Uno de los problemas es que no sabemos conformarnos con la felicidad efímera, y que no asimilamos el paso del tiempo.
Otro es que pensamos que el tiempo pasado fue mejor, cuando éramos jóvenes y bellos, y tendemos a sobredimensionar nuestros buenos momentos del pasado, como si todo el pasado hubiese sido la ostia. No sabemos disfrutar de las pequeñas cosas porque solo entendemos la felicidad con las grandes cosas.
Cada etapa vital tiene sus momentos. Si no viviste esos momentos ya es tarde.