Y una vez me tocó de acusación en un caso gordo duro de violencia. Ecuatorianos sin papeles los dos. Casi la mata, la encajó entre el vater y el bide, ella de rodillas con sus bracitos atravesados y se los partió saltando encima. Cuando la vi (1,50 media ella) estaba destrozada, le había roto los brazos, llevaba escayolados, pero la cara era un cromo y el pelo, el tembleque... Todo. Lo presenciaron los compañeros de piso. Él un tío de 1,90.
Pues fiscal no pidio, juez denegó prisión preventiva, la pedí yo solo. El tío una cara de asesino impresionante. Sin papeles ni dimicilio ni hostias. Pues lo dejaron suelto, no apareció y han pasado ya unos 6 o 7 años de eso y no volví a saber. Ni quiero saber.
Es todo bastante asqueroso, a mí a veces se me parte el corazón.