Me dicen que le vieron derramar una lágrima después de constatar su derrota electoral. La primera lágrima que te vi derramar fue hace casi diez años, en un Fiat Uno color plata, bastante destartalado. Iba bastante borracho, la verdad, pero recuerdo aquella primera lágrima, tus dientes de delante aunque separadas, tu cabello de poca calidad y sin tratar y la piel no uniforme. Pero tenías el encanto de los mares del Sur, Briongos, todo bien bajo. Yo quería que fuera por el culo, porque una socialista siempre se ha de vejar, ha siempre de darle escarmiento y al fin y al cabo nosotros somos soldados. Pero entró tan fácil que me creí fracasado y que había sido por delante. Me pareció feo corregir el tiro y lo dejé estar como estaba. Agridulce sensación. El roce había funcionado, pero el soldado no acababa de tomar la posición que el alto mando le ha ordenado. Después sin embargo, ya solo, ya en casa, haciendo el pipí antes de acostarse, tan entrañable y que tanto nos reconcilia con nosotros mismos, una profunda sensación de victoria me embargó al verme levemente manchado de caca. Son horas tibias, son horas dulces, son horas viejas que el tiempo nos lleva. Ayer, después de casi diez años, la volvimos a encular.
Muerto por dentro
Freak total
Veterano
Freak
Forero del todo a cien
