Pero hay que crear un cupo siempre y cuando esos sectores sean de trabajar de traje y llevarse pingües sueldos. De la mina, de embarcarse en un pesquero en Gran Sol, subirse al andamio, ir a pegar tiros al frente o partirse el lomo descargando camiones no queremos saber nada de cupos.
Siempre procuro diferenciar lo más claramente posible , lo que debía ser una mujer de verdad, osea un mujer con dos ovarios, a la mierda pseudo-femenina/feminista que nos ha tocado vivir.
Ejemplos como Juana de Arco, Lady Godiva, Amelia Hart, Benazir Bhutto y muchas más, donde en primer lugar se igualaron con los hombres y se pidieron a ellas mismas más de lo que esperaban dar, harto difícil en la mujer no ya por su propia naturaleza que es justamente la contraria y que es más fuerte y perdurable que el hombre. El problema ha sido el adoctrinamiento recibido tras mas de 5 décadas.
Durante estos últimos 50 años el adoctrinamiento feminista y los poderosos lobbys de la "chirla peluda" han infundido su mensaje, basado en el hecho diferencial de simplemente ser mujer, esto ya dota y se puede exigir derechos por el mero hecho de serlo; no por su valía y logros personales, es "porque yo lo valgo" con dos cojones.
El valor es intrínseco a la vagina y la capacidad de engendrar hijos, por lo tanto hay que preservarlo y protegerlo.
Por otro lado, el hombre ha sido "infantilizado" y la televisón o el cine han contribuido poderosamente a establecer estos prototipos de hombres bobos, dependientes y poco capaces sin la ayuda de su mujer y amante esposa.
La figura paterna a pasado de ser aquel señor serio, que veías lo necesario y cuando lo veías de cerca, era para mal, a un personaje estereotipado de hombre idiota y fácilmente manejables por las mujeres. Ahora los abuelos ya no son tan honorables y los padres suelen aparecer idiotizados y siempre salvados por su más sabia e inteligente esposa, pero a la vez callada y discreta.
Sumemos esto a la falsa identificación con cientos de "necesidades femeninas" prefabricadas para el "correcto" y "feminista" desarrollo personal, sentimental y profesional de las féminas, nos ha dado como resultado generaciones cada vez más idiotas y más superficiales: menos mujer y más "cartón" en definitiva.
Y en los hombres, lo mismo pero en color azul.