequeña cantidad de explosivo y detonadores. La Guardia Civil ha revisado los estadillos de las minas de Avilés y no se explica de donde ha podido salir una cantidad tan alta de dinamita. Es mejor reconocerlo y ser claros: la policía no sabe todavía de donde salieron los explosivos.

¿Pero quién colocó las bombas? ¿cree usted en la “pista islámica”?

No creo que exista una pista islámica, como máximo podría hablarse de una “pista marroquí”. Pero ni siquiera es seguro que exista. Como sabe, los medios fundamentalistas marroquíes consideran que la Península Ibérica es Al-Andalus, tierra islamizada usurpada por “cruzados e infieles”. Algunos irredentistas marroquíes están dispuestos a emprender la reconquista de Al-Andalus. Pero, en este episodio, difícilmente puede percibirse esta intención. Mucho menos la implicación del terrorismo internacional y de Al Qaeda. De hecho, el mismo día 11-M se produjeron media docena de reivindicaciones islámicas, a cual más increíble y en los lugares más inverosímiles del planeta. Usted me pregunta ¿quién colocó las bombas? Pues bien, en principio, la pista islámica dista mucho de estar confirmada. De todas formas, no le extrañe que sea la que está en vigor: como sabe, el muerto “siempre se come el marrón” y en esta historia, como mínimo, ha habido siete muertos en Laganés.

Esto es poco tranquilizador. ¿Nos está diciendo que no entre la versión oficial y la versión real media un abismo?

Efectivamente. Es lo más probable. A ciencia cierta no sabemos quien colocó las bombas ni a qué organización terrorista imputar la autoría. Sabemos solo una cosa, y no es poco: quien salió beneficiado por el crimen. El principio de toda investigación policial es “¿A quién beneficia el crimen?”, y ese es el principio del que no hay que desviarse.

Eso ¿a quién beneficia el crimen?

Hay dos niveles de beneficiarios: el nivel nacional y el nivel internacional. Ambos están, de todas formas, unidos. A nivel nacional el máximo beneficiario es el PSOE. Eso es incuestionable: gracias al atentado y a la campaña de agitación psicológica que siguió, ZP está sentado en la Moncloa. A nivel internacional, los máximos beneficiarios son los adversarios de la intervención norteamericana en Irak. De hecho, en nuestro libro sostenemos que la dinámica que se creó a partir del 11-S quedó destrozada con los atentados del 11-M. Este dato debía servir para advertir en ambos atentados una matriz diferente: la dinámica intervensionista generada el 11-S y la “coalición”, saltan por los aires el 11-M. Es el “efecto ZP”. Como puede ver, lo nacional y lo internacional cierran un ciclo.

¿Creo usted que miembros del PSOE pueden estar implicados en la trama?

No lo quiero creer. De todas formas, distintos medios de prensa han lanzado acusaciones muy duras contra algunos personajes del PSOE. A estas alturas creo que se impone la creación de una comisión parlamentaria para investigar los atentados. No tengo mucha esperanza ni en la creación de esa comisión, ni en que pudiera llevar a buen término una investigación profunda sobre las responsabilidades de unos o de otros. Creo que, por primera vez, desde 1975, la sociedad civil debe de reaccionar por sí misma, si es que es capaz y si quiere que no vuelvan a suceder crímenes como estos...

¿...por?

porque, es evidente, que si no salen a la superficie todas las responsabilidades –y créame que estos atentados apestan literalmente- se corre el riesgo de que a partir de ahora cualquiera que quiera provocar un vuelco electoral en su beneficio o realizar una rectificación de la correlación natural de fuerzas políticas, recurra de nuevo al terrorismo. Si en Italia no han vuelto a producirse crímenes como este desde 1983, es, simplemente, por que la sociedad civil, los medios de comunicación reaccionaron y resultó evidente la implicación en las tramas terroristas de logias masónicas irregulares, oficinas ligadas a servicios de inteligencia y políticos corruptos. Italia hizo su catarsis. España todavía no. Esta es una buena ocasión. La sociedad civil debe reaccionar contundentemente o de lo contrario tendremos más terrorismo.

¿Cree usted que la crisis ha terminado?

Todavía no. Hay detenidos, habrá juicios y veremos los indicios racionales de criminalidad que perciben los tribunales. De momento sigue el goteo de episodios propios de la guerra psicológica: el domingo 18 de abril, el diario “El Mundo” difundió un dossier que cuestionaba frontalmente la versión oficial. Este dossier tuvo un impacto impresionante y circuló en millones de copias electrónicas por Internet. Por la tarde del mismo domingo, ZP interrumpía la proyección de la película de TVE y anunciaba la retirada de las tropas. En la madrugada del 18 al 19, el nicho del GEO Javier Torrenteras era profanado, el ataud arrastrado 700 metros, y el cadáver destrozado a golpes de pico e incendiado... El dossier de “El Mundo” quedó aprisionado entre el anuncio de alta cota (la retirada de tropas) y el de bajo cota (la profanación del cadáver). Se trata de una operación psicológica clásica. No, esto no ha terminado... va a haber escándalo para rato.

Usted ha ido variando su posición sobre los atentados ¿por qué?

Inicialmente pensé, como toda España, que los atentados habían sido obra de ETA. Luego resultó que no era. Pero más tarde quedó claro que alguien había querido que el gobierno cayera en la trampa y pensara, sinceramente, que era ETA. Más tarde se publicó la responsabilidad islámica y creo que fui de los primeros en denunciar que Marruecos es “el enemigo del Sur” (título de la crónica del “desencuentro” con Marruecos que publiqué en 2003)... Pero cuando examiné la versión oficial al detalle, ésta interpretación perdió toda su coherencia. Era, literalmente, imposible que unos marroquíes que nunca se habían sentido llamados por la política ni la religión, que no eran sino pequeños delincuentes, asumieran la tarea de reconquistas Al Andalus o seguir órdenes de un lejano e improbable Bin Laden. Desde el principio valoré los resultados del 11-M en función de la situación internacional y creo que es ahí en donde están las pistas más significativas: EEUU está implicado en un grave problema irresoluble en Irak. Han llegado al techo del unilateralismo y, han generado como rechazo, una dinámica multipolar. Tras los atentados del 11-M tuvieron lugar la masacre de 4 americanos en Falluja, escenificada delante de TV y que causó un impacto demoledor sobre la moral americana y la insurrección general de Semana Santa en Irak. Estos tres hechos marcan el final del unilateralismo americano: la defección de un pequeño país que apenas podía aportar 1600 soldados, seguida de la defección hondureña, luego de la noruega, el anuncio de la retirada polaca, etc. y las dificultades crecientes de la ocupación americana, han demostrado que Bush es un idolillo con pies de barro y cerebro de plomo. Para llegar a estas conclusiones era preciso que pasaran como mínimo 30 días tras los atentados.

¿Cree usted que puede haber alguna vinculación entre el terrorismo internacional y ETA?

No, en absoluto. Lo que no implica que el terrorismo de ETA no sea tan odioso como el de los criminales del 11-M. No, son dos campos diferentes. Contrariamente a lo que dijo Aznar, ETA y Bin Laden no son lo mismo. ETA está hoy a la desbandaba. Sus militantes ni siquiera son capaces de explicar a qué se deben los casi 200 militantes detenidos en casi dos años. Algunos empiezan a sospechar que una parte de la dirección está liquidando la organización y piensan más un salvar lo salvable que en la independencia de Euzkadi. ETA aspira hoy solamente a sentar al gobierno a negociar la suerte de los presos. Y no todos los dirigentes etarras están por la misma labor. Los hay que son conscientes de que la batalla se ha perdido y ya no queda nada que hacer. No albergamos la menor duda de que son estos los que están liquidando la organización. No olvidemos que lo último que le queda a ETA es el “tesoro de guerra”. Es evidente que se lo quedará el último dirigente que quede en libertad...

© krisis.info – [email protected]
 
Coño, Milá! Justamente hoy me preguntaba sobre el en el weblog...

Milá Milá, si me lee, pasese y comenteme como va todo.
 
No me creo ni una palabra que salga de la boca de un ultraderechista.
 
El terrorismo es un punto de vista. Matas igual montando guerras que metiendo coches bombas. Lo que a ti te parece absurdo para otros es la realidad de cada día, y viceversa, claro.
 
lo_camano rebuznó:
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Para contactar con Ernesto Milá, lo mejor es entrar en su weblog: www.krisis.info o, usar la cuenta que dejé en el textos publicado en dicha web: [email protected]

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Hablar sobre el 11-M me cansa profundamente. Superenlo. Solo los mediocres se quedan toda una vida llorando sus desgracias.
 
Más hipótesis sobre lo ocurrido el 11-M
¿POR QUÉ EL SERVICIO DE INTELIGENCIA ISRAELÍ ORGANIZÓ EL ATENTADO DEL 11-M EN MADRID?


Pasado más de un mes de la masacre del 11-M hay una pregunta que sigue estando en el aire: ¿puede un grupo de delincuentes comunes, gran parte de ellos fichados por la policía, preparar un atentado de estas características, sin que las Fuerzas de Seguridad del Estado consigan detectarlo?

Para dar respuesta a esta pregunta remontémonos al Líbano de 1982. El 6 de junio de ese año el ejército israelí invade el Líbano con la intención de acabar de una vez por todas con las bases de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), desde las cuales terroristas palestinos preparaban atentados e incursiones en Israel.

El ejército de Ariel Sharon, entonces ministro de Defensa, llega hasta Beirut, ciudad a la que somete a un asedio que causa más de 10.000 muertos y 20.000 heridos. Tras dos meses de combate, el mediador norteamericano Philippe Habib logra el compromiso de la OLP de desalojar Beirut Oeste a cambio de garantizar la seguridad de la población palestina afincada allí. La OLP abandona la ciudad el 1 de septiembre y la fuerza multinacional el 10 de ese mismo mes. Del 16 al 18 de septiembre los campos de refugiados de Sabra y Chatila son ocupados por Las Falanges Libanesas (grupo armado libanés financiado y apoyado por Israel) que junto con la colaboración del ejército israelí se entrega a una orgía de sangre en la que se asesina en dos días a más de 2.000 personas, la gran mayoría ancianos, mujeres y niños (los hombres capaces de empuñar armas se habían retirado tras el acuerdo suscrito hacía sólo 15 días).

La masacre de los campos de refugiados tuvo una virulenta reacción internacional que obligó a Israel a abandonar Beirut y posibilitó el despliegue de una fuerza multinacional estadounidense con soldados británicos, franceses e italianos. Al mismo tiempo la opinión pública israelí exige abrumadoramente la dimisión de Menajem Beguin (Primer Ministro) y de Ariel Sharon.

El informe de la Comisión Kahan (encabezada por el presidente del Tribunal Supremo de Israel, Eailan Kahan) determinó las responsabilidades políticas y personales de ambos personajes, lo que ocasionó la dimisión de Sharon aunque no así su enjuiciamiento.

Al fin, la fuerza multinacional abandonaría el Líbano después de que el 23 de octubre de 1983 un atentado suicida de grupos palestinos radicales causara la muerte de 241 marines. El Servicio de Inteligencia israelí, el Mossad, sabía que se produciría este atentado pero no avisó a los EE.UU. No quería testigos incómodos ni ejércitos capaces de estabilizar la zona. Después de esto el Líbano se vio inmerso en una guerra en la que no menos de 5 bandos luchaban entre sí financiados por Irán, Siria e Israel y con los ejércitos de estos dos últimos países presentes en la zona. (la ocupación israelí duraría hasta el año 2000).

En resumen : la estrategia de Menajem Beguin y de Ariel Sharon para evitar los ataques y atentados de la OLP desde el Líbano consistió en provocar una guerra civil que mantuviera “entretenida” a la OLP, al gobierno libanés y al resto de grupos armados, provocando de paso matanzas que mermaran el número de palestinos que un día podrían decidir regresar a Israel. Algo cruel pero simple: si se matan entre ellos no tendrán tiempo de atacarme a mí. Sharon demostró que el asesinato de miles de personas no sería un obstáculo si lo que estaba en juego era la seguridad de Israel.

¿Cuál es la situación de Israel en el día de hoy? Desde el comienzo de la última intifada, los atentados suicidas han hecho que la población israelita viva en tensión permanente. Salir a tomar un café o montar en autobús puede convertirse en cualquier momento en el prólogo de una masacre. Esto ha hecho que el pasado año, por primera vez en la historia de Israel, se hayan marchado del país más judíos de los que han llegado para establecerse. Israel ya no es ese lugar seguro que los sionistas de principios del siglo XX soñaron para acoger a todos los judíos perseguidos del mundo; más bien es el lugar del planeta donde un judío tiene más posibilidades de ser asesinado.

La encrucijada en la que se encuentra Ariel Sharon, actual Primer Ministro israelita (increíble pero cierto), no es sencilla; el proyecto de Estado por el que lleva luchando toda su vida corre peligro de hacer aguas ante la galopante natalidad palestina y la huída del país de la población judía. Sabe que o termina con el terrorismo palestino o lo que puede dar por terminado es el estado de Israel.

Hace ya tiempo que Sharon ha amenazado a Irak, Irán y Siria con agresiones armadas, responsabilizándoles de ser los instigadores del terrorismo palestino (realmente nadie duda de que sean ellos). Hay una realidad que se viene cumpliendo en los últimos 50 años: cuanta mayor estabilidad hay en estos tres países más atentados palestinos se producen y más israelitas mueren. La única opción que le queda a Sharon es la guerra abierta o conseguir a través de terceros que estos países se vean inmersos en el caos repitiendo el “experimento” que llevó a cabo en el Líbano.

En esta dinámica lo que más le interesa a Sharon es que las tropas de la coalición abandonen cuanto antes Irak para llegar a una situación de guerra total en el país en la que previsiblemente se verían implicados Siria e Irán. En el caso de este último, su implicación es algo más que segura puesto que el 60 % de la población iraquí es chiíta, rama del Islám mayoritaria en Irán; de nuevo pues, los mismos actores de la Guerra del Líbano.

¿Cómo conseguir esto? No hace falta interpretar un guión diferente al de Beirut en 1982: el Mossad toma contacto con un grupo resistente iraquí y le da apoyo logístico y armas para que hostigue a las tropas extranjeras y a los otros bandos en litigio con la promesa de que una vez las tropas de la coalición sean expulsadas el apoyo israelí les dará la victoria definitiva sobre los otros grupos armados.

Lo más sencillo para el Servicio de Inteligencia israelí habrá sido entrar en contacto con los restos del antiguo servicio secreto iraquí y del ejército de Saddam. No olvidemos que en su día EE.UU ya utilizó al ejército de Saddam para mantener a raya al régimen integrista de Jomeini. Es decir, ya tienen práctica en meterse en guerras “de encargo”. Esta estrategia aderezada con macroatentados como el de agosto pasado en la Mezquita de Nayaf, en la que murieron 91 fieles, generaría el mismo caldo de cultivo ponzoñoso que ha mantenido en Guerra Civil al Líbano durante más de 25 años.

Este atentado merece especial atención. Nadie reivindicó su autoría y se achacó a los disueltos servicios secretos de Saddam. Sin embargo un atentado contra una mezquita, lugar sagrado para cualquier musulmán, no parece obra de ningún iraquí y mucho menos del socorrido Bin Laden; parece más bien obra de algún servicio secreto poco respetuoso con la fe islámica y muy interesado en que estalle la guerra civil. El Mossad empezaba ya a dejar sus primeros rastros.

No hay que olvidar que el Mossad antes de ser servicio de inteligencia fue grupo terrorista. Antes de que el 15 de mayo de 1948 Gran Bretaña terminara su mandato sobre Palestina y permitiera a los judíos la formación del Estado de Israel, había tres grupos armados judíos (Stern, Irgun y Haganah) que realizaban actos terroristas contra objetivos británicos y árabes como medio de presión para conseguir sus fines. Las acciones más sonadas fueron el atentado del Irgun en el Hotel Rey David en 1946 que ocasionó 91 muertos y la matanza en la aldea palestina de Der Yassin donde según la Cruz Roja Internacional murieron 254 personas (muchos palestinos ante esta masacre decidieron abandonar el país).

Los componentes de estos grupos armados fueron los que, una vez formado el Estado de Israel, constituyeron la oficialidad del ejército israelita y de sus servicios secretos. Concretamente el líder del grupo Stern, Menajem Beguin, a llegado a ostentar el cargo de Primer Ministro. Siendo ya Primer Ministro, Beguin llegó a declarar: “No hubiera habido Estado de Israel sin Der Yassin”.

Es decir, que el Mossad históricamente está bien familiarizado con las tácticas terroristas: sabe como planearlas y ejecutarlas y sabe medir perfectamente el efecto psicológico que en un país tiene un atentado con cientos de víctimas como el de la Mezquita de Nayaf o el de Atocha en Madrid.

Volvamos a la situación actual de Irak. A diferencia de lo que hizo en el Líbano, esta vez EE.UU se ha rodeado de una coalición de más de 30 países, de los cuales destaca Inglaterra, Italia y España. Ahora mismo un atentado contra los marines o en suelo americano contra población civil no supondría el abandono de la zona por parte de EE.UU. La conmoción del atentado contra Las Torres Gemelas con más de 3000 víctimas hace que aún hoy grandes sectores del pueblo americano estén a favor de la invasión de Irak, puesto que en su día se hizo responsable al régimen de Saddam de apoyar a la Red Al Qaeda (a la larga no se ha podido demostrar ninguna conexión).

Desanimar a Inglaterra y conseguir que abandone Irak tampoco es fácil. Gran Bretaña a diferencia de España sí participó en los combates directamente y la opinión pública británica aguantó el tirón sin reclamar la vuelta de las tropas, a pesar de las bajas sufridas. Se puede pensar incluso que ante un atentado en cualquiera de estos dos países (EE.UU y Gran Bretaña) el ánimo de la opinión pública podría galvanizarse y pedir más mano dura en Irak.

Si Israel quería dar un golpe de efecto que abriera una brecha en la coalición debía hacerlo en un país con “más garantías”. Como siempre, la cuerda se rompe por el sitio más débil y en este caso el sitio más débil era España. El gobierno del Partido Popular apoyó la intervención en contra de la opinión de una gran mayoría de españoles que así se lo hicimos saber con una serie de manifestaciones sin precedentes en Europa.

Para cualquier analista medianamente avispado era previsible que una matanza en Madrid justo antes de las elecciones generales causaría un vuelco en los resultados electorales. Los analistas del Mossad no son unos personajillos medianamente avispados, son componentes del que nadie duda en calificar como el mejor Servicio de Inteligencia del mundo.

La pregunta que se nos plantea ahora es la siguiente : Si el Mossad organizó el atentado en Madrid ¿Cómo es que después de más de una treintena de detenciones no se ha podido establecer ninguna relación entre los marroquíes de Lavapiés y el Mossad?

Esto se consigue organizando el atentado en diferentes niveles:

Nivel 1- Mossad

Nivel 2- Restos del antiguo servicio de inteligencia de Saddam

Nivel 3- Brazo ejecutor formado por los marroquíes de Lavapiés

El diseño del atentado: lugar, fecha, tipo de explosivo, planificación en general correría a cargo del Mossad. La búsqueda del grupo que ejecute el plan sería misión de algún/algunos ex-agentes de Saddam Hussein con numerosos contactos en el mundo del terrorismo integrista. Los miembros del nivel más bajo jamás sabrán quien organiza y financia la operación, puesto que sólo uno de ellos es el que tiene contacto con el nivel superior para recibir instrucciones y dinero. De esta manera se aseguran de que, aunque se detenga a todo el comando, no pueda ser descubierto el verdadero origen de la operación, a no ser que se detenga a la persona clave que tendrá la firme determinación de que jamás le cogerán vivo.

Cabe destacar en este sentido que, de todos los detenidos, sólo el grupo de Leganés decidió suicidarse. Casi con toda seguridad uno de aquellos suicidas era el contacto clave entre el nivel 2 y el 3. Con su muerte se llevó a la tumba gran parte de las posibilidades de poner nombre y apellidos a esta trama.

La única pista que hasta el momento parece llevar hasta la autoría de elementos del ex-ejército iraquí la proporcionaron los Servicios Secretos italianos. A principios de año avisaron al CNI español de que había rumores de que Walid Salem Omar, ex–coronel de Saddam tenía prevista su llegada a España el 6 de febrero de 2004 dispuesto a cometer atentados. Su empresa, Ibn Fernas, está englobada en el grupo Hispano Arabe, S.A. que tiene su sede social en el Pº de la Habana de Madrid. El CNI siguió esta pista y redactó un informe de dos hojas en el que se especifica que Walid se había detenido en Siria y había sacado una gran cantidad de dinero en metálico de un banco de Damasco. Según el escrito viajaría con ese dinero y habría hecho una escala técnica en Marruecos, concretamente en Agadir. A parte de esto el CNI no obtuvo nada más de la investigación de Walid.

A pesar de todo, todavía quedarían los contactos entre el nivel 1 y el 2 que podrían haber sido detectados por el CNI y haber llevado a la neutralización del atentado. Pero para detectar esto habría que hacerlo directamente en suelo iraquí que es donde el Mossad debe estar actuando con menos tapujos. Aquí es donde encaja el asesinato en pocos meses de 8 agentes del CNI, algo sin precedentes en la historia del Centro.

En su momento se dijo que la emboscada del 28 de noviembre en la que murieron 7 de los 8 agentes asesinados en total, era un atentado de resistentes iraquíes contra objetivos españoles. Sin embargo, estas siete personas no eran unos objetivos normales. Eran agentes de incógnito, difícilmente identificables por simples resistentes. Habría sido mucho más fácil atentar contra los acuartelamientos españoles, perfectamente localizados y con decenas de soldados pululando a su alrededor uniformados y fácilmente reconocibles.

Quienes mataron a estos agentes sabían bien a quien disparaban, como parece demostrarlo el hecho de que días después del atentado de Atocha, la policía italiana detuviera a un marroquí sospechoso de ser terrorista y encontrara en su poder una cinta de vídeo en la que se había grabado la documentación de 7 de los 8 agentes del CNI asesinados en Irak.

A todas luces alguien proporcionó a los “resistentes iraquíes” la identidad de estos agentes. ¿Y quien es capaz de “pinchar” los archivos del servicio de inteligencia de un país? ¿Un grupo terrorista? ¿Los restos del servicio de inteligencia iraquí, en situación precaria desde la invasión norteamericana?. Alguien capaz de robar información del CNI sólo puede ser otro servicio de inteligencia; y no uno cualquiera, sino uno muy bueno; uno como el Mossad.

Los 8 agentes del CNI fueron asesinados para obstaculizar sus investigaciones en Irak que les podían haber llevado a descubrir que se estaba preparando la carnicería de Atocha. Fueron pues las primeras víctimas del 11-M. Se puede decir que eran los cabos sueltos que había que ir atando.

Pero aún quedaban más cabos sueltos. Una vez decidida la masacre en Madrid y elegido el grupo que la iba a cometer había que asegurarse de que la conmoción por el holocausto llevara a un cambio de gobierno que supusiera la retirada de las tropas españolas de Irak.

La fecha se eligió minuciosamente. No podía ser después de las elecciones, ni tampoco mucho antes, ya que el Partido Popular podría tener tiempo de rehacerse. Debía ser sólo tres días antes y que en esos tres días todo ocurriera de forma que el PP quedara KO.

En la Nochebuena de 2003 la organización ETA intenta un atentado calcado al del 11- M : trenes, mochilas bomba y como objetivo una estación de tren en Madrid, la de Chamartín. El buen hacer de las Fuerzas de Seguridad del Estado impide la masacre. 15 días antes de las elecciones, de nuevo las Fuerzas de Seguridad del Estado abortan otro atentado en Madrid, interceptando una furgoneta cargada con 500 kgs de explosivos a su paso por un pueblo de Cuenca. Se estaban sentando las bases para que el PP se tragara el anzuelo de la autoría etarra.

¿ Cómo encajan estos hechos dentro de la trama del 11M?

En el estado en el que se encuentra la organización terrorista ETA, el CNI debe tener no uno sino varios topos infiltrados en ella. El más famoso topo que el CNI ha tenido en la cúpula de ETA, conocido como “El Lobo”, describe en el libro que publicó cómo el mismo estimulaba a la banda en períodos de baja actividad para que cometieran atentados y así favorecer la detención de sus activistas. En esta dinámica es fácil imaginarse a algún elemento del CNI dando la orden a los topos de ETA para que prepararen los dos atentados, anteriormente citados, poco antes de las elecciones.

Esto nos lleva a la conclusión de que dentro del CNI tiene que haber alguien que estaba al tanto de lo que iba a ocurrir en Madrid el 11-M. Alguien con capacidad de mando sobre las operaciones de infiltración en ETA, que usó a sus subordinados haciéndoles cómplices involuntarios de un atentado que esta vez, desgraciadamente, no iba a ser fallido y que además facilitó la documentación de sus compañeros para que fueran asesinados en Irak.

De nuevo nos tenemos que hacer esta pregunta : ¿ quien tiene capacidad para tener un agente doble en el servicio de inteligencia de un país? evidentemente, un grupo terrorista no; tiene que ser otro servicio de inteligencia y no uno cualquiera, seguramente el mejor.

A partir del momento en que se produce el atentado, el Partido Popular recibe información sesgada o claramente manipulada para que abiertamente crea que es ETA la responsable. Los dos intentos fallidos que había protagonizado la banda terrorista parecían no dejar lugar a dudas y el ministro Acebes termina de ahorcar al PP con sus cuestionables apariciones en televisión. No termina aquí el papel del CNI. En su comparecencia en los medios de comunicación, Rubalcaba, portavoz del PSOE, reconoce que desde el primer momento su partido tuvo información filtrada por el CNI que señalaba a grupos islámicos como autores del atentado. Esto por sí sólo es una grave irregularidad puesto que el CNI debe ser una caja hermética que sólo dé información al gobierno en funciones. Si a esto unimos que la información que dio a PP y PSOE no fue la misma (ahí están los papeles del CNI que a destiempo y con todo perdido desclasificó el PP) la sospecha de que alguien dentro del CNI formó parte de la trama del 11-M se hace más sólida.

La persona que debe buscarse es alguien que tenga acceso o mando directo sobre las operaciones de infiltración en ETA, las operaciones del CNI en Irak y la gestión de la información que se da al Gobierno. Tantas responsabilidades sólo pueden descansar en una persona que esté muy, muy arriba, en la Dirección del Servicio de Inteligencia, a nivel de número 1 o número 2. No sería la primera vez en la historia que se pierden batallas, guerras y haciendas por tener un traidor en la parte más alta de la tabla.

El último punto sospechoso en relación al atentado es la rapidez con la que se iban encontrando pistas que determinaban claramente quienes eran los responsables. Fue algo vertiginoso y nunca antes visto en otros atentados de Al Qaeda, que siempre tarda meses en reivindicarlos y es experta en no dejar pistas (a día de hoy sólo se ha juzgado a una persona en relación con los atentados de las Torres Gemelas). Era como si los terroristas, como en el cuento del niño en el bosque que va dejando miguitas para que le encuentren, estuvieran empeñados en que se les descubriera cuanto antes, mejor dicho, justo antes de las elecciones del 14 M.

Con todo lo expuesto hasta ahora queda claro que el atentado fue minuciosamente preparado no dejándose nada al azar. A dos meses vista del mismo se han cumplido los objetivos: las tropas españolas se van, desencadenando un rosario de retiradas de otros países, el Mossad no se ha visto implicado ni de lejos, e Israel aprovecha la conmoción internacional frente al terrorismo islámico para recrudecer su política contra los palestinos.

El único fallo del Mossad en toda la trama ha sido su deseo de dejar todo atado y bien atado, que le ha llevado a sobreactuar. Meses antes del 11-M el Servicio de Inteligencia israelí avisó no una ni dos sino ¡10 veces¡ al CNI de que se iba a producir un atentado en Madrid, realizado por grupos islámicos. Cuando este se produce, la reacción israelí fue de golpes de pecho y gran enfado porque ellos ya lo avisaron y el CNI no hizo caso. Sin embargo, cuando han sido requeridos para que faciliten la información que les había hecho estar tan seguros de que se iba a perpetrar el atentado, han declarado que en el fondo ellos también se habían visto sorprendidos porque ninguno de los grupos que ellos investigaban estaba relacionado con los detenidos en Lavapiés.

Cabe preguntarse : si ninguno de los grupos que ellos investigan tiene relación con los detenidos en Lavapiés ¿De dónde parten los rumores? Si llega a tus oídos un rumor de atentado sólo puede venir de grupos que tú investigues, evidentemente no de grupos que no estás investigando. Para el Mossad el atentado no era ningún rumor, era una certidumbre, puesto que ellos lo planearon. Avisaron para cubrirse las espaldas y porque sabían perfectamente que quienes cometerían el atentado iban a ser en su mayoría delincuentes comunes que en ningún caso estaban relacionados con las redes integristas. Si el CNI investigaba a los grupos islámicos que tenía controlados, fiándose del chivatazo israelí, jamás podría llegar al comando de Lavapiés, puesto que este era un comando atípico constituido casi por completo (salvo dos o tres elementos) por delincuentes comunes que están fuera del ámbito de investigación de los expertos en terrorismo integrista.

Termino este análisis recordando las palabras de Abraham Burg, Ex-presidente del Parlamento Israelí, cuya voz se ha alzado virulenta contra el gobierno de Ariel Sharon.

“Israel ha entrado en un proceso de decadencia moral. Un F-16 ataca un edificio en el que viven inocentes y los oficiales dicen que no les quita el sueño. Estamos carcomidos. Yo no puedo olvidar que en nuestro Gobierno hay tres tipos de ministros. Unos quieren la Guerra con Siria; otros, con el conjunto del mundo árabe y los terceros, la guerra sin más”.

Autor : Roberto Serrano
 
muy interesante todo esto,yo me inclino por ver la mano del mossad es ese atentado como explica ese articulo.
 
Yo ya no se que pensar. pero no me cabe en la cabeza que una panda de vendendores de moviles ambulantes y unos manguis y confidentes de la policia sean los responsables de esto.
 
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