FlorianSotoPeña
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- 16 Ago 2009
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Hola, apreciados foreros sin vida social pero con muchos traumas y complejos. Os quiero hablar de mi familia, de la cual no puedo estar demasiado orgulloso. Soy el pequeño de tres hermanos, tengo dos hermanas más mayores que yo. No somos una familia ejemplar, de hecho puedo citar un buen puñado de familiares que no podríamos catalogar como normales precisamente. Todos ellos cumplen las características para convertirse en foreros, lástima que el exceso de cromosomas no les permita saber ni tan siquiera que es un ordenador. Comencemos la relación de untermenchen:
-Mi padre:
Ahora mismo se encuentra en paradero desconocido, en el 2005 se separó de mi madre tras 30 años de matrimonio. Los años que yo recuerdo, desde la más tierna infancia fueron de maltratos psicológicos y alcoholismo. Durante largos periodos de tiempo desaparecía, normalmente después de sus juergas de alcohol y lumis en todos los puticlubs de la zona. Entre dos días y una semana era el tiempo que permanecía fuera del hogar. Cuando volvía normalmente lo hacía en un estado medianamente normal, durante algunos días no hablaba y después volvía a su habitual comportamiento de beodo pendenciero. Por otro lado eran habituales sus peleas nocturnas, siempre llevaba algún arma blanca encima, decía que era para pelar patatas como buen aficionado a la cocina. En casa nunca cocinaba, y si no le gustaba la comida la tiraba al suelo y golpeaba violentamente a mi madre. En una ocasión me dijo que estaba destinado a ser un monguer, que no sería capaz de formar una familia ni de tener hijos. De momento se va cumpliendo, creo que tenía algo de visionario. De mis hermanas decía que eran unas putas, pues tenía la idea de que una mujer que viviese con un hombre en pecado, sin haberse casado antes, era la mayor zorra del orbe mundial. Su padre, mi abuelo, iba más allá y decía que las mujeres que llevaban pantalones o iban a un bar merecían arder en el infierno.
-Mi tío:
Este es hermano de mi padre, es un desgraciado pero carece de maldad para dañar a persona alguna. De pequeño tuvo una experiencia traumática, cuando tenía 6 años vio a su madre ahorcada dentro del lavabo. Se le fue la cabeza, tenía delirios místico-religiosos, y acabó suicidándose. Como consecuencia de ello fue a parar a un orfanato, donde estuvo hasta los 18 años. Tiene un carácter cerrado, es tímido y tiene dificultades para hablar. Además su vida es un cúmulo de desgracias, cuando tenía 24 años tuvo un accidente que casi le cuesta la vida. Finalmente las heridas más graves las tuvo en su rostro, el cual quedó completamente desfigurado. Recuerdo que en aquel entonces, yo todavía era pequeño, me daba miedo mirar su rostro lleno de cicatrices y no quería permanecer en la misma habitación. Para colmo hace dos años tuvo otro accidente durante una jornada veraniega en la piscina. Al parecer el muy retra se pegó una buena comilona y tras media hora se metió en la piscina. Le dio un corte de digestión y estuvo a punto de morir. Finalmente logró recuperarse, pero su grado de subnormalidad se multiplicó por cien. Tras este accidente comenzó a engordar y tomó la costumbre de comprarse ropa ceñida y unas cuantas tallas más pequeña. Lo veías por la calle enfundado en camisetas que marcaban sus tetitas de niña asomando su ombligo peludo por abajo, todo un espectáculo.
-Mi prima:
Tengo una prima que es el prototipo de Jenny por excelencia. Tiene 21 años en la actualidad, pero en su breve pero agitada vida ha vivido muchas situaciones, a cual más vergonzosa. Desde los 16 años se escapaba de su casa por las noches e iba a prostituirse con otra amiga golfa por los barrios marginales. Ella contaba alegremente entre sus amistades un anecdotario bastante risión de sus golferías nocturnas, por lo general andaba chupando pollas de borrachos, alguno de los cuales se había meado en su cara, y de algún que otro moro. Como consecuencia de su extrema conducta putaril acabó embarazada de un gitano gordo y negruzco que seguro que no había conocido cogiendo caracoles. La cuestión es que tras los 9 meses pertinentes cagó un clon del lolailo y lo entregó a su madre para no perder tiempo y seguir tragando lefa.
Estos son solamente tres ejemplos de la mierda de infraseres con los que comparto parte de mi lisiada genética. He de decir que los únicos que se salvan somos yo y mi madre, los únicos individuos de la familia que llevamos una vida recta y moderada. Para más señas ni fumo, ni bebo alcohol, no me drogo y sobre todo no follo. Vivo, cual hikkimori, la mayor parte del día encerrado en mi habitación pues sé que tengo cierta predisposición genética a convertirme en un borracho putero, friki-subnormal o guarra desvergonzada si me mezclo con las masas.
-Mi madre:
Y ahora lanzo una pregunta a los integrantes de este sacrosanto foro: ¿tenéis algún familiar del que avergonzaros?¿Ocultáis en una habitación, sótano, cuadra o subterráneo algún hermano con taras físicas, mentales etc? Hablad, hijos de puta.
-Mi padre:

Ahora mismo se encuentra en paradero desconocido, en el 2005 se separó de mi madre tras 30 años de matrimonio. Los años que yo recuerdo, desde la más tierna infancia fueron de maltratos psicológicos y alcoholismo. Durante largos periodos de tiempo desaparecía, normalmente después de sus juergas de alcohol y lumis en todos los puticlubs de la zona. Entre dos días y una semana era el tiempo que permanecía fuera del hogar. Cuando volvía normalmente lo hacía en un estado medianamente normal, durante algunos días no hablaba y después volvía a su habitual comportamiento de beodo pendenciero. Por otro lado eran habituales sus peleas nocturnas, siempre llevaba algún arma blanca encima, decía que era para pelar patatas como buen aficionado a la cocina. En casa nunca cocinaba, y si no le gustaba la comida la tiraba al suelo y golpeaba violentamente a mi madre. En una ocasión me dijo que estaba destinado a ser un monguer, que no sería capaz de formar una familia ni de tener hijos. De momento se va cumpliendo, creo que tenía algo de visionario. De mis hermanas decía que eran unas putas, pues tenía la idea de que una mujer que viviese con un hombre en pecado, sin haberse casado antes, era la mayor zorra del orbe mundial. Su padre, mi abuelo, iba más allá y decía que las mujeres que llevaban pantalones o iban a un bar merecían arder en el infierno.
-Mi tío:

Este es hermano de mi padre, es un desgraciado pero carece de maldad para dañar a persona alguna. De pequeño tuvo una experiencia traumática, cuando tenía 6 años vio a su madre ahorcada dentro del lavabo. Se le fue la cabeza, tenía delirios místico-religiosos, y acabó suicidándose. Como consecuencia de ello fue a parar a un orfanato, donde estuvo hasta los 18 años. Tiene un carácter cerrado, es tímido y tiene dificultades para hablar. Además su vida es un cúmulo de desgracias, cuando tenía 24 años tuvo un accidente que casi le cuesta la vida. Finalmente las heridas más graves las tuvo en su rostro, el cual quedó completamente desfigurado. Recuerdo que en aquel entonces, yo todavía era pequeño, me daba miedo mirar su rostro lleno de cicatrices y no quería permanecer en la misma habitación. Para colmo hace dos años tuvo otro accidente durante una jornada veraniega en la piscina. Al parecer el muy retra se pegó una buena comilona y tras media hora se metió en la piscina. Le dio un corte de digestión y estuvo a punto de morir. Finalmente logró recuperarse, pero su grado de subnormalidad se multiplicó por cien. Tras este accidente comenzó a engordar y tomó la costumbre de comprarse ropa ceñida y unas cuantas tallas más pequeña. Lo veías por la calle enfundado en camisetas que marcaban sus tetitas de niña asomando su ombligo peludo por abajo, todo un espectáculo.
-Mi prima:

Tengo una prima que es el prototipo de Jenny por excelencia. Tiene 21 años en la actualidad, pero en su breve pero agitada vida ha vivido muchas situaciones, a cual más vergonzosa. Desde los 16 años se escapaba de su casa por las noches e iba a prostituirse con otra amiga golfa por los barrios marginales. Ella contaba alegremente entre sus amistades un anecdotario bastante risión de sus golferías nocturnas, por lo general andaba chupando pollas de borrachos, alguno de los cuales se había meado en su cara, y de algún que otro moro. Como consecuencia de su extrema conducta putaril acabó embarazada de un gitano gordo y negruzco que seguro que no había conocido cogiendo caracoles. La cuestión es que tras los 9 meses pertinentes cagó un clon del lolailo y lo entregó a su madre para no perder tiempo y seguir tragando lefa.
Estos son solamente tres ejemplos de la mierda de infraseres con los que comparto parte de mi lisiada genética. He de decir que los únicos que se salvan somos yo y mi madre, los únicos individuos de la familia que llevamos una vida recta y moderada. Para más señas ni fumo, ni bebo alcohol, no me drogo y sobre todo no follo. Vivo, cual hikkimori, la mayor parte del día encerrado en mi habitación pues sé que tengo cierta predisposición genética a convertirme en un borracho putero, friki-subnormal o guarra desvergonzada si me mezclo con las masas.
-Mi madre:

Y ahora lanzo una pregunta a los integrantes de este sacrosanto foro: ¿tenéis algún familiar del que avergonzaros?¿Ocultáis en una habitación, sótano, cuadra o subterráneo algún hermano con taras físicas, mentales etc? Hablad, hijos de puta.