Los humanos somos seres muy curiosos, pero cuando hablamos de la conducción,
esta curiosidad puede jugarnos una muy mala pasada.
La DGT ha alertado en varias ocasiones del “
efecto mirón” y el peligro que supone en carretera. Este fenómeno consiste en aminorar la marcha, o incluso detenerse por completo, para poder observar mejor algún incidente en la carretera, habitualmente un accidente.
Consecuencias del efecto mirón:
- Retenciones. Reducir la velocidad para observar con detenimiento un siniestro vial provoca retenciones, incluso en el sentido contrario al lugar del suceso.
- Colisión por alcance. Al centrar la atención en el incidente, retirándola de nuestra conducción, corremos el peligro de colisionar con el coche de delante, por no mantener la distancia de seguridad necesaria.
- Daños físicos serios en caso de colisión. Si se llega a producir una colisión por alcance, los daños físicos ocasionados se pueden agravar por la postura forzada que suelen tener los conductores, al estar mirando por la ventanilla o con el cuello inclinado para observar mejor.
- Retraso de servicios de emergencia. Si hay un atasco provocado por conductores que paran a mirar el incidente, es probable que los servicios de emergencia tengan ciertas dificultades para llegar al lugar.
En cualquier caso, los efectos de esta mala práctica al volante son negativos. Si te encuentras con un incidente en carretera,
evita curiosear y mantén la distancia de seguridad con el resto de vehículos. Y, en caso de presenciar el accidente, recuerda y pon en marcha el principio
PAS:
Protegerse a uno mismo y al lugar del accidente -
Avisar a los servicios de emergencia -
Socorrer a las víctimas.
A lo expuesto en negrita en tu comentario, cabestro, en numerosas ocasiones ya está la guardia civil y los servicios de emergencia en el lugar de accidente, con lo que sigue tu puta marcha y no jodas la circulación.