¿Y la culpa de que un empleado no sepa hacer la O con un canuto es de?
My pleasure.
En la PYME, el hamo está pensando en renovar el Cayenne, sus dos putas oficiales, dónde meter al hijo tonto, y en el próximo viaje de turismo sexual al tercer mundo. El resto, se la pela.
La dirección de masters del huniberso se compone de
-El hijo listo, que llega a las doce a la oficina y dice "Fulano, pim-pam, pim-pam", y se va a comer con un cliente para no aparecer más.
-La putita del hamo, comprando complementos por internet de 8 a 15. Se va a por el hijo, que sale del cole, y no vuelve.
-El hijo tonto del mejor cliente. Un rehén, básicamente. Bastante tiene con abrocharse los botones de la camisa hecha a medida, y deja hacer a todo el mundo lo que quiera. Porque claro, el mundo sabe, él no. Y el mundo sabe que no sabe, que lo hace peor.
-Los currelas, que a las 12 han terminado todas sus obligaciones. 5 horas por delante leyendo el Marca, majete, que a ver quién se lo come.
Y claro, que se le acabe el currele al currela que quiere currelar, implica ir en modo Oliver Twist al jefecillo de turno, que es básicamente ponerle a currar y a pensar y/o bajarse los pantalones y cagarle en los zapatitos. Lo mismo lo uno, que lo otro.
Y así va la cosa.