Qué voy a decir que no resulte obvio a simple vista, me parece que hace un planteamiento muy equívoco acerca de la dualidad de la experiencia de los sentidos contrapuesta a la conciencia demiúrgica enraizada en los preceptos de la escuela platónica clásica.
Como adepto de Santo Tomás de Aquino, afirmo junto con los demás eruditos que no comprende la unidad del ente corpóreo y el espíritu, que se ha apartado de forma perniciosa de la fe de Dios, y que es un producto nefasto de la superstición, una errante de la fe, una invocadora de demonios, una idólatra y una hereje.