ensaladadeestacas rebuznó:
Historias como esas he leído yo a cientos, y porque no me he empeñado en buscar más, que habrá miles y miles.
Luego a mi me llaman exagerado, que estoy paranoico me dicen.
Pues como para no estarlo, si hoy día la Industria del maltrato gana cientos y cientos de millones de euros de beneficios con el tema este de las denuncias falsas. Necesitan que denuncien a todo dios, cuantos más mejor.
A la que denuncia le dan una paga de más de cuatrocientos euros mensuales, de forma indefinida, le dan prioridad a la hora de ofrecerle un puesto de trabajo, asesoramiento jurídico y gastos de abogacía gratis, y un montón de lindezas más.
Yo he ido a entrevistas de trabajo donde había hombres y mujeres, y decir la encargada "el ochenta por ciento de los puestos de trabajo están reservados por ley a las mujeres, por discriminación positiva, el veinte por ciento restante entrarán indistintamente hombres y mujeres" y al final coger únicamente a mujeres, en puestos de trabajo donde todos los hombres que se presentaron estaban más preparados y tenían más experiencia laboral que cualquiera de ellas, ya que ese trabajo normalmente lo desempeñan hombres. Y hablo de conductores de autobús.
Cuando fui a sacarme el carné, yo tuve que soltar una paste, pero allí había cuatro hombres y dieciseis mujeres pasa sacarse el mismo carné, porque a ellas, sólo por ser mujeres, se lo daban gratis.
Una de ellas destrozó todos los conos de un lado, más de doce conos aplastados por las ruedas del autobús, otra estrelló literalmente el autobús contra una pared, con lo que se tuvo que suspender el exámen. El resto no sabían ni sujetar el volante, y eso que las clases prácticas se las daban gratis, es decir, que podían dar tantas como quisieran, mientras que los hombres las teníamos que pagar (no en mi caso porque al tener el carné de trailer sólo tuve que pagar el exámen práctico)
Bueno, pues tras el desaguisado y posterior cita, sólo una (la que estrelló el autobús) suspendió, la que arrolló doce conos y se salió del carril aprobó, un chaval que se le caló el autobús dos veces, pero que hizo el exámen perfecto, suspendió.
En fin, que aquí la gente no se entera de la misa la mitad.
Llevo diciendo en este foro que la única, la única solución para que esto tenga al menos visos de volver a una situación normal, es que nadie se vuelva a acercar a una mujer, así sea para tomar un café en un sitio público. Porque luego va, te pone una denuncia por malos tratos alegando que eres su novio desde hace un més, y sin testigos ni nada te comes la denuncia con patatas, ficha policial, antecedentes PENALES, y problemas como no os podéis imaginar.
https://www.youtube.com/watch?v=A3eRJutYUyA
Si os la folláis en un hotel y pasas de verla y se siente despechada, te clava una denuncia por haberla violado en esa cama donde te pedía que empujaras más fuerte, y te comes veinte años en prisión.
Ese es el estado donde vivimos, un estado que hace todo esto por dinero, aleccionando a mujeres para que saquen lo peor de ellas mismas a cambio de migajas.
Esto está ocurriendo a nivel global, no sólo en España, solo que aquí como "líderes" en algo, y como siempre, en lo peor.
El problema no es estar paranóico, sino si se está lo suficientemente paranóico.
Ahora esta noche, os vestís y os vais a dar una vueltecita con vuestras novias, disfrutad ahora que podéis, porque el veinte por ciento de ellas os van a poner en el futuro una denuncia falsa. Disfrutadla también, que para algo os la estáis ganando a pulso.
Yo llevo siempre, y cuando digo siempre es siempre (excepto cuando estoy solo en casa, claro), una grabadora espía conmigo que graba audio y vídeo durante mas de doce horas ininterrumpidas. Cuando hay alguien en casa de visita, también la activo.
GRABADLO TODO.
Dentro de poco, si eso se populariza, con declarar esas grabaciones ilegales y que no sirvan como prueba, será suficiente, pero al menos podréis demostrar a amigos y familiares que pese a ser condenados, sois inocentes. Que es la gracia de este asunto, la ilegalidad por excelencia, cualquiera en este país es culpable hasta que no demuestra su inocencia.