Hablar sobre superioridad racial es algo bastante delicado. Yo no creo en ella. Pero hay que ser justos, las sociedades nórdicas (Gran Bretaña y los países anglosajones, Alemania, Holanda, etc.) superan al resto abrumadoramente. Yo no sé las causas de esta superioridad, tampoco ningún investigador ha dado con la respuesta. Ha habido todo tipo de intentos intelectuales por dar una explicación a semejante desequilibrio entre los nórdicos y los demás pueblos. Por ejemplo, tenemos la obra de Max Weber, “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, en donde el autor explica que las causas del progreso y riqueza del pueblo nórdico radican en la metafísica protestante, pero yo no lo creo, es más, estoy por afirmar que el protestantismo es una consecuencia de la manera de concebir la existencia del nórdico, no una causa. Ha habido otras obras, como “La decadencia de Occidente, una morfología de la historia universal” de Oswald Spengler, o “La palanca de la riqueza” de Joel Mokyr, que también han tratado este tema profusamente; pero no han podido dar una respuesta satisfactoria al problema. Desde el punto de vista científico-técnico, la historia universal la han escrito los nórdicos. Afortunadamente, existen dos razas que rompen la regla, y estas son la judía y la japonesa. Son tantos los genios universales que ha dado el pueblo judío y en unas condiciones tan precarias que resulta completamente asombroso. Los judíos europeos han sido excelentes en todo tipo de ciencias y artes, tanto como los nórdicos. Los japoneses son otro pueblo extraordinario, pensar que en los años 60 estaban peor que España y que ahora son muchísimo mejores es algo que nos tendría que hacer reflexionar.
En cuanto a la historia de la civilización española, es para ponerse a llorar y no parar (he dicho civilización española, no cultura española, son dos cosas muy distintas).