naxo
Muerto por dentro+
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Cabrones, hace un tiempo puse aquí el enlace a un divertidérrimo blog que hablaba sobre fracasitos béticos y sevillistas. Dentro de ese blog hay una sección conocida como "La crónica de Jesús Alterado", una parodia en clara alusión al ¿periodista? Jesús Alvarado, sevillista hasta la médula que se dió a conocer radiando los partidos del Sevilla FC en Radio Sevilla FC.
Quería compartir uno de los estractos de esas crónicas, aun sabiendo que no sabréis apreciarlo, dado vuestro absoluto y vergonzoso desconocimiento sobre todo aquello que tiene lugar más alla de Marca y Sporc.
Si algún sevillista del foro siguiera vivo lo sabría apreciar, pero no es el caso.
En fin, aquí va y que os den por culo, aunque yo me lleve descojonando todo el día con ésto.
Quería compartir uno de los estractos de esas crónicas, aun sabiendo que no sabréis apreciarlo, dado vuestro absoluto y vergonzoso desconocimiento sobre todo aquello que tiene lugar más alla de Marca y Sporc.
Si algún sevillista del foro siguiera vivo lo sabría apreciar, pero no es el caso.
En fin, aquí va y que os den por culo, aunque yo me lleve descojonando todo el día con ésto.
Mafia, yo os maldigo.
Dicen que por haber perdido contra el Villarreal van a echar a Marcelino, el estratega supremo.
Que hay mal ambiente.
Recordad la pantomima aquella que nos quisieron colar con que el míster estaba enfrentado con Kanouté.
Mentirosos.
Porque yo al que miente lo llamo mentiroso.
Marcelino y Kanouté estaban comentando el último capítulo de “Fringe”.
Y no estaban de acuerdo acerca de lo que pasará en el próximo.
Eso era lo que estaban discutiendo.
Pero ya se sabe, el Capitán Matutano de turno suelta un mantra y todos los mindundis de la lechuga mediática la repiten hasta la saciedad.
Pero aquí estoy yo para denunciar las mentiras, las insidias y las injusticias.
Y para defender a muerte a mi entrenador.
Si hemos perdido contra el Villarreal, o contra el Málaga, o contra el Valencia, o contra el Rayo Vallecano, o contra el Real Madrid, o contra el Levante, o contra el Athletic de Bilbao, o contra el Granada, o contra el Hannover, o no hemos sido capaces de ganarle a ese equipo del que tanto me cachondeo a diario porque nada significa para mí, no es por otra cosa que por la mafia arbitral que nos persigue por la campaña contra el reparto televisivo liderada por Don José María.
Mi Presidente.
Tu Presidente.
A ver si os enteráis, mestallizados, tanto pitar ni pitar, no tenéis ni puñetera idea de fútbol, os ha comido el tarro el portal abutanado, sois sevillistas de finales, a ver si os entra en vuestro diminuto cerebrito.
Don José María no tiene por qué hacer caso a vuestros silbidos injustificados.
Y encima tenéis la sinvergonzonería de aplaudir al sobrevalorado e inepto de Borja Valero, y no aplaudir a jugadores de superior calidad como Trochowski o Rakitic.
Así que Marcelino seguirá siendo el entrenador del mejor equipo de Andalucía de ayer, hoy y siempre, espero que por muchos años, le pese a quien le pese, y yo estaré aquí defendiéndole, contra viento y marea, batallando contra todo pseudoperiodista que…
Un segundo, me vibra el móvil.
SMS de Don José María.
Me gusta que Don José María me haga vibrar.
Un segundo que lo lea…
…OK, ya.
Como iba diciendo, a la puta calle.
Marcelino, adiós.
Pero no con el corazón, sino con una patada en el culo.
No estás a la altura del Sevilla Fútbol Club.
Yo siempre lo dije.
Pero este sujeto engañó al infalible Monchi con promesas incumplidas.
El traidor de Carañés.
Has hartado a la afición con tus tonterías, y Don José María, siempre atento para cumplir los deseos de la sagrada afición del Sevilla Fútbol Club, infinitamente sabia, te manda al INEM.
Tú fuiste el que no quiso que viniera Borja Valero, ese gran jugador que tan bien nos habría venido, algo que ha sabido ver nuestra grada con el aplauso que ha regalado a este magnífico futbolista al ser retirado del campo.
Por tu culpa, por tus mentiras y tus incompetencias, el Grande de Andalucía está en ese puesto que no merece.
Ni siquiera has conseguido que te apoyen los jugadores de tu propia plantilla.
Sólo hay que ver el enfrentamiento que tuviste con el Gran Kanouté.
Adiós, Marcelino, adiós.
Nadie te echará de menos.