Buenas tardes,
Ya ha llegado. La época en que se despiertan los más bajos instintos, en la que ir por la calle, tranquilamente, se ha convertido en una odisea.
(Especial mención para instalaciones deportivas y paseos con terrazas de verano.)
la desconocida, famosa se ha hecho por estos lares. La charla me ha servido para reafirmarme en la convicción de que, en el fondo, el mundo del puterío no me gusta. A nada que uno no tenga las cosas bien claras, todo se complica. Es dificil separar claramente sexo y sentimientos más íntimos como el amor, a la mayoría se nos cuela algo: por eso la puta como Dios manda tiene que ser fría y desagradecida una vez acabada la faena, y el cliente tiene que ser rudo, a follar sin contemplaciones.
El mejor putero es, indudablemente, el que se lo toma como un complemento a su vida sentimental (casado, con novia, lo que sea). El que no tiene una relación de pareja y va de putas para llenar ese vacío... está condenado a pasarlo mal.
(
Y así está la cosa: jodido pero contento.
Aio