Como dicen por ahí, estupidomedidas de salón que ni chicha, ni limoná.
Esto de tener al empleado de X a Y horas, pues sí, pero en la línea de la fábrica, donde está perfectamente cronometrado el número de piezas, de aprietes de tuercas, de naranjas en la caja, o lo que sea.
Pero en oficina, hay que joderse. El que es medianamente bueno en su curro, va, viene, fuma, mea y se pajea tan ancho las veces que hagan falta. Pero lo hace por eso, porque Don Fulgencio se enciende el puro tranquilo sabiendo que si llama el sábado por la tarde al empleado para que le arregle la vida, el empleado lo hace. Y ya.
Respecto a los funcis, como si no tuvieran medidas de control. Gestionadas por otros funcis, claro. Imagen ilustrativa al canto:
Así que es perder el tiempo también.
Por último, comenta el phorer algo que si las denuncias a Trabajo, que si pitos, que si flautas.
Así que Macario, nuestro hombre de paja, se mete 14 horas al día cargando sacos de 50kg de cemento sin botas de seguridad y sin pollas en vinagre, manejando carretillos sin saber dónde tiene la izquierda, y con contrato de administrativo. Pues va Macario, y denunsia, y hete aquí que a los 6 meses (seis) aparece, si Dios lo quiere, un hinspestor. Macario lleva 5 meses pululando por otras tres empresas, no se acuerda ya ni de la denuncia, ni del capataz. Así que el hinspestor va, y se mete un almuerzo king size con el gerente que, ¡anda!, es primo de la amiga de la señora del hinspestor.
Y así vamos, viento en popa.