Pero mira que se debate una y otra vez lo mismo, una y otra vez, hasta la saciedad, y seguimos sin enterarnos del asunto. A ver si en este hilo se consigue dilucidar la verdad objetiva y absoluta de una vez y para siempre, y Rubén se queda ya tranquilo.
Siempre se acaban asociando dos cosas que se supone que están relacionadas, pero que realmente no siempre tienen mucho que ver.
1. El tamaño del miembro viril.
2. El grado de disfrute sexual de la mujer.
Pues a ver, con unas caricias y medio dedito (cuatro centímetros o menos), me consta que alguna que otra ha tenido un orgasmo de esos de "déjame aquí tranquilita un rato que estoy en la gloria".
Otras, con un rabo de veinte centímetros bombeando en plan locomotora total mientras su pobre vagina se adapta como puede al asunto, se han quedado sin su orgasmo, así en plan "¿pero ya está? ¿al final no me corro?", y con cara de bobas.
Es de suponer que el primer caso, con un miembrote de veinte centímetros, habría hecho disfrutar a la orgasmada más aun que si tuviese un tamaño medio (y el tamaño medio está entre los diez y doce centímetros, para el que tenga dudas). Pero también es de suponer que aquel que no tenga ni zorra de cómo poner caliente a una mujer, y que vaya a lo suyo exclusivamente, ya puede tener una viga de teléfonos ahí abajo que la chavala aparte de alegrarse al ver esa cosa grande, pocas más alegrías va a tener.
Así pues ¿El tamaño importa?
Pues si, coño,
el tamaño importa, pero como ya hay un dicho popular por ahí,
también hay que saber usarla. El tamaño por si sólo no vale para nada si el que hay pegado al megamiembro es un gañán que no sabe hacer otra cosa que meter y descargar.
Aprended a usarla, y el tamaño puede llegar a ser algo muy secundario (eso para hacer también de este mundo un lugar mejor, solidarizándome con la autora del hilo
).
Y ya por comentar un poco:
Pilar Cristóbal rebuznó:
No hay medida ni volumen que supere la fuerza de imaginación , el poder del deseo y los niveles de ceguera que nos proporciona la excitación.
Ahí la mujer tiene toda la razón. Todos esos factores son los que en definitiva consiguen que una mujer tenga un orgasmo bestial, el papel de su pareja es llevarla a ese estado y mantenerla ahí un buen rato: éxito asegurado y complejos de micropenes fuera, Gñe.
ilovegintonic rebuznó:
El tamaño sí que importa y el grosor más. Y el que diga lo contrario la tiene pequeña.
Estoy de acuerdo, pero me remito a los párrafos anteriores, y repito de nuevo: un buen miembro de considerable tamaño no es garantía de nada. No es mi intención protagonizar el hilo, pero yo creo que no estoy mal dotado, y no soy precisamente el mejor follador del mundo, otros, que presumiblemente la pueden tener más pequeña, pueden perfectamente follar mejor, y las chavalas disfrutar más de la follada en si.
Ampliar también esto para decir lo obvio: el follar no lo es todo, de hecho puede ser una gran culminación para una sesión de sexo estupenda, pero hay otras mil cosas aparte de la penetración que dan tanto, o mucho, más placer, y son más necesarias para garantizar un buen orgasmo.
Candela rebuznó:
Mientras la puntita me de en el cervix cuando subo las piernas, vale.
Bien hermosas, y ya si puede ser, que tengan forma de hamaca.
Poned ilustraciones para que el hilo sea más didáctico y mi siesta más amena.
Pues si.
El tamaño, la forma, y el cómo y el donde son la clave. Y en cuanto a eso hay variedad de gustos. Que cada una encuentre el que le proporcione lo que más le gusta.
O mejor aun, que lo hable con su pareja y aprendan a disfrutar en la cama. Que en muchas ocasiones la falta de comunicación convierte lo que podría ser una vida sexual muy plena, en una contínua fuente de frustraciones.
ruben_vlc rebuznó:
Necesito que Katua conteste, no puedo creer que una tía de su edad sea tan inocente de pensar que esta noticia importa realmente a alguien o sirva para que algún tío se quede tranquilo.
Necesito sinceridad, Katua.
Rubén, tu polla parece bastante apta (vamos, digo yo ¿eh?, que en realidad ni idea
), pero si te sirve de algo mi opinión, te diré que si follas bien no es gracias a tu polla, sino más bien a todo lo que acompaña a esta.
Si, influir influirá en el placer que des, pero el mérito no es de tu polla en si misma, es tuyo, en todo su conjunto.