Lo gracioso es que en parejas del maricas hay hostias a rodabrazo con una frecuencia pasmosa, pero eso no le importa a nadie. Es que ni se menciona, las feminazis a lo suyo y los hombres que quieren perder el tiempo discutiendo con ellas hablando de las mujeres maltratadoras. Mientras tanto, en Chueca, otro ojo morado cubierto con purpurina.
Y de lesbianas no me consta porque no me relaciono con esa lacra, pero lo que sí sé es que ascos a la violencia no le hacen.
Pero al lobby feminazi le da igual, ahí no hay pensiones que sacar.