Bien en tratarme de usted sin saltar en la misma oración al tuteo como un subnormal, mal en no saber utilizar la expresión 'sin acritud', el 'y por favor' y el 'porqué'. Progresa adecuadamente.
Bueno, pues llevaba varios años de estudios filosóficos y el salto místico-esotérico se dio con naturalidad a través de autores como Hegel, Heidegger, Leibnitz y ya metidos en harina el descubrimiento de esa maravilla que es René Guénon. El estudio de la astrología es en realidad bajar a las catacumbas de toda la sabiduría occidental que bebe de una misma tradición oculta por donde también discurren las doctrinas de la alquimia y de la cábala. El precio a pagar por este conocimiento prometeico es el descrédito con el que han señalado a sus seguidores relacionándoles con la ridiculización que se hace de ellos a través de frases de periódicos y programas de televisión local a las 2 de la mañana. Las charos y los milennials se quedan en la parte más superficial, que es la comparación de personalidades como si de cromos de fútbol se tratase; vosotros juzgáis eso y no tenéis noción alguna de la profundidad de esta herramienta que ofrece autoconocimiento y conocimiento cosmológico ilimitados. Ha de ser así. Yo soy fuerte, me expongo y sonrío cuando un ignorante se atreve a considerarse más lúcido que yo porque dicen que 'creo' en algo. Vivimos en la edad de hierro de los Vedas y los ignorantes que hicieron una carrera o un FP de ciencia y tecnologías a quienes sólo se les enseño una serie de procedimientos mecánicos se piensan con la soberbia gremial que les inculcan ser parte de la élite intelectual del planeta, muahahahaha.