El gran punto fuerte masculino: a más edad, más atractivo, APROVECHALO y LIGA

¿Y qué es lo que quieres, amigo pollas? Cuéntanos, ábrenos tu corazón de forero.

Es curioso que yo también me cuento ya como cuarentón sin haber llegado aún a la cuarentena.
 
ilovegintonic rebuznó:
Pues a mí aún con barbaza, no barba, barbaza que me la puedo agarrar con el puño y aún sobresale por debajo, me siguen echando entre 27 y 33. Alguno o alguna tira por lo alto y dice 35, pero se les ve que están añadiendo un puñado de años a los que ellos creen que tengo. Absolutamente nadie me echa mi edad. Absolutamente nadie. Como un día me dé por afeitarme (a lo clásico, por supuesto), que no me dará, que ya son muchísimos años con la barba, no sé qué edad me van a echar ya. Hace unos meses me enrollé (sólo morreo, shit) en un garito con una fulana de veinticinco que me echó veintisiete y cuando le dije mi edad real se quedó dos segundos que no podía articular palabra y abrió los ojos como dos platos. Dijo, literalmente, "eh... oh... eh... eh... bueno, eh... me da igual, me sigues pareciendo igual de atractivo".

Esto de seguir ligando a los treintaymuchos o cuarentay depende básicamente de tu apariencia. No se trata solo del nivel de cartonismo, se trata también de la mella que en tu cuerpo hayan hecho los años (tripa, arrugas, papada). Si a esto le añades según qué vestimentas de padre, atuendos rancios, cortes de pelo de repelente niño Vicente, gafas de profesor jubilado, etc., el cartel de cuarentón no te lo quita nadie, y con ese cartel no ligas una mierda salvo entre divorciadas pasadas de vuelta. Y las trazas de cuarentón las puedes tener a los veintimuchos también si te lo montas mal y la genética no se porta bien contigo.

El famoso gráfico este es simple y llanamente una mierda como un piano de cola.

Es que eso de lo que hablas es una cosa distinta de lo que están diciendo de que "con la edad el hombre gana valor sexual". Vamos, que va en la línea contraria: gustas porque no aparentas la edad que tienes. Eso sí que es un plus. Porque si una persona no aparenta la edad que tiene y encima tiene acumulada la experiencia del paso de los años (más una posición económica más desahogada que en los años mozos), pues entonces sí ha ganado valor sexual con la edad. Pero esto, a parte de ser efímero (ya te llegará la vejez a la apariencia), ¿en cuántos se produce? ¿En 2 tíos de 100? Es mera anécdota.

La ropa hace mucho, sin duda alguna. Mejor dicho: el saber vestir bien allana bastante el terreno. Pero claro, hablar de ropa con la panda de gañanes que por aquí deambulan, es perder el tiempo. Aún así, me deja intrigado su estilismo.

Y me reafirmo en lo expuesto antes: la peña confunde el ganar puntos para tener una pareja (carga) estable con atractivo sexual. Pero ahí que están los pobres angelicos auto-engañándose de que la petarda del tercero es un saco de huesos viejos con 40, pero a él, que no le hace falta gomina para peinarse desde hace 5 años y con cuatro tallas más de pantalón que con 25 años, es un objetivo sexual entre las veinteañeras cachondas.


Pepepollas rebuznó:
No es que estudiara como un cabrón, porque tardé 7 años en licenciarme porque raro era el fin de semana que no cerraba una discoteca o dos, pero tampoco era un ligón ni mucho menos. Más bien era el típico tío normal que cae bien pero que no destaca por su belleza o machoalfismo. De vez en cuando un colín, alguna novia y poco más. A partir de los 30 es cuando mejor fueron las cosas.

Ahora a los cuarenta (yo ya me cuento como cuarentón, aunque falten 2 años) más que recuperar terreno, que ya es complicado, la ventaja que tienes es que ya conoces muy bien el terreno en el que pisas. En mi caso, estoy muy seguro de lo que NO QUIERO. Y eso, en todos los órdenes de la vida, es fundamental para evitar errores y disgustos que generan traumas.

La mitad de esos rivales masculinos que citas, estén ya casados o no, sorprendentemente, aún no lo saben. y van dando palos de ciego, llegando a un punto totalmente lamentabla.

Eso es fundamental y eso sí que lo otorga el paso del tiempo. Y creo que no miente por simples detalles que ha comentado de su vida profesional.
 
Es que es mentira que el hombre gane valor sexual con la edad. Es que es mentira esa gráfica. Hay muchísimos, pero muchísimos, condicionantes y variables para determinar el valor sexual de un hombre, la edad es sólo uno de ellos, y decir "con la edad uno gana en valor sexual porque con veinte no follaba y con treinta sí" es tanto como decir "con veinte, que iba afeitado, no follaba y con treinta sí, y llevo patillas de hacha, así que las patillas de hacha son la clave, nenes". Lo principal para ligar es ser guapo y tener un cuerpo decente, y no arruinarlo con la pinta que lleves. Punto. Luego podrás ser un simple, que dará igual, o no saber hacer la o con un canuto, que dará igual. Eso sólo te llevará a ligar con un perfil de tía o de otro, pero no a ligar cuantitativamente más o menos, ni siquiera cualitativamente, porque igual siendo guapo, teniendo buen cuerpo y siendo un catetazo te hinchas a follar chonis estúpidas e iletradas que estén buenísimas.
 
THORNDIKE rebuznó:
¿Y qué es lo que quieres, amigo pollas? Cuéntanos, ábrenos tu corazón de forero.

Es curioso que yo también me cuento ya como cuarentón sin haber llegado aún a la cuarentena.

No sé lo que quiero, Thorndike. Nunca lo he sabido. Me muevo por impulsos, o más bien, por discriminación positiva. Si no me gusta, fuera, me gusta o no me disgusta, me lo planteo. Por ahora no me ha ido mal así.

Por ejemplo, cuando estudié en la uni, elegí unas 70 posibles carreras. Tan sólo dirigí mis primeras elecciones a que fueran de la rama biosanitaria, o informática, pero recuerdo que llegué a solicitar incluso alguna carrera de letras (yo era de ciencias).

Salió Farmacia, que no tenía ni idea de cómo era. Cuando tenía 18 años, lo que sí sabía es que NO QUERIA seguir en el pueblo trabajando en el negocio familiar. De aprobar 3º BUP en septiembre raspado, con asignaturas todavía pendientes de 2º de BUP, saqué el COU con notable-sobresaliente, en Junio.

Desde jovencito NO QUERÍA tener que pedirle la paga a papá. Desde los 14 años trabajo. También he sido parado, claro, pero NUNCA he tenido que pedir dinero para mis vicios. Me liciencié y me puse a trabajar, pero a los dos años dejé un puesto de trabajo fijo porque NO QUERIA desperdiciar mi vida detrás de un mostrador y haciendo guardias en una farmacia. Estamos hablando de Mayo del 2008, sabiendo lo que venía por delante, que ya era vox populi.

El día que se acabó la prestación de desempleo (ese tiempo lo aproveché para formarme con un Master) me hice autónomo. No tenía clientes, ni sabía muy bien qué servicios iba a ofrecer. Pero no quería estar parado sin ingresos. Los comienzos fueron durísimos, pero era feliz, porque NO QUERIA volver a tener jefe.

En las chicas, por entrar en el tema del subforo, siempre he sabido muy bien con la que NO quería nada. Ojo, me refiero a las que eran pibones, y de hecho, alguna me hizo ojitos. Pero mi instinto me decía que no eran trigo limpio. Unas veces, me equivoqué, otras muchas acerté. Otros le tiran a la víbora con la que se cruzan, pensando con la polla, y así les va. Yo también he fracasado, claro, pero sin daños colaterales, ni venganzas mezquinas.

La que fué mi relación más estable, me obligaba a hacer algo que NO QUERIA, volver a ser asalariado. Cipoteca, bodorrio y tal. Boda sí quería entonces, pero yo NO QUERIA tener hipoteca, ni tampoco quería volver a mi mierda de curro. Me dejó. Otros hubieran plegado velas, vuelto al mierda de curro que tenían por seguir siendo mandados por un coño. Ahora, soy libre y por suerte tengo una vida más o menos desahogada.

NO QUIERO tener hijos. Al menos ahora mismo. Quizás en el futuro, pero por ahora , tengo claro que NO QUIERO. Y menos todavía criar hijos de otros. Casi todas mis relaciones posteriores hubo desechos genéticos de por medio. Siempre les deje muy claro desde el principio este punto. Algunas aceptaron un tiempo eso. Otras fue un polvo y adiós.

Las que tuve relación mas o menos larga, eran mujeres independientes, porque NO QUIERO tener una relación con una mujer que no trabaje.

Las que tenían niños, sus hijos eran o primero. Pero NO QUIERO que lo sean para mí.

NO QUIERO ser pobre. Por eso cada vez tengo más ambición en mi curro. De ser un simple comercial a montar una consultoría import-export. No soy rico, ni sé si quiero serlo. Porque NO QUIERO en mi vida cosas que me esclavicen. Si acaso, el curro, pero no me importa, porque sí me gusta.

Luego si me acuerdo cuento más, pero creo que con esto más o menos te lo aclaro Thorndike.
 
Me parece que el post de Pepepollas es toda una lección, no ya de ligue, sino de vida. Admirable la claridad de ideas, admirable la resolución con la que va tras ellas, admirable la voluntad y la férrea determinación de nuestro compañero. Quienes nos lean y sean jóvenes y se encuentren que no saben por dónde tirar bien harían en fijarse en lo que ha dicho Pepepollas y adoptar esa línea de pensamiento como norte, como brújula vital.

Bravo, me quito el sombrero.
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Pepe Pollas nos ha dado una lección de vida.
Yo ando en una tesitura parecida, y no me he podido sentir más identificado.

La pena es que seguramente sea un gordo deforme con la cabeza hundida en una papada.
Y entonces el mensaje pierde glamour.
 
Lo que es mentira es que tener un buen cuerpo e hincharse a follar estén relacionados, follar es demasiado catabólico.

Con los años de paciente observación he podido concluir que si se necesita un físico rocoso para ligar es simplemente para sobreponerse a traumas y problemas de relación con los demás que de otra manera no permitirían un primer acercamiento. El aspecto en sí es lo de menos, del mismo modo que habrá desviados a los que les atraigan especialmente las pelirojas o las chicas con sorpresa. El entorno es mucho más importante, sin ir más lejos. Cualquier skinnyfat con los dientes picados que le lleve los focos a Turbo a los bukkakes va a follar más que vosotros por el simple hecho de interactuar permanentemente con chicas sin ninguna clase de escrúpulo. El ligar es tan relativo al entorno que cualquier intento de relacionar características individuales con éxito sexual, en frío y sin tenerlo en cuenta, es tan absurdo que me sorprende que aún se sigan comentando por aquí, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) viendo los rangos de edad que manejáis. Absurdo, estúpido y naíf.

Cada vez entiendo menos a los hombres mayores de 30 años que pierden tiempo reflexionando sobre este tipo de inquietudes. El anuncio de que la Playboy dejará de mostrar mujeres desnudas me hizo recordar el otro día la primera paja que me hice, que fue una paja seca. Fue con una revista que se llamaba El Víbora y que un colega le cogía a escondidas a su padre, pero sólo podía traer un par de ejemplares por semana y antes de ir al cole, luego tenía que devolverlas para que no se diera cuenta. La espera de cada día antes de saber si mi colega habría poder traer revistas me producía más emoción que tener sexo real actualmente. Echo de menos la excitación antes de follar, pero del mismo modo que mirar Doraemon los sábados por la mañana, coleccionar tazos o salir el domingo en bici con mi padre. Es un sentimiento igual de infantil y organizar la vida alrededor de perseguirlo me parece un comportamiento propio de idiotas que siguen obstinados en vivir intentando reproducir unas emociones que ya nunca volverán. Por mucho que envuelvas regalos y los amontones debajo del árbol y digas que ahora vives la Navidad a través de tus hijos, jamás será lo mismo a no ser que seas retrasado mental y te den ten todos los alimentos en formato papilla con una cuchara de plástico. Supongo que será parte de ese viejo dicho según el cual lo mejor de tener algo es conseguirlo. Pocas verdades hay en la vida, esta es de las pocas y como todas las demás es igual de amarga. La primera vez que follé salté a por todas con el cuchillo en los dientes con años de preparación a base de porno codificado, bangbus pre-HD y estrujar las tetas a las compañeras de clase más fáciles. La verdad es que era una chica muy guapa, con unas tetas tersas y turgentes, ni demasiado empalagosa ni demasiado fría y que se fue justo después de acabar a los 3 minutazos a pelo. No hubiera salido mejor si lo hubiera planeado a conciencia. Bueno, pues lo detesté. Más allá de sacar el veneno no me hizo feliz, me invadió el tipo de hastío que sientes cuando por fin consigues una cosa que habías esperado durante mucho tiempo con más ganas de lo que realmente vale, y ha seguido así desde entonces.
 
ilovegintonic rebuznó:
te lamo los tarzanetes, Pepepollas
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Gracias, gracias, estimado público. Ahora suena bien, pero han sido muchos años de sinsabores y disgustos. Y es difícil mantener la línea. Son muchas las réplicas de "Tú lo que eres es un egoísta que sólo piensas en tí mismo". Sobre todo con el género femdom, que siempre busca cómo doblegar esa línea de pensamiento vital.

Pero es que yo no conozco otra. No sé por qué coño estamos en la vida, pero cojones, para una vez que voy a estar, no voy a estar a disgusto, ni quiero que nadie me la amargue.

THORNDIKE rebuznó:
Pepe Pollas nos ha dado una lección de vida.
Yo ando en una tesitura parecida, y no me he podido sentir más identificado.

La pena es que seguramente sea un gordo deforme con la cabeza hundida en una papada.
Y entonces el mensaje pierde glamour.

Fofisano y papada todavía sin marcar. Me veo la polla cuando meo. En la cama, en el postpolvo, todas gustan de acariciarme la barriga :lol:
 
La ansiedad (y su traducción al lenguaje corporal) por follar es otro de los aspectos básicos a la hora de afrontar el apareamiento. Nada como mostrarse naturalmente despreocupado por una fémina para que a ésta se le disparen todas las alarmas y despliegue innumerables tácticas encaminadas a llamar tu atención. Y si además la interfecta sabe que usted es un ser "felizmente" emparejado, ya es una cuestión de Estado.

Nunca he ligado tanto como teniendo novia y/o no proponiéndomelo. Cuando el varón es un tipo físicamente normal y necesita meterla, se delata. Cuando está tranquilo, relajado, no se deja embaucar por los cantos de sirena de la zorrupia de turno... Ahhh, amigooo... Es otro cantar.

Respecto a las edades, yo he ligado 20 veces más cualquier año de pasada la treintena que de los 15 a los 30 juntos. Por varios motivos: la experiencia (conocer al enemigo es una ventaja), la mejora física (durante buena parte de la década de los 20 bien tuve novia, bien fui un puto gordo, bien ambas cosas) y la despreocupación. La tranquilidad de jugar sin presión, de saber que que todo llega y que marcar es una mera cuestión de tiempo y de que no merece la pena perderlo con según qué fulanas es una ayuda inestimable.

Hoy me he encontrado en el Carrefour con una tía que me follé el año pasado. Yo la he visto a ella y me he hecho el loco, aunque creo que ella me ha pillado haciendo el ninja. Estaba y sigue estando buenísima, pero lleva una mochila encima que ni medio foro junto así que una y no más. Una pena, pero no compensa. Fin del anecdotón.
 
Este hilo está derivando en un auténtico "five stars".

Con lo aislado y solo que me hallo en cuanto a hamijos imaginarios, con los que realmente me apetezca estar, no puedo dejar de ser invadido por la nostalgia que me produce asumir que nunca dejaréis de ser avatares pixelados junto a un texto que sólo Dios sabe qué tipo de ente lejano y degenerado se ha dedicado a redactar entre paja y pajote.

Espero, por muchos años, seguir leyendo vuestra mierda en este reducto de realidac que nos cobija día tras día.
 
La gente quiere amor, pero no el amor que le ofrece la vida, que es un amor flácido, malgastado, con posos extraños y sospechas; ese amor rancio que conviene como mal menor. Quiere involucrarse apasionadamente en aventuras transcendentales, quiere tomar decisiones inauditas, adentrarse y recorrer éxitosamente caminos inexplorados, marcar con su huella la terra incognita de lo exclusivo. La gente, en defintiva, para su desgracia, quiere vivir, y sobre todo amar, por encima de sus posibilidades, reclamar la corona, coronarse en el trono, hablar y ser admirado ante multitudes entregadas. Quiere a la chica más guapa, la casa más grande, los hijos más legítimos y el perro que cague los zurullos directamente en la bolsa de las cacas. No sabemos vivir, y por lo tanto, no sabemos amar. La vida nos decepciona y al igual que los primitivos buscamos el regreso de la Edad de Oro, de nuestra merecida entelequia, de la loa del juglar a los pies de nuestra estatua.

Llegaran, inevitablemente, como una profecía redentora, los cuarenta, pletóricos, esbeltos, ferales de coños y albricias. LLegará la cuarta década de nuestra vida para nuestro solaz, para hacer justicia, para hacer converger miríficamente nuestras aspiraciones y nuestra realidad. Y entonces la crisálida florecerá y seremos, por fin, plenos y cincelados, nosotros en una gloriosa y necesaria autenticidad, viviremos nuestra vida, la que nos correspondía, y no ese simulacro sórdido y decepcionante. Se caerá la costra, las escamas indignas, el caparazón que nos cercaba y nos mostraremos al mundo refulgentes y perfectos como una aparición. "Tengo cuarenta años y aquí estoy: admiradme, amadme, soy YO. Ahora si."

Puede ocurrir también que lleguen las hernias, la alopecia y los implantes dentales. Que el cajón de los tangas se convierta en el cajón de las bragas, que esas mariposas delicadas y fragantes, se descuelguen terribles y agostadas. No es previsible, se dan única y afortunadamente, casos excepcionales, pero pueden sucederse impotencias, sequedades hostiles, alientos sulfurosos y estrías ajando ese cuerpo tan amado...oh, tempus fugit, tan amado. Pero..¿que ha de temer un forero que ha nacido para la gloria y las orgías? La biología y sus procesos categóricos no son de nuestro reino. Nos elevaremos impulsados por nuestras potencias imperiales, por nuestra voluntad suprema sobre ese mar proceloso que anega y hace naufragar al resto de los hombres. LLegarán los 40 y el horizonte destellará con dorados augurios. Caminemos, cuarentos y treintañeros impacientes, todos de la mano, hacia nuestro merecido vergel. Un hombre, un harem, esa es la ley.
 
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