La sociedad actual me recuerda a algunas pelis de principios de los 90. Pelis americanas, donde veías lo cabronazos que llegaban a ser los medios, los políticos y cómo el ciudadano de a pie se quedaba con el culo al aire. Más o menos como los primeros 15 minutos de "un día de furia".
Lo triste es ver que eso a día de hoy es la puta realidad en cualquier ciudad de Ezpaña y de Europa. Hemos importado la mierda que llevaba años cocinándose en EEUU. Se ve que el efecto de darnos palos hasta el infinito con la segunda guerra mundial ya pasó y un día resultó que se perdió el norte y los que sufren son aquellos que todavía lo mantienen (salvo por el hecho de hacer cualquier tipo de trato con un gitaner). Mientras, los que se pasan el bonito concepto del "estado de derecho" (concepto que en realidad no conozco la definición pero me imagino que es algo así como "vive y deja vivir") por el forro los cojones son los que disfrutan la vida loca sin que nadie les tosa.
Tengo muy asimilado en mi fuero interno que si un día me sucede algo personalmente de esta índole, la cosa no acabará bien, pero probablemente para ellos (los que me toquen los huevos hasta el punto de no retorno), si bien puede que yo acabe malamente y, en el mejor de los casos, encarcelado.
Pero prefiero eso a sufrir pensando en cómo se están riendo de la gente que más quiero, de aquello por lo que he luchado, en mi puta cara.
Diréis que es pecheo de forero detrás de su pantalla, pero veo estas cosas cada día desde hace años en Bruselas (sí, me repito como Leger, que todo quisqui sabe que vive en Alemania), pero es verdad. Se te agría el carácter. Parece que vas siempre con el seguro de la pistola puesto y que ni caminar tranquilamente puedes. Al final te das cuenta que hay un resorte, uno, que puede hacerte volver majara y acabar a tiros, de nuevo, como un Michael Douglas de la vida en la citada película. Pero es verdad.
Creo que no hay mayor sufrimiento moral para con uno mismo que ver que te ninguneen como estos gitanos, como ese rafita de la Sandra Palo, como el hijo de puta que mato a Sandra del Castillo o como la becerra de la Juana Rivas esa con los crios. Que al final, lo menos malo es estar enchironado, que te haces un favor a ti mismo y a la sociedad, pese a juzgarte y castigarte. Un win win, cujons.