Las mujeres estamos diseñadas por la naturaleza para querer tener hijos. Cuando estamos en nuestros días más fértiles tenemos más deseo sexual, nos despiertan instinto las criaturas pequeñas, no solo bebés, sino también animales indefensos.
Hace unos años tuve un palo gordo, gordo. Intenté que se me pasara antes de llegar a mi casa para que mi madre no lo notara, me maquillé y todo. Nada más llamar al timbre y abrirme, me dice: ¿Qué te ha pasado? Eso solo lo pueden detectar las mujeres mamis con esa conexión casi casi paranormal.
Evidentemente no somos puramente animales y es lógica la decisión de una mujer de no querer tener hijos por no tener que sacrificar su éxito laboral, su tiempo, porque las circunstancias en pareja no son las adecuadas, por infertilidad, etc. Pero la que no tenga instinto, ay amigos, dudad de esa.