Yo contra los sudacas he visto cosas gloriosas, como por ejemplo que en los Bajos de Aurrerá, en Argüelles, heavies y bakalas malotes se unieran para ostiar a un grupo de lisensiados que no dejaba de molestar a hembras de uno y otro palo allí reunidas, a las puertas de sus locales de ambiente correspondientes... Fue glorioso y épico ver cómo a los monos les caía leña de la buena.
Que se atrevan a salir de sus ratoneras reggetoneras y pisen antros decentes debería de ser motivo de cárcel para semejantes bonobos