Cogí un bus Barcelona-Almería este sábado para ir a Valencia y puedo corroborarlo. Pasajeros blancos éramos 4 o 5. Es bastante más barato que el tren (que no sean AVE) y tarda prácticamente lo mismo.
The real question is por qué la gente paga el doble por hacer un trayecto en tren.
Los baños de la estación de autobuses de Valencia son zona de cruising, por cierto.
Interesante eso que dice, señor Risketete, yo creo que todos los baños de todas las estaciones de bus de Hezpaña son zona de mariconismo sórdido. Lo de la estación sur de Mandril es de traca; varias veces he ido a la capital del reino en el Socibus y el trayecto ha sido un infierno: Críos llorando las putas seis horas que dura el trayecto, negrada y morupios a tope apestando todo el espacio, gente hablando en voz ALTA cuando casi todo el pasaje está sobando al hacer el trayecto de noche, incomodidad extrema si se te sienta un gordaco al lado, y yo qué sé qué más. Recuerdo una vez que casi me saco el carajo y me hago una paja allí mismo.
Justo en el asiento situado al otro lado del pasillo pero pegando al mío viajaba una golfa sin acompañante al lao, era de noche y el autobús viajaba a media capacidad de peña. Tanto detrás de la guarra como detrás mía no viajaba nadie y los viajeros ubicados más cerca de nosotros estaban sobaos profundamente. Como era ver-ano, la puerca iba con una camiseta hiper mega escotada que dejaba ver uno de los tetones casi hasta el pezón y el otro hasta el pezón directamente, vamos que iba enseñando las tetas literal se podría decir. Pensé en machacármela, echarme la lefa en la mano y salpicarle toda la falda de vuelo jipiosa que llevaba puesta, pero me rallé pensando que podía haber cámaras allí y que al llegar me entrullarían en Gordo del Real por ejemplo, con lo cual al final no hice nada.
Al llegar a la estación me encontré exactamente lo que el señor de incógnito ha posteado en la foto, con el agravante de los servicios como decía al principio. Entré para soltar los meaos y solo diré que en el compartimento de al lado alguien le estaba comiendo el nabo o pajeando a otro alguien, se oía perfectamente; eran mariconetis por supuesto, de haber oído una voz femenina me hubiese buscado las vueltas para intentar participar. Antes de terminar de mear ya tenía a un menda con la pinta de Profesor (el de los bukkakios) mirándome fijamente, le dediqué una mirada de criminal carcelario y en seguida desistió de sus intenciones mariconiles.
Luego bajé por las escaleras mecánicas para coger el metro en dirección Usera y vi algo que me dejó loco, y que me recuerda ahora que el otro día hablaron de eso en la Secta. Un nota, móvil en mano, haciendo upskirts salvajemente, pasando treinta kilos de los seguratas o de los secretas, a lo kamikaze. Todo ello a las 7:30 de la mañana más o menos.
Que maravillosa ciudad Mandril, la de rincones sórdidos y acojonantes con los que debe contar. Cómo me divertiría viviendo una temporadita allí y qué prontito acabaría de nuevo entre rejas.