Tu vida llena de éxitos y alegrías demuestra que tienes razón en tus pensamientos y forma de actuar.
Menuda hostia que te vas a llevar cuando te des cuenta que has tirado por el retrete seguramente los mejores años de la vida humana por estar culpando al resto y no asumiendo ninguna responsabilidad y, por tanto, poniendo soluciones.
No te das cuenta que eres la antítesis de lo que resulta atractivo, tanto a nivel físico como de comportamiento, a cualquier ser humano: de lo que atrae sexoafectivamente, de lo que uno busca para una amistad, de lo que se busca para un puesto de trabajo de confianza,... Y sí, la culpa la tienes tú y no el resto.